El exdirector técnico de la fundación (Faffe) Fernando José Villén Rueda | Eduardo Briones - Europa Press

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El juicio con jurado popular que celebra la Audiencia de Sevilla contra el exdirector de la Fundación Andaluza Fondo de Formación y Empleo (Faffe) Fernando Villén y la ex directora económica financiera de la entidad Ana Valls, por los pagos en clubes de alterne con tarjetas bancarias de la citada entidad pública, perteneciente a la Junta de Andalucía; ha afrontado este martes la sesión correspondiente a las conclusiones y los informes finales de las partes.

En este marco, el abogado Adolfo Cuéllar, en defensa de Fernando Villén, ha recordado que su cliente ha reconocido que cargó 32.566 euros de gastos en prostíbulos en su tarjeta de empresa de la Faffe, unos «gastos inadecuados para la finalidad de la fundación», según sus palabras, pero ha llamado a distinguir que «lo moral es ajeno a lo jurídico» y es esto último lo que aborda el juicio.

En ese sentido, ha defendido que Fernando Villén, para el que la Fiscalía reclama seis años de cárcel, seis años de inhabilitación especial y una multa de 7.200 euros por un presunto delito continuado de malversación y otro supuesto delito de falsedad en documento oficial continuado cometido por funcionario público; «siempre» supo que tales gastos «inadecuados» con su tarjeta de la Faffe habían de ser repuestos con su propio dinero y así lo hizo.

«Él nunca pretendió que esos gastos (en prostíbulos) fuesen gastos para la Faffe», ha asegurado la defensa de Villén, exponiendo que su cliente repuso a la Faffe los mencionados cargos, con lo que no habría pesado «menoscabo alguno» para los fondos públicos.

«Todo ha sido devuelto», ha enfatizado el letrado defensor de Villén, según el cual las cuentas propias del mismo reflejan que a lo largo de diez años dispuso de una liquidez de unos 350.000 euros, con lo que tenía dinero como para hacer frente a estos gastos, tras lo cual ha esgrimido además que a lo largo del juicio no han pesado «indicios» de «concierto» entre Villén y Ana Valls, para la que la Fiscalía reclama cuatro años de cárcel, cuatro años de inhabilitación especial y una multa de 6.000 euros como cooperadora necesaria de los supuestos delitos achacados al exdirector de la Faffe.

Ninguna "simulación contable"

La defensa de Villén ha insistido así en que su patrocinado repuso a la Faffe «todo» el dinero cargado en prostíbulos, negando cualquier «simulación contable» por parte de su cliente.

El abogado Adolfo Cuéllar ha defendido además la factura por 2.000 euros que figura en las cuentas de la Faffe por un almuerzo en la caseta de Feria de UGT en 2008, un almuerzo que según ha dicho sí se celebró por parte de la plantilla, toda vez que la Fiscalía ve «falsa» la factura y la atribuye a un intento de cubrir un gasto por similar importe en el club de alterne Don Ángelo.

Cuéllar ha alegado que dicha factura fue «revisada por una contable» de la Faffe y que en la entidad no pesaba ninguna «limitación» para extraer una cuantía de dicho alcance, ni para abonar la parte principal del almuerzo de Feria con tales 2.000 euros en efectivo y después rematar el pago con una transferencia bancaria de 514 euros.

Al punto, ha considerado como «decisivo» que figure una transferencia bancaria de 514 euros con el concepto «resto comida feria», en favor del empleado y/o socio del responsable de la case de UGT, quien de su lado testificaba en el juicio que él no había cobrado dinero de la Faffe.

EL PAGO EN EL DON ÁNGELO

La defensa de Villén también ha aludido a los 14.737 euros cargados con la tarjeta de la Faffe de Villén la noche del 22 al 23 de marzo en 15 pagos consecutivos en el club Don Ángelo; así como la posterior anulación de tales pagos, bajo la premisa de que la tarjeta tenía un tope máximo de 3.000 euros al día; considerando que ha quedado «constatado» que mediante un dinero que Villén pidió «prestado», la deuda fue «saldada» con la entrega de 14.737 euros en efectivo al dueño del club días después.

En ese sentido, no ha considerado que haya quedado probada relación entre dicho pago en efectivo y los 6.300 euros extraídos por Ana Valls de las cuentas de la Faffe la misma jornada.

Y es que según ha insistido una y otra vez este abogado defensor, las tesis acusatorias de la Fiscalía, la Junta de Andalucía y el PP andaluz se basan en «conjeturas y especulaciones», especialmente en un atestado de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil que resulta «absolutamente especulativo» y que está marcado por «errores evidentes», según ha considerado.

Según ha destacado, las auditorías contables de la Faffe siempre reflejaron una «conciliación entre la contabilidad» registrada y la «tesorería» real de la entidad.

SIN «PRUEBA DE CARGO»

Por eso, el abogado Adolfo Cuéllar ha asegurado que durante el juicio no ha sido puesto sobre la mesa ninguna «prueba de cargo suficiente» para desvirtuar la presunción de inocencia de su defendido, para el cual ha reclamado un veredicto de «no culpabilidad».

Manuel Salinero, abogado defensor de Ana Valls, ha abundado en esta misma línea de defensa, manifestando que los hechos implican una «enorme inmoralidad», pero asegurando que la exdirectora financiera de la Faffe «no se ha aprovechado de un solo euro» de la entidad pública y que «nada de lo aportado» por las acusaciones prueba como tal que manipulase las cuentas de la administración para encubrir los mencionados gastos de Villén en clubes de alterne, por lo que ha reclamado para ella la libre absolución.