Archivo - Varios ninots en una carpa fallera | Jorge Gil - Europa Press - Archivo

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Los partidos de la oposición en el Ayuntamiento de València --Compromís y PSPV-- han advertido al gobierno municipal --integrado por el PP y Vox-- que recortar el horario de la venta de alcohol y restringir los horarios de las barras en las carpas durante las próximas Fallas provocará «un problema mayor» que es el «fomento del botellón», a la vez que supondrá «un castigo a las comisiones».

De esta manera han reaccionado ambas formaciones a las directrices del bando fallero --la norma que rige el funcionamiento de la ciudad durante las fiestas josefinas-- relativas a verbenas populares y discomóviles. Al respecto, el Ayuntamiento establece que se verbenas en la vía pública el día 9 y del 15 al 18 de marzo hasta las cuatro de la madrugada, pero en las mismas la venta de alcohol se limitará hasta las dos de la madrugada.

Por un lado, el concejal de Compromís Pere Fuset, en un comunicado, ha afeado al PP que «no solo incumple su promesa de avanzar las directrices falleras que llegan más tarde que nunca, sino que introduce novedades incoherentes que afectan a la convivencia de València con su fiesta grande».

Así, ha advertido de que cerrar las barras que instalen las comisiones falleras en sus zonas de actividades a las dos de la madrugada --como plantea el bando fallero-- y mantener las verbenas hasta las cuatro es «incoherente, además, es peligroso». «Lo único que se hace con esta propuesta es fomentar el incivismo, el conflicto en las fallas y, sobre todo, un botellón descontrolado por toda la ciudad», ha avisado.

Fuset, además, ha insistido en que esta medida «no beneficia a nadie» y ha considerado que tampoco «servirá para reducir el consumo de alcohol» y que «aumentará los conflictos hacia unas comisiones falleras que serán incapaces de hacer frente al botellón en sus demarcaciones o explicar al resto del vecindario por qué están excluidos de la fiesta».

El edil de Compromís ha criticado al equipo de gobierno liderado por la alcaldesa María José Catalá que después de «tener que rectificar en su intención de suprimir la mesa de diálogo» fallero ahora «llegan tarde y mal a exponer unas normas que antes se hacían públicas en noviembre y que tendrán efectos muy nocivos para la convivencia en las Fallas».

«Estas ocurrencias van en contra de la imagen de la fiesta, como también avanzar la salida de las carpas al 5 de marzo o aumentar el impacto de los mercaditos y a las buñolerías en las calles sin abordar el futuro de las mojiterías como proponíamos», ha argumentado.

Finalmente, ha añadido que todas estas medidas que plantea el bando fallero «crearán confrontación» y ha incidido en que son «absolutamente contrarias al espíritu que tiene que tener» la norma que rige la ciudad durante las fiestas falleras, que es, a su juicio, «buscar la conciliación y el encuentro en una fiesta que tiene que ser inclusiva para todos y todas».

"los únicos perjudicados, los propios falleros"

Desde el PSPV, la concejala Nuria Llopis, en sendo comunicado, ha asegurado que con las directrices del bando fallero relativas a verbenas «los únicos perjudicados» por estas restricciones van a ser «los propios falleros y falleras», quienes «van a pagar la factura de un problema que ni generan ellos ni se va a resolver por impedir a las comisiones que pongan una barra más allá de las dos de la mañana».

En la misma línea que Fuset, ha advertido de que restringir los horarios de las barras «lo único que va a conseguir es multiplicar el botellón por toda la ciudad». «El bando de las Fallas de 2024 solo tiene una conclusión y es que los únicos y las únicas perjudicadas son los que hacen posible la fiesta, que son los falleros y las falleras», ha remarcado.

Para Llopis, «mantener las verbenas hasta las cuatro de la madrugada pero prohibir la venta de alcohol a las comisiones a partir de las 2 no soluciona el problema nocturno, sino que fomenta e incita al botellón». Además, la edil socialista ha incidido en que el bando «tan solo establece restricciones para las barras que montan las comisiones falleras», puesto que el resto de establecimientos de ocio que permanezcan abiertos «podrán seguir dispensando bebidas hasta la hora de cierre», lo que supone «un agravio para las barras que montan los falleros y falleras».

Al respecto, ha hecho hincapié en que la recaudación procedente de las verbenas es «una de las mayores fuentes de ingresos para las comisiones falleras», por lo que ha apuntado que «privarlas» de estos recursos tendrá «un impacto muy negativo en las Fallas de 2025». «A nadie se le escapa que los ingresos que no puedan obtener las comisiones a lo largo de 2024 se verán reflejado al final en las Fallas del año que viene», ha continuado.

Por último, ha remarcado que las restricciones que pretende aplicar el gobierno municipal demuestra su «poca empatía» con las fallas de la ciudad, «que consiguen cuadrar sus presupuestos cada año con mucho esfuerzo de sus falleros y falleras para que ahora se vean privadas de una gran parte de sus ingresos por una decisión caprichosa y que, al final, va a acabar provocando un problema mayor, que es la multiplicación de los botellones».