El secretario general del PP de Madrid, Alfonso Serrano, y Alejandro Navarro, nuevo alcalde de Torrejón de Ardoz | Jesús Hellín - Europa Press

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El secretario general del PP de Madrid, Alfonso Serrano, ha mostrado su confianza en que su partido pueda armar una mayoría suficiente de cara al debate de investidura y ha contrapuesto el modelo del PP frente al de un presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, que no tiene «escrúpulos» ni «límites».

En declaraciones a los periodistas, después de asistir al Pleno extraordinario donde se ha elegido al nuevo alcalde de Torrejón de Ardoz, Serrano ha puesto en valor los 172 apoyos «claros» y «nítidos» con los que el presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo, se presentó ante el Rey y ha hecho hincapié en que le faltan únicamente cuatro diputados para obtener la mayoría.

«En cambio el PSOE está a falta de un referéndum, de un proceso de amnistía y quizás de la ruptura», ha señalado. Frente a esto, el 'número dos' del PP madrileño ha sacado pecho de que su partido no cuenta con «los votos de quienes hasta ahora han justificado y defendido a los asesinos de ETA» ni de quienes si «se presentan en estos momentos en España a lo mejor son detenidos». En todo caso, ha indicado que confían en «ser capaces de armar» una mayoría.

«España después de estos años de tanta incertidumbre, de lo que ha entregado (Pedro) Sánchez a determinadas formaciones políticas por mantenerse del poder, no se puede permitir en un momento de tanta incertidumbre nacional e internacional otros cuatro años, otros tres años, o lo que durara, de una legislatura en la que tendríamos un presidente del Gobierno que habría tenido que pagar un precio muy alto», ha subrayado, al tiempo que ha asegurado que Sánchez no tiene «escrúpulos ni tiene límites».

En cuanto a las reuniones que debería mantener el PP de cara a la investidura, Serrano ha sostenido que cuando uno aspira a ser presidente del Gobierno tiene que «tener la capacidad, el derecho y la obligación de hablar con todo el mundo» pero ha hecho hincapié en que hay gente con la que ellos no quieren hablar. Como ejemplo ha puesto a Bildu, quien «hasta hace pocos días seguía justificando asesinatos de ETA».