Archivo - La presidenta del Parlament, Anna Erra | David Zorrakino - Europa Press - Archivo

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La presidenta del Parlament de Catalunya, Anna Erra, ha llamado este domingo a «reivindicar la importancia» de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, coincidiendo con el 75 aniversario de su proclamación.

En un vídeo publicado por el Parlament en la red social X recogido por Europa Press, Erra ha pedido reivindicarla frente a los nuevos conflictos armados, «de largo plazo o enquistados», y frente a la crisis de refugiados y desplazados internos.

También ha pedido hacerlo ante «la expansión de gobiernos autoritarios y el retroceso de las democracias liberales», la proliferación de los relatos antiderechos, la vulneración de los derechos de las mujeres y de las desigualdades.

Por eso, ha urgido a defender la plena vigencia de los derechos humanos, que según ella «pasa, inevitablemente, por la defensa de la democracia como sistema de gobierno: no una democracia de mínimos o que se conforme en celebrar elecciones periódicas».

«Sino una democracia funcional, de instituciones inclusivas, que sea sensible al pluralismo político, lingüístico y cultural, que no persigue la disidencia política, que defiende la vida, la igualdad ante la ley, la libertad de expresión, la educación, un techo y que genere oportunidades para que todo el mundo pueda prosperar y desarrollar su proyecto de vida», ha añadido.

Una democracia "fiel y coherente con sus valores y principios"

También ha deseado una democracia capaz de dar respuesta a las necesidades de la ciudadanía y a los desafíos globales de la humanidad: «Una democracia, en definitiva, que sea fiel y coherente con sus valores y principios».

Ha asegurado que no hay prosperidad ni desarrollo compartido sin defender, proteger y garantizar los derechos humanos, que «solo pueden crecer y desplegarse en un contexto plenamente democrático».

Por eso, ha recordado que los poderes públicos, incluido el Parlament, no pueden olvidar que sus «acciones deben tener como guía, siempre, el cumplimiento de los derechos humanos», una responsabilidad que según ella debe asumirse a nivel colectivo y también individual.

Ha recordado que fue aprobada en 1948, «en un mundo todavía conmocionado por las atrocidades y el horror de la Segunda Guerra Mundial y el Holocausto» y que desde entonces es un fundamento de la libertad, la igualdad, la justicia y la paz en el mundo.