La operación, denominada Kataliz, comenzó al detectar el Puesto Principal de la Guardia Civil de Crevillente varias denuncias de sustracción de catalizadores de vehículos en la vía pública. Los agentes averiguaron que el ladrón sustraía los catalizadores no para venderlos a talleres o particulares, sino para extraer los metales que contienen en su interior, como el paladio, rodio y platino, para su posterior venta al peso.
Al parecer, tenía altos conocimientos en mecánica, lo que le permitía sustraer los catalizadores de forma «rápida y silenciosa» sin necesidad de realizar cortes en las piezas. Así mismo, descubrieron que el autor había cometido hechos similares en las localidades de Crevillente, Elche, Catral y Albatera y se localizaron a 84 perjudicados.
Sorprendido en plena venta
Finalmente, el día 19 de julio se detuvo al presunto autor al sorprendido por los agentes en la empresa de gestión de residuos cuando al parecer se disponía a hacer una de las ventas fraudulentas.
Además, de los delitos de hurto, por los que ha ocasionado un perjuicio económico a las víctimas de unos 54.000 euros, la Guardia Civil le imputa la usurpación de identidad puesto que vendía los catalizadores a nombre de otras personas.
El hombre ha sido puesto a disposición del juzgado de Instrucción nº 2 de Elche, que decretó su libertad con la imposición de medidas cautelares. Por su parte, el responsable de la empresa gestora de residuos, detenido por un delito de receptación, fue puesto en libertad por los agentes tras la investigación. La Guardia Civil ha conseguido recuperar 30 de los catalizadores, valorados en 30.000 euros, que han sido entregados a sus legítimos propietarios.
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