El 'president' de la Generalitat, Carlos Mazón, con el conseller de Sanidad, Marciano Gomez, presentan el Plan Valenciano para la Salud Mental y las Adicciones 2024-2027. | ROBER SOLSONA

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El Plan Valenciano de Salud Mental y Adicciones 2024-2027 dispone de un presupuesto total de 283,8 millones para ejecutar un total de 80 acciones que prestarán «un especial hincapié» en la prevención de la enfermedad, sobre todo en edades tempranas, así como en acciones asistenciales y de rehabilitación y reinserción social.

Así, lo ha señalado este lunes el presidente de la Generalitat, Carlos Mazón, en la presentación del plan, en el que ha estado acompañado por el conseller de Sanidad, Marciano Gómez, y el responsable de la oficina de salud mental, el psiquiatra Bartolomé Pérez en el Edificio EVES de València.

La Comunitat Valenciana es la región con la mayor prevalencia registrada de trastornos mentales al tener un 25,1% frente al 15% de media. De hecho, el 42,3% de las mujeres y el 39,7% de los hombres mayores de 14 años tiene riesgo de mala salud mental, así como el 10,7% de los niños menores de 15 años.

Además, tiene la segunda mayor tasa de casos atendidos en Atención Primaria por ideación suicida o intentos autolíticos y la que presenta mayor prevalencia de consumo de alcohol y cannabis de España, la segunda en tabaco y la primera en consumo de tranquilizantes, segunda de cannabis y tercera en uso compulsivo de internet en escolares de 12 a 16 años.

Sin embargo, la Comunitat Valenciana es una de las tres con peor dotación de recursos asistenciales y la tercera peor en formación de especialistas por habitantes con «importantes desigualdades» interdepartamentales.

Por ello, Carlos Mazón ha recalcado «no se trata de un plan, sino de un compromiso» ya que «estamos hablando del mayor presupuesto consignado de la historia de la Comunitat Valenciana en materia salud mental, aunque tendremos que seguir creciendo».

En ese sentido, ha señalado que «en materia de salud mental no hay alternativa, hay que ponerse manos a la obra desde el primer momento porque los datos son terribles y justifican este reto para revertir esta situación», ha reivindicado Mazón, que ha recalcado que «esto puede y debe cambiar: necesitamos ya hechos».

«Hoy 8 de enero se pone en funcionamiento el contador de pasos para cambiar la analítica de los indicadores, la batalla comienza a ganarse con detección, tratamiento y recursos, no hay mejor tratamiento», ha apostillado.

Por su parte, el conseller de Sanidad ha destacado que se trata de un programa de salud mental «transversal», donde va a tener una importancia esencial no solamente a la Conselleria de Sanidad, sino también la Servicios Sociales y de Educación, y que se va a centrar en la prevención. «Vamos a buscar la salud con mayúsculas, es decir, prevenir y promocionar», ha recalcado.

Del mismo modo, el responsable de la oficina de salud mental, el psiquiatra Bartolomé Pérez Gálvez ha recalcado que «este no es un programa ideológico: va a basarse en evidencias científicas, no en opiniones». «Se acabó el juego, no hay salud sin salud mental», ha subrayado Pérez Gálvez, que ha advertido: «el sistema está absolutamente roto».

Líneas estratégicas

El plan se articula en nueve líneas estratégicas: promover una salud mental positiva prevenir la enfermedad mental, los trastornos adictivos y el suicidio; lograr un modelo asistencial equitativo y basado en las necesidades reales de la población; la atención a la infancia y la adolescencia y al trastorno mental grave; derechos y calidad de servicios; formación sanitaria especializada, actividad investigadora y docente; acceso a ayudas sociales, empleo y vivienda, crear estructuras de coordinación y establecer convenios de cooperación internacional.

Para lograrlo, se estructura bajo diez principios rectores: aplicar y equilibrio realista entre las necesidades detectadas y la disponibilidad y capacidad de generación de recursos; la equidad territorial en la distribución de recursos; acciones basadas en la evidencia científica; y priorizar la promoción y la prevención.

Asimismo, se busca la igualdad asistencial en relación a otras patologías; prestar especial atención a la infancia ya la adolescencia, así como el trastorno mental grave, lograr un modelo comunitario de atención a los problemas de salud mental; la coordinación y continuidad de servicios asistenciales; la desestigmatización y respeto a los derechos humanos y el fomento de la autonomía de las personas con trastornos mentales.