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La portavoz del Grupo Parlamentario Socialista de las Cortes de Aragón, Mayte Pérez, ha acusado al presidente del Gobierno autonómico, Jorge Azcón, de «injerencia» y de «haber tomado las Cortes», por lo que ha mostrado su «sorpresa» teniendo en cuenta que en su discurso de investidura aseguraba que el Parlamento se iba a convertir en un lugar de debate «y nada más lejos de la realidad».

«De hecho, esta imposición que marcan desde el Pignatelli ha quedado patente en celebración de las últimas dos Juntas de Portavoces», ha explicado Mayte Pérez.

Así, la portavoz socialista ha recordado que en la pasada junta plantearon un calendario de plenos que dieron por bueno y aprobaron y sin embargo, en la celebrada hoy, la sesión plenaria prevista para los días 21 y 22 de septiembre se pospone una semana, porque antes de comparecer los consejeros en pleno deben hacerlo en comisión. «Lo tenían que haber previsto previamente a plantearnos un calendario», ha criticado la portavoz socialista.

Y otro hecho que ha calificado de grave ha sido el cambio de las comisiones permanentes. «Entiendo el juego de las mayorías, pero en este caso han planteado una propuesta del Gobierno de Aragón para celebrar comisiones cambiando la costumbre de más de 20 años que había en esta casa».

Así, Mayte Pérez ha lamentado que en este caso, la propuesta del Pignatelli está planteada «en función de sus intereses, colocando a los consejeros más experimentados por la mañana y por la tarde los que tienen menos experiencia». En definitiva, que «han elaborado el acomodo del calendario permanente de las comisiones en función de los intereses políticos del gobierno».

Todo ello, a juicio de la portavoz socialista, representa un síntoma evidente «de debilidad e incompetencia» y que demuestra «su incapacidad manifiesta para gestionar» porque esta coalición PP-VOX «vienen más a mandar y necesitan someter las instituciones a sus propios intereses de manera que pueda mermarse la capacidad de control».

Después de un mes de conformarse el nuevo gobierno PP-VOX, el balance de Mayte Pérez es de «caos, improvisación, falta de proyecto e ideas y de respuesta inmediata a los problemas». Un ejecutivo, ha añadido, que realiza los nombramientos «al ralentí, lo que denota dejadez, falta de ilusión o falta de encontrar perfiles».