El president de la Generalitat valenciana y secretario general del PSPV-PSOE, Ximo Puig (c) | Rober Solsona - Europa Press

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El president de la Generalitat en funciones y candidato socialista, Ximo Puig, ha anunciado su intención de liderar la oposición al futuro jefe del ejecutivo valenciano Carlos Mazón (PP) desde Les Corts, y ha achacado la pérdida del gobierno a «circunstancias exógenas» a la Comunitat Valenciana.

Así se ha pronunciado Puig este martes tras una Comisión Ejecutiva Nacional del PSPV-PSOE, que ha durado dos horas y media, en la que han analizado los resultados. El candidato ha señalado que buscará liderar la «alternativa» desde la oposición y situar el marco del debate en la «racionalidad» y «no simplemente en la alegoría o la metáfora catastrófica».

Por otra parte, ha instado a lo que ha calificado como PP que «deje de marear» sobre la formación del gobierno con Vox en la Generalitat porque «todo el mundo sabe lo que va a pasar». «Esto iba de PPVox», ha agregado.

Para Puig, la derecha «ha conseguido situar el marco donde le interesaba: no eran los intereses de la Comunitat Valenciana, sino cuestiones diversas, una especie de 'tuttifrutti' que iba cambiando según la semana».

En este sentido, ha subrayado que la agenda mediática está «marcada por grandes medios estatales» que han generado un marco en el que era «muy difícil plantear propuestas». «El ruido era atronador en los grandes medios», ha subrayado.

"atajar los desvaríos"

El todavía 'president' ha señalado que ha aceptado «el mandato» que le ha dado la ciudadanía en estas elecciones y ha agregado que «para que un país funcione adecuadamente debe haber un buen gobierno y una buena oposición». Por ello, se ha mostrado dispuesto a «liderar la alternativa de futuro para la Comunitat Valenciana».

Además, ha dicho que «durante todo este tiempo se han aplicado buenas políticas» y además se han «aceptado mayoritariamente». «No podemos renunciar a que más pronto que tarde, este proyecto continúe consolidándose», ha agregado.

«En este momento lo exigible es que todos pongamos lo mejor de nosotros mismos para que la Comunitat Valenciana avance de una manera positiva», ha señalado, y se ha propuesto llevar a cabo una oposición «rotunda y determinante para atajar los desvaríos que se puedan producir».

Puig ha subrayado que tiene voluntad de «cumplir con el mandato de la ciudadanía» y ha remarcado que tiene el respaldo de su partido. Lo hará desde la «autoexigencia» de ser conscientes del «valor que tiene la democracia y el autogobierno», «ahora más que nunca cuando algunos están cuestionando desde el propio gobierno el autogobierno».

El jefe del ejecutivo valenciano saliente ha subrayado que, pese a perder el gobierno, el PSPV ha sido la federación socialista que «ha obtenido el mejor resultado de crecimiento» en España y ha subryado que «el futuro pasa también por que la Comunitat Valenciana tenga más peso» y «más capacidad de decisión» en el conjunto del estado.

El president ha reconocido que ha habido «errores» por parte de los socialistas, ya que «la ciudadanía piensa que se ha gestionado muy bien, pero se ha votado de otra manera». De hecho, ha lamentado que no han sido capaces de «superar las barreras» de la comunicación y no han sabido «fijar el perfil adecuado».

En este sentido, ha subrayado que su compromiso está en la Comunitat Valenciana y que «se trata de fortalecer la alternativa, con convicción, determinación, coraje y buenas formas». Así, ha remarcado que el PSPV debe ser la primera fuerza política para que la alternativa «triunfe»: «Aspiramos a un proyecto mayoritario, de centralidad política donde se recojan sensibilidades diferentes que claramente asuman un mandato de centroizquierda, que pensamos que es lo que es la sociedad valenciana».

EL ANTICIPO ELECTORAL, UNA «DECISIÓN CORRECTA»

Por otra parte, Puig ha subrayado que el anticipo electoral de las generales al 23 de julio ha sido una «decisión correcta, profundamente democrática» ya que «si se entiende que ha habido una respuesta contra el Gobierno», la decisión «correcta» es que «los ciudadanos hablen». «A lo mejor no dicen exactamente lo que dicen los medios de comunicación», ha subryaado.

Para el todavía 'president', «es momento de que se hable de la política española, de lo que ha pasado en España en estos años». «Ahora sí que toca hablar de España» y ha rechazado a «esa España que vive del rencor y que tan malos resultados puede dar en el futuro».