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En torno a 200 actores y figurantes apoyados en las últimas tecnologías utilizadas en los macroconciertos darán vida nuevamente este Viernes Santo a la representación de la pasión y muerte de Cristo, que realiza el Drama de la Cruz de Alcorisa en el emblemático entorno del monte Calvario de la población turolense.

Más de 300 personas están implicadas en la obra, que se representa desde 1978 y que este año ha incorporado novedades audiovisuales para dar más emotividad y alcance a la escenificación.

Serán más de 45.000 Watios de sonido, más de 500 metros de fibra óptica, 8 videocámaras y una treintena de micrófonos inalámbricos para ofrecer imágenes y sonidos a 3 pantallas led gigantes que este año, por primera vez, retransmitirán en directo y vía streaming la obra para acercar todos los detalles al espectador.

El despliegue necesita de un equipo técnico de casi 25 personas para no perder detalle de una representación que se desarrolla en un escenario de más de 20.000 metros cuadrados y que congrega anualmente entorno a 8.000 espectadores.

Son los medios técnicos de un macroconcierto de cualquier gran ciudad de España que se ponen al servicio de una representación de poco más de 2 horas de duración, en la que se narran las últimas horas de la vida de Cristo. Tiene lugar cada Viernes Santo, a las 17.00 horas, desde 1978, en una localidad turolense de poco más de 3.000 habitantes, Alcorisa.

Las cifras de la primera edición, nada tienen que ver con las de ahora, pero sus peculiaridades y señas de distinción han conseguido un desarrollo orgánico de la misma, tanto en la propia representación, como en los medios técnicos y el impacto mediático.

Rigor

El Drama de la Cruz de Alcorisa destaca por sus cifras, pero también por su rigor histórico: Jesús probablemente no cargó con una cruz camino del Gólgota, ni tampoco fue colgado de una cruz en un paraje junto con dos ladrones en la imagen más repetida por la iconografía religiosa. Lo más seguro es que Jesús de Nazaret cargara con un madero o travesaño y que en lo alto del monte fuera crucificado en una empalizada o emparrado donde las legiones romanas podían ejecutar con sencillez y de forma rápida a los condenados de la Judea del siglo I.

La Asociación Drama de la Cruz hace años que navega en documentación diversa, desde Tito Livio o Tácito, hasta historiadores modernos, para dotar del mayor realismo posible a la historia de la pasión y muerte de Jesús que desde hace casi medio siglo representan en un paraje de la localidad de gran valor patrimonial denominado, no por casualidad, Monte Calvario --en alusión al Monte de la Calavera, como se conocía al Gólgota de Jerusalén--, pues allí desde al menos el siglo XVII existe un Via Crucis que representa ese hecho relatado por el Nuevo Testamento, acaecido a miles de kilómetros de distancia.

Motivados por las investigaciones en los años 80 se sustituye la cruz por un madero, que es lo que sube Cristo por el estrecho camino de piedra que va a lo alto del monte Calvario.

La cruz más habitual en la iconografía es la que tiene forma de Tau que se compone de dos travesaños de madera: el 'stipes' y 'patibulum'. El 'stipes' es el vertical que probablemente estuviera
fijado en la zona de ejecución y el 'patibulum' es el horizontal que se cree que es el que llevaría Jesús encima.

La Asociación va un poco más allá y en la zona de ejecución representa un emparrado que es el que al parecer se utilizaba para sistematizar las ejecuciones. El reo llegaría con el 'patibulum' y sería crucificado en la estructura.

El próximo Viernes Santo, 7 de abril, a las 17.00 horas, será la XLIII edición del Drama, que contará por primera vez con tres pantallas led gigantes donde se retransmitirá parte de la obra, especialmente aquellas escenas que cuesta más ver como el Vía Crucis por la enormidad del espacio donde tiene lugar, que parece diseñado específicamente siglos atrás por Los Calatravos, para esta representación.

Medieval

La construcción de calvarios se populariza en los siglos XV-XVI en toda Europa por la dificultad de peregrinar a Tierra Santa. Fue entonces cuando se construyeron vía crucis que semejaran los últimos pasos de Jesús antes de ser crucificado.

El de Alcorisa está provisto de 14 estaciones que muestran desde las caídas de Jesús o la ayuda del Cirineo hasta la crucifixión, y el Drama de la Cruz recrea todas esas escenas en el entorno natural. La tradición de representar la pasión de Cristo goza de popularidad en algunos pueblos dentro de espacios cerrados pero la singularidad del de Alcorisa es que se representa al aire libre aprovechando esta construcción, de cinco siglos de antigüedad, en uno de los montes (alcores) que jalonan la localidad.

La representación comienza en la falda del mismo con el Sermón de la Montaña. Son cerca de 300 actores los que están en escena, lo que representa casi uno de cada 10 vecinos de Alcorisa.

El presidente de la Asociación Drama de la Cruz, Jorge Martín, ha explicado que «siempre ha sido un reto buscar el mayor rigor histórico posible para dotar de realismo a la representación». Esa primera parte se desarrolla en un espacio abierto en el parque frente a la Plaza José Ángel Azuara, donde se pueden situar varios miles de personas. En esa zona se instalarán dos pantallas gigantes para que los espectadores para ver con comodidad escenas como la Última Cena o la Flagelación puedan apreciarlas en detalle.

La segunda parte es el vía crucis que transcurre por un estrecho camino empedrado que de forma sinuosa asciende por el Monte Calvario, donde el Cristo y los ladrones protagonizan el encuentro con la Virgen o el apresamiento del Cirineo para que ayude a llevar la cruz.

Dado que es un espacio natural frágil no permite que demasiado público pueda apreciar en vivo esos momentos. Con varias cámaras portátiles camufladas entre la comitiva, se enviará la señal para que los espectadores que lo deseen vean con detalle lo que sucede en esos momentos, como las tres dramáticas caídas que sufre el Cristo.

La tercera parte es la llegada al Gólgota y la crucifixión. En el momento en el que llegue la comitiva, se apagará la pantalla gigante en la que los espectadores situados en la parte alta han podido ver las escenas que ocurrían en la parte baja del monte y en la ascensión.

Curiosidades

De esta forma, el público podrá contemplar el dramatismo y plasticidad de la parte más emotiva de la representación. Sólo de esa manera se apreciará la intensidad del impacto seco del martillo al golpear los clavos o el diálogo entre el Cristo y los ladrones.

La pantalla situada en la parte de abajo del Monte seguirá emitiendo en directo, para que los espectadores con movilidad
reducida o los que no asciendan a lo alto del Monte puedan seguir la representación. La retransmisión además, podrá seguirse en streaming 'https://www.cartv.es/streaming/tvaa-canal7/embed'.

El miembro de la Junta, Daniel Hernández, ha detallado que «aunque parezca una contradicción, se incorporan nuevas tecnologías para preservar la tradición y el estilo propio de la representación».

Desde la transición

El Drama de la Cruz se representa por primera vez en la Semana Santa de 1978. Nace sin vocación de continuidad, pero la reacción de los dos centenares de alcorisanos que fueron testigos, por primera vez, de la puesta en escena de La Pasión resulta clave para su continuidad.

Como en los 45 años anteriores, en esta edición los papeles principales se representarán por gente de Alcorisa. En las más de 4 décadas de vida, han sido en torno a 250.000 las personas que han visto la representación en algún momento, aunque seguramente muchas más, llegando a picos de hasta 10.000 espectadores en determinadas ediciones, ha informado la Asociación Drama de la Cruz en una nota de prensa.