El candidato del PP a la alcaldía de Barcelona, Daniel Sirera, posa durante una entrevista para Europa Press. | DAVID ZORRAKINO - EUROPA PRESS

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El candidato del PP a la alcaldía de Barcelona, Daniel Sirera, quiere que sus votos sean útiles para cambiar la ciudad y no ve «imposible» ser alcalde tras las elecciones municipal de este mayo para liderar el cambio que cree que la capital catalana necesita.

«Quiero que los votos del PP sean útiles para cambiar la ciudad y me presento para ser alcalde. Sé que no es fácil, pero tampoco era fácil que Juanma Moreno fuera el presidente de la Junta de Andalucía», ha afirmado en el marco de una ronda de entrevistas de Europa Press a los candidatos a la alcaldía de Barcelona.

Sirera se ha erigido como «la opción sensata, de la buena gestión», ante la opción que representa el candidato del PSC, Jaume Collboni, que ha tildado de populista, y la del candidato de Junts, Xavier Trias, que para él es la independentista.

Por eso, aspira a aglutinar el voto de formaciones como Cs y Vox, «que en el pasado votaron al PP», y ha destacado que desde que es candidato el número de concejales que puede lograr tras los comicios ha crecido en los sondeos, que ahora le sitúan cerca de tener cuatro concejales, según ha apuntado.

La opción de pactar con psc y junts

Ha explicado que, tras las elecciones, negociará «con todos aquellos que quieren hacer una mejor Barcelona» y, preguntado por PSC y Junts, ha dicho que de Collboni le preocupa que forma parte del problema al haber gobernado los últimos ocho años, y que Trias es el candidato del partido que ha destrozado la convivencia en Catalunya, en sus palabras.

«Si Collboni quiere ser alcalde con mis votos y lo que me ofrece es lo mismo que ha hecho con Colau, conmigo que no cuente. Y si Trias lo que quiere es poner a Barcelona al servicio de un proyecto independentista liderado por Puigdemont, Ponsatí y Borràs, que no cuente», ha avisado.

Aun así, ha matizado que negociará con PSC y Junts si están dispuestos a hacerle alcalde, aunque ahora ve complicado formar gobierno con ellos, y ha añadido: «Trias y Collboni están más cómodos pactando con ERC y la CUP que con el PP, pero ellos decidirán lo que quieren ser de mayores».

¿el número 2 del pp?

Ha afirmado que todavía no ha decidido quien será el número 2 de su candidatura, una cuestión que no considera «tan importante en el caso del PP como en el resto de fuerzas políticas», en las que cree que sus candidatos no repetirán en los próximos comicios.

En ese sentido, ha opinado que el resto de fuerzas políticas han decidido su número 2 porque es la persona que quieren que lidere sus grupos municipales en el futuro: «Veo complicado que Trias y Maragall acaben el mandato como cabezas de lista. Ya han dicho todos que si no gobiernan dejarán el Ayuntamiento».

Preguntado por si cuenta con la colaboración del partido para configurar su lista, ha dicho que él tiene autonomía para hacerlo y que quiere hacer una candidatura «con gente de la casa» y con personas que tengan tiempo para dedicarse a la ciudad, y ha dicho que no estará en la candidatura la portavoz del PP en el Parlamento Europeo, Dolors Montserrat, que se barajó como posible candidata.

Su propuesta para la ciudad

Sirera ha defendido el modelo que está impulsando el PP en ciudades en las que gobierna, como Madrid y Málaga, el cual quiere replicar, basado en la colaboración público-privada, garantizando la seguridad con un mayor número de agentes y más recursos, y con un ayuntamiento que sea «ciudadano friendly».

«Debemos tener un ayuntamiento que sea ciudadano friendly, ocupándose de los problemas de la gente y no creando nuevos problemas, como han hecho los últimos años el gobierno de Colau-Collboni», y ha opinado que los ciudadanos consideran al consistorio como el enemigo.

Sirera apuesta por construir 40.000 viviendas nuevas en Barcelona, quiere reducir la tasa de terrazas y ampliar el horario, y ha dicho que si gobierna pedirá un informe para evaluar el impacto de las 'supermanzanas' y eliminar las que provoquen afectaciones negativas, del mismo modo que quiere hacer con la unión del tranvía por la Diagonal: «No me temblará la mano».