La consejera de Economía, Hacienda y Fondos Europeos, Carolina España, en el Pleno del Parlamento andaluz. (Foto de archivo). | JOAQUÍN CORCHERO/PARLAMENTO DE ANDALUCÍA

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La consejera andaluza de Economía, Hacienda y Fondos Europeos, Carolina España (PP), ha considerado que la reducción de la jornada laboral a 37,5 horas semanales de cara al año 2025 acordada por el PSOE y Sumar de cara a una nueva investidura del líder socialista, Pedro Sánchez, como presidente del Gobierno, es una «medida puramente intervencionista en el ámbito empresarial», y ha cuestionado que el actual sea el momento más adecuado para aplicar esa medida.

Así lo ha trasladado la consejera en una entrevista en Canal Sur Radio, recogida por Europa Press, en la que ha criticado además que esta medida se haya anunciado por parte del PSOE y Sumar sin acordarla previamente con empresarios y sindicatos.

En ese sentido, se ha preguntado «para qué está el diálogo social» con el que «a la izquierda se le llena la boca», y ha remarcado que la posible reducción de la jornada laboral es «una medida del ámbito privado que tiene que consensuarse entre la patronal y los sindicatos, entre los empresarios y los trabajadores».

La consejera ha asumido que, en su fondo, se trata de una propuesta que «suena bien», porque «todo el mundo» quiere «trabajar menos y ganar más», pero ha subrayado que hay que preguntarse «quién paga» eso, porque «tiene un coste», ha remarcado.

En esa línea, ha señalado que un autónomo que tenga empleados a dos trabajadores tendría que «contratar a alguien» si se les reducen a éstos las horas trabajadas, y ha insistido en preguntar si el actual «es el momento adecuado» para adoptar una medida así, porque «han subido la luz, los carburantes, el coste de los materiales, hay mucha incertidumbre» con cuestiones como el conflicto en Oriente Próximo y la guerra de Ucrania, de forma que la situación internacional es «muy volátil».

«¿Es el momento ahora de añadirle un coste añadido a toda esta situación?», ha preguntado Carolina España, que ha advertido de que «si las empresas no pueden soportar» esa reducción de jornada, «incrementarán el precio de sus productos», de forma que al final eso lo pagarían «todos los consumidores».