El alcalde de Bilbao, Juan Mari Aburto, junto nieto del alcalde bilbaíno en 1931, Ernesto Ercoreca, con la placa de homenaje al fondo. | Europa Press - EUROPA PRESS

TW
0

El alcalde de Bilbao, Juan Mari Aburto, ha presidido este jueves un acto de homenaje a la Corporación Municipal elegida en 1931, que tras la ocupación de la Villa por partes de las tropas franquistas, fue perseguida y represaliada por la dictadura, junto a numerosos bilbaínos «comprometidos con la democracia y la libertad».

En el acto, Aburto ha estado acompañado por el concejal de Cultura y Gobernanza, Gonzalo Olabarria, la directora del Instituto de la Memoria, la Convivencia y los Derechos Humanos Gogora, Aintzane Ezenarro, portavoces municipales y representantes de asociaciones y fundaciones memorialistas, además de familiares de la corporación elegida en 1931, como el nieto del entonces alcalde Ernesto Ercoreca, o la hija del concejal Nicolás Madariaga.

La Banda Municipal de Txistularis ha recibido a los invitados junto a la entrada principal del Consistorio. A continuación, se ha descubierto una placa conmemorativa de 100 por 80 centímetros, realizada en bronce con el texto, en euskera y castellano, «El Ayuntamiento de Bilbao en reconocimiento y homenaje a la Corporación Municipal elegida en el año 1931, desposeída de sus cargos y perseguida a partir del 19 de junio de 1937, así como a los bilbaínos que padecieron el mismo destino».

Una placa de menor tamaño ha quedado colocada sobre la pared del fondo del hall inferior del Ayuntamiento, en la zona expositiva situada a la derecha de la escalinata principal, muy cerca del pergamino de acta de toma de posesión del Ayuntamiento elegido el 12 de abril de 1931, y a pocos metros también de la placa inaugurada con motivo del 80 aniversario de la caída de Bilbao, «en homenaje a los funcionarios que fueron fusilados por defender la libertad y los valores democráticos».

En algún caso, ha recordado Aburto, «sufrieron penas de cárcel, en otros incluso la muerte, pero siempre padeciendo la barbarie de la injusticia y la sinrazón de aquellos años oscuros, igual que el resto de bilbaínos».

La placa colocada hoy, ha dicho, es «un homenaje a todos ellos, para que nunca vuelva a suceder, para que todas las personas que entren al Ayuntamiento y para que toda la ciudadanía y todo el mundo sepa que en esta Villa reivindicamos la paz, el valor de la democracia y la verdad».

Durante el homenaje, el alcalde ha subrayado la necesidad de «mantener y difundir la memoria histórica, especialmente entre las generaciones más jóvenes, para vacunarlos contra los extremismos que acechan nuestra convivencia y que tanto sufrimiento han causado en nuestro pueblo y en el mundo entero».

Memoria histórica

El acto de reconocimiento y la colocación de la placa en recuerdo a la Corporación Municipal elegida en 1931 responde a una proposición aprobada por el pleno municipal en marzo de 2021, respaldando la iniciativa vecinal presentada por la asociación 'Euskal Herriko Talde Errepublikanoa - Colectivo Republicano de Euskal Herria'.

Tras la conmemoración, en 2017, del 80 aniversario de la ocupación de Bilbao por parte de las tropas franquistas, el Ayuntamiento de Bilbao ha puesto en marcha un proceso de recuperación de la memoria histórica, que incluye la colocación de una pasarela interpretativa junto a un tramo restaurado del Cinturón de Hierro en Artxanda, y la inauguración de una placa en homenaje a las mujeres represaliadas por el franquismo en el desaparecido Chalet Orue de Santutxu y en las demás cárceles de Bilbao.

Asimismo, ha impulsado el proyecto 'Begoñako Argia', en colaboración con la Sociedad de Ciencias Aranzadi, que permitió recuperar del olvido entre los muros del viejo cementerio de Begoña la mayor fosa común de la Guerra Civil exhumada hasta la fecha en Euskadi.

A estas acciones se suman la placa en homenaje a los «funcionarios fusilados» y la que hoy se ha instalado en el Consistorio en recuerdo de la Corporación Municipal elegida en 1931 y los bilbaínos perseguidos, quienes, como ha destacado el alcalde, «ahora ocupan un lugar en el Ayuntamiento para que nunca caiga en el olvido la historia de nuestra Villa».

Todas estas iniciativas, ha afirmado el alcalde, son pasos para recordar «el sinsentido de la violencia y de las dictaduras». «Aquí también se padeció y estos son unos pequeños símbolos que quedarán en la historia de la ciudad, para que nunca vuelva a suceder», ha concluido.