Archivo - El obispo de Córdoba, Demetrio Fernández. | DIÓCESIS DE CÓRDOBA - Archivo

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El obispo de Córdoba, Demetrio Fernández, ve que «la unidad de España está en peligro» y, de hecho, «los obispos españoles, en distintas ocasiones, hemos hablado en Asamblea Plenaria del valor moral de la unidad de España, que entre todos hemos de salvaguardar y que puede quedar quebrada por egoísmos de un signo u otro», por lo que ha pedido orar «por la unidad de España, que es un proyecto histórico de siglos y siglos».

Así lo ha afirmado en su carta semanal, recogida por Europa Press y en la que se pregunta «por qué romper ahora» dicha unidad, llegando a la conclusión de que, «si han de hacerse actualizaciones históricas, háganse en el marco de la Constitución, que todos los españoles hemos aprobado. No alimentemos la división ni el enfrentamiento, ni nos dejemos llevar por egoísmos personales o colectivos. La paz de una nación entera no podemos jugárnosla por intereses particulares».

Además, Demetrio Fernández ha argumentado que «la amnistía se queda corta. De todos nuestros pecados e idolatrías, de nuestras injusticias y atropellos Dios quiere sacar corazones renovados, si es que nos dejamos empapar por el amor del corazón de Cristo». Es decir, «no se trata sólo de que Dios olvide nuestros delitos», pues «eso significa amnistía, sino de que Dios nos dé un corazón nuevo».

«Eso --ha proseguido-- lo hace mediante su misericordia y su perdón, pues la deuda contraída por nuestro pecado la ha pagado con creces Jesucristo muriendo en la Cruz y resucitando por nuestra salvación», por lo que el obispo ha insistido en que «Dios nos dé un corazón nuevo», dado que «sólo corazones nuevos pueden hacer un mundo nuevo, todo lo demás son consensos humanos que duran poco, porque son precarios y muy frágiles».

De hecho, según ha concluido, «el mundo está revuelto, y no sólo por los ciclones y las borrascas que nos visitan y dejan desoladas tantas poblaciones, sino por el orden internacional, que muchas veces aparece como un verdadero desorden. Estamos realmente ante un cambio de época, y entre todos hemos de aportar lo mejor de cada uno para alumbrar una época mejor, no peor».

Por ello, el obispo ha aconsejado que «no nos dejemos llevar por el mito del progreso, es decir, con pensar que siempre vamos a mejor, porque la historia demuestra que las épocas cambian a mejor cuando sus ciudadanos se comprometen a cambiar las cosas según el sentido común y, en el fondo, según el plan de Dios».

Hay que tener en cuenta, según entiende Demetrio Fernández, que «cuando las turbulencias son humanas, de fondo está el pecado, el personal y el comunitario, que genera estructuras de pecado explotando de vez en cuando en una revuelta catastrófica», pero «sólo Jesucristo es el cordero de Dios que quita el pecado del mundo. Es decir, sólo en él hay salvación para un mundo que vive sometido a la esclavitud, a la que le sometió el enemigo, el diablo».

En este contexto también se ha referido a «las guerras en Ucrania, en Tierra Santa y en tantas partes del mundo», lo que le ha llevado a pedir que «oremos para que el Señor ablande los corazones y se llegue a un entendimiento que ahorre tantos sufrimientos de inocentes», porque «el mundo no tiene arreglo si lo dejamos a su suerte, a su mala suerte. Sólo Jesucristo puede arreglar esto, sólo un cambio de mentalidad y de corazón puede alumbrar una época nueva, que sea mejor, no una época en la que vayamos a peor».