Un operativo de la Policía Nacional desmantela un punto de venta de droga que funcionaba como una empresa de reparto | Policía Nacional - POLICÍA NACIONAL

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Agentes de la Policía Nacional han detenido en Petrer (Alicante) a un hombre y una mujer como presuntos responsables de un punto de venta de droga que funcionaba como una empresa de reparto. Los ahora arrestados recibían los encargos por mensajes en conocidas aplicaciones móviles de mensajería instantánea y llegaban a desplazarse a lugares para entregar la mercancía.

A primeros del mes de septiembre, el grupo de Estupefacientes de Policía Judicial de la Comisaría de Policía Nacional de Elda-Petrel, inició una investigación basada en información proporcionada por fuentes ciudadanas. Las primeras informaciones señalaban a una pareja que se dedicada a la distribución y venta de marihuana, hachís y cocaína en la ciudad de Petrer, explica la Jefatura en un comunicado.

El reparto de droga lo realizaban principalmente en parques y en diversos establecimientos de hostelería. En ocasiones, en estos últimos discutían con los trabajadores, ya que al reprocharles que cesaran de utilizar los locales para realizar sus actividades delictivas, los detenidos comenzaban discusiones en el propio establecimiento de forma bastante acalorada.

La Policía Nacional indagó más en el asunto y averiguó que la pareja realizaba sus repartos en zonas cercanas a su vivienda. El domicilio estaba situado en el núcleo urbano de la ciudad que por su posición geográfica, el diseño de las calles y las particularidades demográficas de la zona, la convertía en un lugar de difícil acceso para las labores policiales, convirtiéndolo así en un entorno adecuado para actividades delictivas.

También constataron que los detenidos utilizaban un turismo para desplazarse y hacer las entregas, y siempre llevaban consigo un perro al que utilizaba de coartada si en el momento de la entrega eran identificado por la Policía.

Enfermedad

El varón no tenía reparos en promocionar abiertamente su disposición para suministrar sustancias a cualquier persona interesada. Además, decía tener una afección medica de la cual se enorgullecía, argumentando que en caso de ser descubierto en actividades ilícitas, podría beneficiarse de una atenuación en cualquier condena.

La Policía Judicial estableció un dispositivo para seguir y detectar los movimientos de los sospechosos, que dio como resultado los datos de la pareja, cuya edad rondaba entre 40 y 45 años.

Durante las diligencias realizadas, la Policía Nacional pudo observar que el varón era el más activo en las entregas. Recibía a los compradores en las cercanías de la vivienda, tanto de manera individual o en grupos, a cualquier hora del día o la noche, preferentemente en lugares públicos como parques adyacentes, plazas, vías de comunicación y cafeterías.

Durante estos encuentros, sostenía breves conversaciones e intercambia la sustancia, que extraía rápidamente de su bolsillo, por dinero.

La sospecha de posesión de drogas junto con el resto de indicios delictivos, hacía ver que la pareja tenía un alto grado de actividad delincuencial, por lo que la Policía Nacional solicitó una orden de entrada y registro a la Autoridad Judicial.

En el registro, se pudo localizar y detener al varón que se encontraba por las inmediaciones de la vivienda. En el momento de su detención se le interceptó saliendo del inmueble llevando consigo varias papelinas de cocaína preparadas para ser entregadas. En la vivienda, la policía encontró más de 89 gramos de cocaína y más de 50 gramos de hachís. Parte de la sustancia encontrada estaba dispuesta en varios envoltorios listos para la venta.

Además, se incautaron útiles para la preparación y pesaje de las dosis, así como una suma significativa de dinero en efectivo, superando los 1.000 euros.

El varón, de 45 años, y la mujer, de 41 años, ambos de nacionalidad española, fueron detenidos como presuntos autores de un delito contra la salud pública. El hombre fue puesto a disposición del Juzgado de Instrucción de Elda (Alicante) en funciones de guardia.

La valoración de la sustancia estupefaciente encontrada en el domicilio sugiere un posible beneficio económico más de 12.000 euros por la venta realizada en dosis.