El consejero de Sostenibilidad y portavoz del Gobierno andaluz, Ramón Fernández-Pacheco, durante su entrevista con Europa Press. | RAFA GONZÁLEZ/EUROPA PRESS

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El consejero de Sostenibilidad, Medio Ambiente y Economía Azul y portavoz del Gobierno andaluz, Ramón Fernández-Pacheco, asegura ante la hipótesis de la formación del futuro Gobierno de España una vez que el debate de investidura del presidente de su partido, Alberto Núñez Feijóo, se celebrará los días 26 y 27 de septiembre, que «lo interesante es tener un Gobierno de España centrado, tranquilo y leal con Andalucía».

Durante una entrevista con Europa Press, cuando se ahonda sobre las reclamaciones que la Junta de Andalucía pueda plantear en el futuro en función del color político del Gobierno, afirma que «el último fin que defiende el Gobierno andaluz es defender los intereses de los andaluces», argumento al que añade la idea de que «la acción política de Juanma Moreno al frente de la Junta se destaca por anteponer siempre y sin excepción el interés general de Andalucía».

«Nuestra intención es llevarnos bien con el Gobierno de España», prosigue explicando sobre las relaciones San Telmo-Moncloa, para «poder trabajar de manera leal sea cual sea el color de ese Gobierno en beneficio de los andaluces».

Apela a que «son muchas las competencias que tenemos compartidas» y que esto determina que «la relación es obligatoria», aun cuando rememora que en la pasada legislatura «la relación ha sido un enfrentamiento sin cuartel por parte de Pedro Sánchez y sus ministros frente a Juanma Moreno, al gobierno de Andalucía y en algunas ocasiones respecto a la propia Andalucía», para colegir que «eso es del todo inaceptable».

En este sentido recuerda que «el presidente Moreno se comprometió antes de las elecciones generales a una serie de peticiones que iba a elevar al Gobierno de España, sea quien sea la persona que lo presida y estoy seguro que así lo va a hacer», convencido de que «el interés general, la lealtad institucional no están reñidas con la militancia en un partido».

Describe al Gobierno andaluz como «un gobierno previsible en el que lo que se dice se cumple, en el que lo que se promete se hace y eso garantiza al administrado, en este caso a los andaluces, una seguridad política que es muy apreciada».

Y frente a ese escenario se duele por un futurible donde «la inestabilidad, el no saber qué va a suceder, el estar hipotecado por aquéllos que tienen en su hoja de ruta romper España o privilegiar a unos territorios en función de otros sólo porque a Pedro Sánchez le interesa para ganar su investidura desde luego no ayuda en absoluto», .

El peso de los 300.000 votos de junts frente a 23 millones

Defiende como «lo lógico» que el presidente de su partido, Alberto Núñez Feijóo, opte en primer lugar como candidato a la investidura para ser presidente del Gobierno por ser «aquél que ha ganado las elecciones» y por ello «tenga la encomienda de su Majestad el Rey para conformar gobierno».

Mientras considera sobre el escenario político de fondo que «lo que no es normal es que los apenas 300.000 votos de un partido como Junts, liderado por un prófugo de la justicia que tiene una euroorden para ser detenido y puesto a disposición de las autoridades judiciales españolas, decidan sobre los más de 23 millones de españoles que decidimos ir a votar el pasado 23 de julio».

Cuestionado por el hecho de que su partido sólo ha señalado a Bildu como la única línea roja para negociar la investidura de Núñez Feijóo y que por ello sí pudiera incluso negociar con Junts, afirma que los acuerdos para conseguir la investidura si «están en el marco de la Constitución y en el marco de la ley serán siempre acuerdos legítimos y viables».

«El problema es que estamos viendo cómo el ansia de poder de Pedro Sánchez y del Partido Socialista no tiene límite», reflexiona, para señalar como ejemplo de esta afirmación la celeridad con que la presidenta del Congreso, Francina Armengol, se comprometió al uso de las lenguas cooficiales en la Cámara y «luego tener que retractarse porque la ley se lo impedía».

«El marco para la negociación es la Constitución Española y la ley», reitera, «y dentro de la Constitución Española y de la ley se puede negociar absolutamente todo: existen votos a favor, existen abstenciones».

«Lo que está claro es que hoy Alberto Núñez Feijóo tiene 172 votos a favor, solamente necesita cuatro diputados más. Se encuentra en una posición de clarísima ventaja respecto al otro aspirante, que es Pedro Sánchez, que cuenta con bastantes votos menos asegurados a día de hoy y, por lo tanto, dejemos que la democracia y el parlamentarismo haga su trabajo» y demanda, entonces, que «es el momento de dialogar, de negociar y veremos lo que pasa en la sesión de investidura fijada para finales de septiembre».