Unos 1.000 presos participan este julio y agosto en la primera escuela de verano en las cárceles catalanas. | GENERALITAT

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Unos 1.000 presos participan este julio y agosto en la primera escuela de verano en las cárceles catalanas, organizada conjuntamente por las consellerías de Educación y Justicia, Derechos y Memoria.

El Govern ha señalado en un comunicado este viernes que su objetivo es «dar respuesta a la necesidad de cuidad y atender» a los presos durante el verano, cuando la escuela habitual de las prisiones está en periodo de vacaciones y por tanto hay menos intervención grupal.

La consellera de Justicia, Derechos y Memoria, Gemma Ubasart, y la de Educación, Anna Simó, han presentado la escuela de verano en la cárcel de Mas d'Enric, en El Catllar (Tarragona).

Allí, Ubasart ha reivindicado sobre la iniciativa: «No es ningún capricho. Es una inversión de país en términos educativos, de cohesión social y de seguridad ciudadana», y ha señalado que el 79% de presos en régimen cerrado en Catalunya no tienen la ESO.

También ha valorado que «el seguimiento de las actividades educativas facilita la reinserción social y reduce el riesgo de reincidencia».

Por su parte, Simó ha confiado en que el trabajo de los profesores en verano «aportará calidad al tiempo de reclusión y más posibilidades de reinserción» de los presos.

La titular de Educación ha considerado que la formación en las cárceles «representa a menudo una segunda oportunidad» para alumnos que en su momento abandonaron los estudios, y cree que la percepción del tiempo y organización del calendario es diferente dentro de las cárceles, por lo que considera que no tenía sentido parar la formación para hacer vacaciones.

48 docentes

Para la escuela de verano en las prisiones están activados 48 docentes en dos turnos de mañana y dos de tarde, de dos horas cada uno, y Educación ha destinado 250.000 euros a contratarlos.

Los profesores han recibido una formación telemática y presencial del 19 al 30 de junio por parte de Educación, y Justicia también les ha formado dentro de las prisiones.

Los 1.000 alumnos que acudirán a la escuela de verano son parte de los 3.144 matriculados en el curso 2022-2023 en los nueve centros de formación de adultos que existen en las cárceles catalanas, en los que trabajan 158 docentes.