Así lo ha pedido durante su visita este viernes a la empresa Taim Weser en La Cartuja --afectada por la tormenta--, acompañada por su presidente Manuel Teruel, y el presidente de la Confederación de Empresarios de Aragón (CEOE), Miguel Marzo.
Chueca ha asegurado que desde el primer momento el Ayuntamiento de Zaragoza ha estado trabajando con los vecinos y con las empresas, colaborando a través de policías y bomberos --«como es nuestra obligación»-- para poder minimizar los efectos de la tormenta.
En la solicitud enviada al Consejo de Ministros, se ha adjuntado un expediente de valoración de daños públicos y privados. Se han cuantificado los perjuicios que tienen un impacto directo en equipamientos e infraestructura municipal. «Estamos hablando de unos 2,5 millones de euros», ha apuntado la alcaldesa.
«En equipamientos municipales asciende a un millón --ha esgrimido--, en viales son más de medio millón y todo lo que es la zona de parques, jardines y arbolados, también asciende casi a un millón de euros».
Por otra parte, se han canalizado la información de los daños sucedidos en todas las grandes, pequeñas y medianas empresas grandes, con la colaboración de CEOE y Cepyme. De igual modo, la Unión de Agricultores y Ganaderos de Aragón (UAGA) ha recogido los perjuicios en este sector.
«Estamos hablando de 49 millones de euros más por parte de las empresas que ha recogido CEOE y 100 millones más por parte de las de Cepyme, que incluyen también a algunos municipios del entorno metropolitano», ha detallado.
El Ayuntamiento no se ha quedado «solo» con los daños directos, sino que también ha solicitado en su reclamación la exención del IBI, del IAE y de las tasas de tráfico para dar de baja a los vehículos que fueron siniestrados tras la tormenta.
Agilidad en el pago de afecciones
La alcaldesa ha informado también que, de forma paralela a este trámite formal, ha remitido una carta al ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, y a la ministra de Educación, Pilar Alegría, para pedirles celeridad a la respuesta y en el pago de afecciones a los afectados, para poder ayudar «tanto a TAIM como a cientos de empresas que necesitan recuperar la normalidad lo antes posible para que la cifra de daños no se siga incrementando por el lucro cesante».
«Cuanto más tarde en recuperar una empresa la actividad comercial, las ventas y las operaciones, es más difícil poder seguir con su actividad --ha argumentado--. Por ello, lo más importante es tener una respuesta rápida del gobierno de España en cuanto a los plazos para reducir los daños o que no vayan a mayores».
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