El presidente de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno, este martes en Sevilla en declaraciones a los medios. | JOAQUÍN CORCHERO/EUROPA PRESS

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El presidente de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno, ha sostenido este martes, tras la renuncia a tomar posesión del acta si son elegidos los terroristas condenados por delitos de sangre que van como candidatos en las listas de Bildu a las elecciones municipales, que esta decisión «llega tarde» por cuanto se trata «del ecuador, en mitad de la campaña» y ha mostrado su escepticismo ante el anuncio por el hecho de reclamar que deben materializarlo ante la Junta Electoral porque «es algo que ahora mismo todavía no termino de creerme».

En declaraciones a los medios de comunicación en Sevilla, donde ha participado en un acto junto al candidato del PP-A a la Alcaldía de Sevilla, José Luis Sanz, Moreno ha atribuido al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, reticencia a criticar esa presencia de candidatos etarras y subrayar entonces que «hemos echado en falta la determinación y la firmeza del presidente de todos los españoles» en esos reproches públicos hacia la presencia de candidatos con pasado terrorista.

El presidente andaluz ha calificado de «inaudito» que Sánchez «no haya hecho ninguna presión para que salgan de las listas» con el argumento de que «el presidente del Gobierno tenía que haber sido el primero» por el hecho, además, de que su partido, el PSOE, «tristemente ha tenido numerosas víctimas por el terrorismo de ETA».

Renuncia al margen, Moreno ha considerado que ese debate público que se ha producido sobre los candidatos etarras hasta que éstos han expresado la negativa a aceptar el acta de concejal si son elegidos «ha sido caótico y ha sido un drama para muchas víctimas del terrorismo» al argumentar que «han visto como su propia dignidad, su propia memoria».

Esa exigencia de Sánchez «no se ha producido», ha recordado Moreno, quien ha indicado que «lo han visto todos los españoles», para augurar, con el hecho de que el acuerdo político entre socialistas y Bildu se sigue produciendo en ámbitos como Navarra, País Vasco o el Congreso de los Diputados, el presidente del Gobierno «se ha protegido para el futuro porque sabe que la única posibilidad de gobernar España es con una serie de partidos, entre ellos Bildu».

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El también líder del PP andaluz ha subrayado que la decisión llega «después de la presión» del Partido Popular y de otras fuerzas", a lo que ha sumado el malestar de la sociedad española.

«Hasta el propio señor Urkullu (lehendakari) ha sido más firme que el propio señor Sánchez», ha apostillado Moreno, quien se ha reafirmado en que las expectativas sobre el comportamiento público de Sánchez eran otras de manera que «nos esperábamos una contundencia feroz por parte de Sánchez para que salieran de esas listas esos asesinos y no ha sido así».

«Lo que sí hemos visto todos los españoles es que el señor Sánchez tiene muy claro que su gobierno solamente es viable con fuerzas políticas como Bildu y por eso no ha querido erosionar a un socio de gobierno», ha apuntado el presidente de la Junta.

Por su parte, el consejero de Sostenibilidad, Medio Ambiente, Economía Azul y portavoz del Gobierno andaluz, Ramón Fernández-Pacheco, ha asegurado, a preguntas de los medios en la rueda de prensa del Consejo de Gobierno, que esa negativa a coger el acta de los candidatos etarras en las listas de Bildu es «una buena noticia» de la que ha precisado que «ojalá nunca se hubiera producido» tras esgrimir que «es indecente, como dijo el presidente del Gobierno».

«La presión ha conseguido que Bildu dé marcha atrás», ha proclamado Fernández-Pacheco, quien, al igual que Juanma Moreno, ha demandado que esa renuncia se hiciera efectiva ante la Junta Electoral.

Ante la pregunta de si el Gobierno andaluz es partidario de la ilegalización de Bildu, Fernández-Pacheco ha señalado que la Junta de Andalucía «está a favor de que se cumpla la ley siempre», para reconocer que «no puedo decir todo lo que me pasa por la cabeza» por las limitaciones impuestas por el periodo electoral, aunque ha precisado que «otra cosa es la valoración de los pactos, que es de sobra conocida».