Archivo - El secretario general de Infraestructuras del Ministerio de Transportes, Xavier Flores | Juan Manuel Serrano Arce - Europa Press - Archivo

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El secretario general de Infraestructuras del Gobierno, Xavier Flores, ha sostenido que «se está invirtiendo como nunca» en el funcionamiento de los trenes de Rodalies después de que la circulación ferroviaria entre Sant Vicenç de Calders (Tarragona) y Barcelona esté alterada desde el lunes por el incendio de un cuadro de señalización.

«Estamos destinando muchos recursos, hemos superado ya los 1.000 millones de inversión en Rodalies», ha asegurado en una entrevista en Catalunya Ràdio de este miércoles recogida por Europa Press.

Flores ha achacado las incidencias a «situaciones muy degradadas» que --en sus palabras-- el Gobierno intenta revertir, y ha confiado en la concreción de los proyectos en marcha y en la renovación de activos impulsada, que ha calificado de importantísima.

Sobre la alteración del servicio de este miércoles, ha afirmado que la situación «de ayer a hoy ya ha mejorado» al destacar que hay habilitados tres trenes entre Sant Vicenç y Barcelona por hora y sentido, uno más que este martes, y ha esperado que asciendan a cuatro --textualmente-- en los próximos días.

Recuperación "gradual"

Así, ha dicho que trabajan para recuperar el servicio habitual de la forma «más gradual y rápida posible» y que intentarán mejorar la información facilitada a los usuarios.

Ha vuelto a señalar «un relámpago u otro fenómeno atmosférico» como causas del incendio del cuadro de señalización, que ve una de las peores incidencias que se pueden sufrir, y ha destacado que también provocó daños en las instalaciones de las vías.

«Lo que es seguro es que la catenaria cae sobre el sistema de señalización con la mala suerte que llega a caer cinco o diez metros más allá y no hubiera pasado lo que ha pasado», ha lamentado.

Adif prevé tardar unas tres semanas en reparar la incidencia y la Generalitat ha reforzado el servicio de bus entre los municipios barceloneses de Vilanova i la Geltrú, Sitges y Barcelona para «ofrecer una alternativa» a los usuarios.