Puerto de Valencia | Rober Solsona - Europa Press

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Cámara Valencia prevé que «las repercusiones sobre la economía valenciana» de los ataques a embarcaciones en el Mar Rojo y el desvío de tráfico marítimo «no vayan a ser tan intensas como las producidas en 2021» --con el bloqueo del canal de Suez--, mientras que la Confederación Empresarial de la Comunitat Valenciana (CEV) ha señalado que las importaciones y exportaciones en el Puerto de València «no están viéndose muy afectadas».

Por un lado, Cámara Valencia ha elaborado un informe sobre las implicaciones para la economía valenciana de la situación que se está registrando en la principal ruta comercial entre Asia y Europa, a través del Canal de Suez.

Según la organización empresarial, hay varias razones por las que no se espera un impacto tan significativo. Por un lado, el nivel de los fletes se había reducido en el último año hasta niveles previos a
la pandemia. «Los costes de transporte marítimo van a aumentar, pero se quedarán lejos de los máximos de 2021. Su repercusión en precios finales será moderada y no se notará hasta el segundo trimestre de 2024», ha expuesto Cámara Valencia.

En segundo lugar, ha señalado que la crisis de las cadenas de suministro de hace solo dos años obligó a los empresarios valencianos a realizar un proceso de diversificación de sus proveedores y llevar una mejor gestión de los suministros. Por ello, «los problemas de suministros que genere este conflicto impactarán con menor intensidad en la actividad industrial y comercial».

Además, el informe apunta que, si el conflicto se circunscribe al Mar Rojo y Canal de Suez, «el suministro de petróleo de Oriente Medio no se verá afectado, y por tanto, su precio en los mercados internacionales no aumentará de forma notable».

Igualmente, ha añadido que «no se esperan grandes cambios en la evolución de las exportaciones valencianas hacia los mercados asiáticos, que mantendrá una senda descendente, salvo para mercados como la India y algunos países del ASEAN (Taiwán y Singapur) que, por su dinamismo, mantendrán su comportamiento al alza».

No obstante, Cámara Valencia ha añadido que "el retraso en el proceso de recuperación económica de los países europeos que
pueda provocar este conflicto sí que incidirá en la evolución de las
exportaciones valencianas a estos mercados en el medio plazo".

A nivel global, la cámara de comercio ha expuesto que las consecuencias de esta situación dependerán del tiempo que duren los ataques y la puesta en marcha por parte de Europa (el más afectado) y Estados Unidos de medidas que permitan garantizar la seguridad en la zona para transitar en ella.

Como consencuencias más inmediadas, ha destacado el aumento del coste de los fletes entre Asia y Europa y la aplicación de recargo por riesgo de guerra, así como el riesgo de que las cadenas de suministro, especialmente en Europa, puedan verse de nuevo tensionadas por el retraso en la recepción y entrega de mercancías ya contenerizadas, el mayor tiempo de navegación si se utiliza la ruta del Cabo de Buena Esperanza y la incertidumbre sobre la evolución del conflicto a corto y medio plazo.

Además, ha incidido en que el conflicto se produce en un momento de retroceso de los intercambios comerciales de bienes a nivel mundial y de «fuerte desaceleración económica e incluso recesión en países como Alemania». Una situación que, «de alargarse o agravarse, alejaría en el tiempo el inicio de la senda de recuperación prevista para mediados de 2024».

Asimismo, ha señalado que establecer rutas más largas por los ataques en el Mar Rojo implicará un aumento de las emisiones de carbono por el transporte marítimo, en un momento en el que Europa pone en marcha en enero de 2024 la aplicación de los ETS a los puertos europeos. Así, «supondrá costes aún más elevados a las rutas transoceánicas», añade el informe.

Por su parte, la CEV ha explicado, en declaraciones remitidas a los medios, que de momento, el Puerto de València, «por sus características import-export, no está viéndose muy afectado, pero la paralización y el desvío de los buques retrasará las llegadas a destino, trastocará los planes logísticos y los plazos de entrega y elevará los costes de transacción».

«Todo ello, en un contexto en el que las empresas ya están soportando una subida generalizada de sus costes (materias primas, energéticas, financieros y salariales)», ha recordado la patronal valenciana.

Así, la CEV ha lamentado que, «una vez más, un conflicto político afecta negativamente a la actividad empresarial y dificulta y encarece las operaciones», pero no cree que «esto vaya a suponer un bloqueo al comercio internacional».

Sin embargo, la Confederación ha afirmado que el conflicto «ya está provocando subidas en las cotizaciones del gas y el petróleo, lo que, de mantenerse, volverá a subir los costes energéticos de las empresas, y, de modo más severo, de las empresas pertenecientes a las ramas productivas más intensivas en consumo energético».

Por todo ello, la CEV ha manifestado que «espera que este episodio no perdure en el tiempo; que las partes negociadoras alcancen en breve un acuerdo sobre la ayuda humanitaria a Gaza; y que la guerra entre Israel y Hamas llegue pronto a su fin».