Archivo - Vista de la entrada de los Juzgados de Madrid en Plaza Castilla. | Isabel Infantes - Europa Press - Archivo

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La autopsia de Pilar, la vecina de 68 años de Carabanchel cuyos restos se hallaron el pasado marzo calcinados en una escombrera de la localidad toledana de Ventas con Peña Aguilera, determina la etiología violenta de la muerte en contra de la versión de la investigada acerca de que se golpeó en el baño y se desnucó.

El procedimiento penal llevaba meses paralizado a la espera del informe forense definitivo, que ya está en manos de la jueza de Instrucción número 32 de Madrid. Además, ha tenido acceso a un informe sobre el contenido del teléfono de la acusada, que revela, a juicio de los investigadores, el móvil del crimen.

Los restos estaban tan carbonizados y machacados que no se ha podido determinar la mecánica de producción de la muerte, según han indicado fuentes jurídicas a Europa Press. Pero sí se ha analizado el resto de datos criminológicos y se concluye que se trata de una muerte de etiología violenta.

El crimen de Pilar se produjo en el número 64 de la calle Oca de Carabanchel. Tras el supuesto asesinato, la presunta asesina introdujo su cuerpo en una maleta y lo trasladó a su pueblo, situado en Las Ventas con Peña Aguilera. Quemó la maleta en su finca y se deshizo de las cenizas en una escombrera.

Desde hace meses no había avances pero recientemente la jueza citó para este viernes a un nuevo testigo, la expareja de la acusada, al entrar su relato en contradicciones con la declaración de la investigada.

El pasado marzo, Marta C. H., de 34 años, se negó a declarar ante la juez de Instrucción, quien ratificó su ingreso en prisión preventiva por un delito de homicidio.

La detenida sostiene que la muerte fue accidental, una versión que choca con el escenario del crimen que tuvo lugar en la planta tercera del número 64 de la calle la Oca al estar el piso repleto de rastros de sangre en el suelo y de salpicaduras en las paredes.

Cámaras de seguridad

Las cámaras de seguridad de los comercios próximos al edificio captaron a Marta C. H. salir con una maleta horas antes de que la familia de la fallecida denunciara su desaparición en extrañas circunstancias.

Ante la jueza, la investigada se negó a declarar sin modificar la declaración ya prestada ante el juez, donde sostuvo que la víctima «sin tocarla» cayó de espaldas y se golpeó contra el mueble del lavabo.

Los investigadores sospechan que la muerte fue de etiología violenta por el escenario del crimen que dejó la mujer, tal y como confirma el informe de autopsia. A pesar de que limpió con lejía el baño y otras estancias de la vivienda, los agentes hallaron en la inspección ocular abundantes restos de sangre en suelo y paredes, un extremo que choca con la tesis de que murió de un golpe en la cabeza.

En su anterior declaración, a la que tuvo acceso Europa Press, Marta manifestó que el pasado 27 de febrero había quedado con Pilar «a fin de resolver una deuda que tenía con la comunidad por una derrama y varios recibos pendientes». Quedaron en bajar al banco para saldar la deuda, pero antes la víctima se pasó por la casa de su vecina.

Ya en el interior, Pilar «sin tocarla» se golpeó de espaldas y se dio contra el mueble del lavabo. Una vez que comprobó que no respiraba, introdujo el cuerpo en una maleta. Tras ello, compró varios productos de limpieza y procedió a limpiar sobre todo el cuarto de baño, donde más restos de sangre había.

Horas más tardes, se trasladó a la finca de su familia en la localidad toledana de Las Ventas con Peña Aguilera y quemó la maleta con gasolina. Al quedar aún huesos, fue a una gasolinera a por más gasolina y siguió avivando el fuego. Trasladó los sacos con cenizas a una escombrera.

Según consta en su declaración, la mujer recibió el 28 de marzo una llamada de la dueña del piso en que le comentó que le había llamado la Policía y decidió regresar a Madrid. Al finalizar el día, regresó al pueblo. Un día después, se dirigió al municipio de Bargas donde entregó el currículum para trabajar en una residencia de ancianos al estar en paro y dedicarse a este profesión.

La investigación policial se centra ahora en averiguar si la detenida actuó acompañada y cómo se produjo la mecánica de la muerte al no creer la jueza la versión que ofreció durante su comparecencia judicial.

La mujer fue detenida en Madrid el pasado miércoles tras el hallazgo de un cadáver en un vertedero de dicha localidad toledana. Los familiares de la víctima habrían echado en falta a esta mujer durante el fin de semana de la anterior semana.