El secretario general del PSPV-PSOE, Ximo Puig, durante el Comité Nacional de los socialistas valencianos, en la sede de UGT-PV, a 16 de diciembre de 2023, en València | Jorge Gil - Europa Press

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El secretario general del PSPV, Ximo Puig, ha hecho «autocrítica» este sábado, durante el comité nacional de los socialistas valencianos --en el que ha anunciado la convocatoria de un congreso extraordinario--, por la derrota electoral del pasado 28M y ha reconocido la comisión de «posibles errores» porque «no entendieron» que la Comunitat Valenciana «se jugaba mucho» en esta cita con las urnas. «El máximo responsable de no haber visto esa cuestión soy yo y lo asumo», ha asegurado.

Puig ha defendido una autocrítica «ponderada, real, útil, constructiva y esperanzada» porque ha asegurado que es «la única manera de poder mejorar y avanzar». En este sentido, ha expuesto algunas «cuestiones claras» que, a su juicio, provocaron que los socialistas no fueran capaz de «contextualizar suficientemente» la convocatoria electoral del 28 de mayo.

Así, ha reconocido que fueron «incapaces de valencianizar el espacio político» y de «extraer» a la Comunitat Valenciana del «sonido inmenso que impulsó la derecha mediática y política española».

Tampoco, ha afirmado, fueron capaces de «huir de una atmósfera emocional que taponaba la razón y la opinión que se tenía del gobierno valenciano» ni de «aislar a un entorno de vísceras que arrinconaba la gestión». «En el fondo, lo que se producía era una cierta liquidación de la política», ha lamentado.

«Si la pregunta era sobre el futuro de la Comunitat Valenciana, ¿por qué la respuesta era 'Que te vote Txapote'?, ha reflexionado. Frente a ello, ha defendido que el gobierno valenciano que lideraba tenía »las mejores notas --de valoración-- desde el inicio de la serie histórica«, por lo que ha considerado que les faltó »una visión anticipatoria de un malestar que no tenía nada que ver con la realidad«. Y ha reconocido que también les »sobró confianza« sobre una gestión que »la ciudadanía valoraba".

Asimismo, ha apuntado que otro «posible error» fue que no entendieron que la Comunitat Valenciana «se jugaba mucho» en esas elecciones, algo que era «lo que los ciudadanos iban a ver al final». «Nos jugábamos muchos proyectos transformadores, una recuperación de la crisis pandémica, el rigor de todos aquellos que habían confiado para invertir en nuestro territorio», ha enumerado.

En esta línea, ha admitido que es posible que «descuidaran lo que otros priorizaron», que es «el tacticismo electoral, el interés partidista, las campañas de insultos», ante lo que no dieron «respuesta adecuada a esta situación». Ante este escenario, ha reconocido ser el «máximo responsable» de todo ello. «Y lo asumo», ha añadido.

Un "avance" que resultó "insuficiente"

El líder socialista, pese a esta situación, ha destacado que en las pasadas elecciones autonómicas el PSPV aumentó el número de votos respecto a las anteriores convocatorias y, de hecho, ha resaltado que obtuvo «el mejor resultado autonómico en 16 años».

Sin embargo, ha lamentado que este «avance» resultó «insuficiente», dado que Compromís «perdió 100.000 votos» mientras que Podemos «perdió 130.000». «Estamos en una buena posición que tenemos que defender: la suma PP y extrema derecha frente al Botànic solo 38.000 papeletas, el 1,5% del electorado», ha incidido.

«Todos sabemos cómo llegamos a esas elecciones, con una gran abstención del electorado progresista, con una crisis irresponsable en la izquierda a pocas semanas de las elecciones, con un ventilador mediático que no supimos apagar», ha reflexionado.

Una oposición "fiscalizadora" que debe hacer "su propio reset"

Por otro lado, el máximo dirigente de los socialistas valencianos ha puesto en valor el «legado» realizado por los socialistas en los últimos ocho años. Al respecto, y con «cierta perspectiva», ha resaltado «avances decisivos» en varios «frentes»: convivencia, reputación y estabilidad. «Los valencianos asumimos desde el primer momento que una cerveza nunca está por encima de una vida», ha proclamado, al tiempo que ha defendido que el «legado construido es un aval».

Ante el escenario actual en la Comunitat Valenciana, con un gobierno del PP y Vox al frente de la Generalitat, Puig ha subrayado la necesidad de que el PSPV desarrolle una oposición «fiscalizadora» para poder «combatir» las políticas de la derecha y la extrema derecha, así como de impulsar a la autonomía desde la acción del Gobierno de España y de construir una «alternativa potente» que debe hacer «su propio reset». «No se trata de hacer lo mismo que hicimos, sino de hacer ya otra generación de ideas», ha recalcado, y ha avanzado.

Sobre esta última cuestión, se ha mostrado confiado en que el «retroceso» que supone el PP y Vox «no va a quedar impune», puesto que recibirá «nuestra respuesta política fuerte y serena». Al hilo, ha defendido que el PSPV desde la oposición «ya está actuando» desde la «institucionalidad» y ha rechazado la «política espectáculo».

Puig también ha apostado por una oposición «propositiva» que plantee e intente acordar medidas que sean «beneficiosas para los valencianos», para lo que ha recalcado la importancia de mantener un «diálogo permanente» y «máxima vinculación» con entidades y grupos sociales.

«Este partido nunca renunciará a ser el partido de la mayoría, un partido hegemónico y capaz de liderar el país», ha reivindicado, al tiempo que ha apostado por ello para impedir que ni la «derecha extremada ni la extrema derecha impongan un relato que finalmente acabe diluyendo la realidad, que se instale la posverdad y que finalmente acabemos en un pesimismo artificioso».

"factor humano" valenciano

En otro orden de cosas, el secretario general del PSPV ha mostrado su agradecimiento al presidente del Gobierno y secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, por haber «tenido en cuenta» el «factor humano» en la configuración del Ejecutivo, con el nombramiento de Rebeca Torró y Arcadi España como secretarios de Estado. «Aportamos lo mejor que tenemos», ha valorado.