Archivo - Edificio judicial de la Caleta, en Granada, en imagen de archivo | Europa Press - EUROPA PRESS - Archivo

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El Juzgado de lo Penal número 5 de Granada tiene fijado para este miércoles, 13 de septiembre, a las 11,45 horas, el inicio del juicio oral contra 14 procesados por su supuesta participación en las agresiones que sufrieron unos guardias civiles en la detención en Pinos Puente, en el cinturón metropolitano, a finales de diciembre de 2020, del que era considerado como el delincuente más buscado de la provincia, un joven que estaba reclamado por 14 juzgados.

El Instituto Armado finalmente lo detuvo, en el marco de la operación Kyrios, como presunto autor de varios tiroteos con tentativa de homicidio y varios vuelcos de marihuana, en una intervención cuyas imágenes se hicieron virales en las redes sociales.

El entonces detenido es también uno de los procesados en esta causa por supuestas agresiones a guardias civiles, según consta en la diligencia de ordenación del juzgado, con fecha del pasado 28 de abril, consultada por Europa Press, y se enfrenta a una petición de un total de ocho años de prisión por la Fiscalía, según su escrito de conclusiones provisionales para este juicio, con motivo del que se espera un refuerzo del dispositivo de seguridad en el edificio judicial de Caleta.

Según informó en su día la Guardia Civil en una nota de prensa, un tiroteo ocurrido en Albolote, también en el área metropolitana, el 6 de febrero de 2020 fue el origen de esta operación para localizar a este joven, cuya peligrosidad reside en que presuntamente iba armado y se sospecha que no dudaba en disparar.

No tenía un domicilio fijo y contaba con el apoyo de su entorno familiar y de su grupo de amigos y conocidos en un barrio de Pinos Puente quienes le facilitaban la huida y dificultaban la labor de los guardias civiles cada vez que lo habían intentado detener.

La detención tuvo lugar cuando agentes de paisano desplegados en torno a un domicilio en Pinos Puente lo vieron llegar en un turismo. Rápidamente lo rodearon e intentaron detenerlo, pero se resistió dando mordiscos y patadas, a la vez que gritaba pidiendo ayuda, según detalló la Benemérita.

Al momento una muchedumbre supuestamente rodeó a los agentes y los agredieron intentando arrebatarle al detenido. Hasta en dos ocasiones habrían conseguido arrancarlo de las manos de los agentes. En la última sus familiares habrían intentado meterlo en un coche y huir con él, pero los guardias civiles, «a pesar de los golpes recibidos, consiguieron detenerlo definitivamente».

El dispositivo inicial era de diez guardias civiles, pero acabó siendo de más de 20 agentes para poder contener a las más de 60 personas que intentaron evitar la detención, en la que el joven se habría resistido con mordiscos, patadas y cabezazos.

Durante la detención resultaron heridos de distinta consideración seis agentes por mordeduras y golpes. Los vehículos oficiales también resultaron dañados por una lluvia de piedras cuando la Guardia Civil abandonó la zona con el detenido. El Instituto Armado puso entonces en marcha otra investigación para identificar a todos los que agredieron a los agentes y dañaron los vehículos oficiales intentando evitar la detención.

En el escrito de conclusiones provisionales de la Fiscalía, al que ha tenido acceso Europa Press, se indica que el detenido, «de forma absolutamente consciente y voluntaria para impedir su detención, realizó un llamamiento al resto de acusados a los que generó una voluntad para que, de forma concertada y coordinada» supuestamente, «acorralaran a los agentes y arremetieran contra ellas».

Peticiones de hasta ocho años

Por ello se enfrenta en esta causa a una petición fiscal de ocho años de prisión por la presunta comisión de dos delitos de atentado en concurso con otro de lesiones, de otros dos ilícitos de lesiones leves, y de resistencia a los agentes de la autoridad.

Una hermana de él se enfrenta a un total de cinco años por supuestos atentado en concurso con lesiones y resistencia a los agentes de la autoridad, mientras que para el resto la Fiscalía interesa un año de cárcel por la presunta comisión de este último ilícito.

El fiscal indica también que esta hermana del acusado principal, tras su llamada y con el supuesto propósito de «facilitar la huida» del mismo, habría golpeado «de forma contundente con una defensa policial» a un guardia civil que sufrió fractura en un dedo de la mano derecha, en el que le ha quedado cicatriz y limitación funcional.