El alcalde de Bilbao, Juan María Aburto, baila el aurresku de honor ante la basílica de Begoña | Europa Press - EUROPA PRESS

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El alcalde de Bilbao, Juan María Aburto, ha reivindicado que las fiestas de Aste Nagusia, que la capital vizcaína celebrará desde este sábado, tenga a «la convivencia como la única protagonista» y, por tanto, esté «libre de todo tipo de agresiones».

El regidor bilbaíno ha encabezado la representación municipal en los actos de celebración que, como cada 15 de agosto, ha acogido la basílica de Begoña, en honor a la patrona de Bizkaia, y a los que se han sumado también miembros de otras instituciones como la presidenta de las Juntas Generales de Bizkaia, Ana Otadui, o la consejera de Salud, Gotzone Sagardui.

Miles de personas se han reunido este martes en las inmediaciones de la basílica, en una jornada en la que, según ha recordado el alcalde de Bilbao, «es tradición venir a Begoña». Como es habitual, la comitiva municipal, acompañada por la Banda Municipal de Txistularis, ha llegado minutos antes de las doce del mediodía.

Tras la Misa Mayor, se ha dirigido a la explanada anexa al templo en honor de la patrona de Bizkaia, donde la Banda Municipal de Txistularis ha interpretado el 'Gernikako Arbola', junto al retoño del árbol de Gernika.

Después, Juan María Aburto ha bailado el Aurresku de Honor junto al grupo de danzas Beti Jai Alai, que hace 28 años, de la mano del fallecido dantzari bilbaino Jon Pertika, recuperó esta coreografía tradicional que el alcalde ha admitido no le ha sido «fácil» bailar por sus problemas de cadera.

«La cadera no la tengo bien, la prótesis no me va bien y haré lo que pueda», ha explicado momentos antes Aburto, que ha asegurado que durante el aurresku tendría «en mente a Bilbao y a las personas de Bilbao».

La celebración del Día de la Virgen y del Aurresku de Begoña ha contado también con la participación de la Banda Municipal de Música, que ha ofrecido un amplio repertorio de música vasca.

En declaraciones a los medios de comunicación, el alcalde de Bilbao ha expresado su deseo de que, ante el inicio del nuevo mandato, «sepamos captar bien las necesidades de la gente para dar una adecuada respuesta, para que sepamos atender a las necesidades de las personas, de todas las personas y ser capaces de generar una sociedad que sea más solidaria y más inclusiva».

El regidor de la capital vizcaína ha remarcado que en el actual momento «política tiene que ser sinónimo de generosidad, de colaboración y de compromiso». Por otro lado, ha reivindicado a que las personas mayores «se sientan queridas» y los jóvenes «puedan llevar adelante sus proyectos vitales».

Finalmente, también ha aludido a la próxima celebración de las fiestas de Aste Nagusia, que darán inicio este sábado, y ha expresado «toda la ilusión» para que «sea de verdad una Aste Nagusia donde la convivencia sea la única protagonista y que sea una Aste Nagusia libre de todo tipo de agresiones».

Batalla espiritual

Por su parte, el obispo de Bilbao, Joseba Segura, ha aludido, en su homilía en Begoña, a la «batalla espiritual» entre «la soberbia» de quienes «no se consideran deudores de nada ni de nadie y centran su vida en la búsqueda de fama y riqueza», y la «sencillez» de quienes optan por «construir fraternidad y crecer en libertad de todo lo que nos encadena».

Según ha indicado, «María es una reina que ha tomado partido para defender a quienes luchan contra todo lo que nos debilita como seres humanos», que acompaña en «nuestras luchas en defensa de la dignidad humana» y anima a «tomar partido por el bien, a defender la vida desde la concepción hasta la muerte natural, a las parejas jóvenes a ser generosas y abrirse a la experiencia de la procreación».

En palabras del obispo de Bilbao, acompaña a las comunidades cristianas para así «poder contribuir mejor a la tarea de reducir la violencia, la indignidad, el abuso, la soledad y toda clase de males extendidos por la tierra».

Segura ha advertido de tener «cuidado con entender la vida espiritual como un alejamiento de la gente y de los problemas» y, en este sentido, ha recordado que el Papa Francisco «alerta sobre este peligro, invitando a evitar las versiones actuales de una fe platónica o gnóstica, un huir del mundo que desea elevarse a un ámbito de pureza sin luchas ni dolor». «Esto no es cristianismo porque Dios no huye del mundo», ha remarcado.

Asimismo, ha apuntado que tanto la dimensión física como la espiritual «interesan a Dios y están necesitadas de salvación». «El cuerpo es importante: somos biología, somos fisiología y vamos a seguir siéndolo, aunque algunos planteamientos intenten desmaterializar lo que somos, alimentando la ilusión de que podríamos ser lo que queramos sin restricciones naturales».

El obispo ha concluido su homilía señalando que la fiesta de la Asunción de este martes «recuerda el enorme y necesario trabajo ante nosotros y la necesidad de decidir con claridad con quién y cómo queremos trabajar».