Rafael Samper --segundo por la derecha-- junto a la alcaldesa de Santa Eulalia, Carmen Maorad --a su izquierda-- y representantes municipales del Ayuntamiento de Santa Eulalia, que han visitado los trabajos en los caminos rurales que está haciendo la DPT. | DIPUTACIÓN PROVINCIAL DE TERUEL

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El plan anual de conservación, reparación y mantenimiento de los caminos rurales no pavimentados de la Diputación Provincial de Teruel (DPT) llegará al cien por cien de ejecución a final de año, lo que supone actuar en 120 municipios con una inversión de 1,5 millones de euros.

Una cifras que, a juicio del vicepresidente segundo de la institución y diputado delegado de Caminos Rurales, Rafael Samper, muestran el «servicio ejemplar, eficaz y muy apreciado por los ayuntamientos» que se ofrece desde el Servicio de Vías y Obras, ha informado la DPT.

En total, el plan anual de este 2023 prevé la actuación en 120 municipios de la provincia, de los que se ha actuado en los diez primeros meses del año en 101, lo que supone un 84,7% de los encomendados. Además, en otros 16 se han realizado labores de limpieza y desbroce.

La DPT pone tanto la maquinaria como los maquinistas necesarios para vertebrar el territorio agrícola de la provincia, mejorando el acceso a las diferentes explotaciones de fincas agrícolas y ganaderas, mejorando su red de caminos y otras infraestructuras agrícolas: movimiento de tierras, nivelado de terrenos y limpieza de cunetas.

La sección de Caminos Rurales tiene como función ejecutar los trabajos de conservación, reparación y mantenimiento de los caminos municipales no pavimentados. Se trata de competencias de los ayuntamientos, pero ante la dificultad que tienen muchos para asumirlas, dadas las pequeñas dimensiones de la mayoría de ellos, es la institución provincial la que presta este servicio.

Para ello desarrolla los trabajos necesarios tanto con medios propios como con medios contratados, en caso de que los medios disponibles no sean suficientes o adecuados para la realización de los trabajos.

Además de la labor planificada actualmente, desde esta sección también se realizan actuaciones extraordinarias cuando es necesario actuar por daños producidos en caminos tras el paso de tormentas, algo que este año no se ha producido.

La DPT se encarga también de la reparación de los caminos por los que transcurre el rally de la Baja Aragón, dentro del acuerdo de colaboración que la institución provincial tiene con la organización de la prueba para aprovechar los beneficios que supone la celebración de esta cita deportiva desde el punto de vista del turismo y la proyección internacional.

Un salto de calidad

Durante el paso mandato, esta sección del Servicio de Vías y Obras recibe un fuerte impulso porque se duplica el presupuesto y el número de equipos, lo que permite llegar a más municipios cada año.

«Con el diputado del PAR José Sancho al frente de la delegación se duplicaron las localidades que se atendían cada año, cumpliendo el objetivo de que al menos una vez cada dos años las máquinas pasaran por todos los municipios de la provincia», ha recordado Samper.

Así, el diputado ha subrayado no sólo el incremento de recursos económicos, sino también la mejora en la gestión y la organización del área con la incorporación de personal técnico específico destinado a este área, lo que ha permitido realizar una planificación más ordenada al tiempo que estrechar la colaboración con los municipios.

Aparte de todo ese trabajo planificado de mantenimiento, desde este área cuentan con el apoyo de la empresa Tragsa para contratar equipos con los que actuar en casos extraordinarios.

Asimismo, a partir del próximo año, la DPT asumirá, dentro de su planificación anual, la conservación y mantenimiento de los caminos rurales de los municipios de la Comarca del Bajo Aragón.

Los trabajos se organizarán en cinco lotes, frente a los cuatro actuales, y la institución trabaja en un incremento presupuestario para el próximo año para «poder seguir prestando el servicio con la misma calidad», ha apuntado Samper.

Hasta ahora, la Comarca del Bajo Aragón asumía el trabajo de conservación y mantenimiento de los caminos rurales de los municipios de esta comarca, con maquinaria y personal propio, con el apoyo
económico de la DPT.

La propia institución comarcal es la que se dirige a la Diputación para solicitar que asuma los trabajos en su territorio, alegando que la maquinaria con la que contaban estaba obsoleta y buena parte del presupuesto anual tenían que dedicarlo a reparaciones, por lo que la prestación del servicio se veía «notablemente afectada».