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La Diputación de Gipuzkoa invertirá más de 7,1 millones en la renovación del firme de 21,6 kilómetros de las autopistas AP-8 y AP-1 y de la carretera GI-20. El Consejo de Administración de Bidegi ha aprobado sacar a licitación el proyecto de renovación de la capa de rodadura de 18 tramos de estas vías y el plazo de ejecución será de 24 meses desde su adjudicación.

El proyecto afecta sobre todo a la autopista AP-8 en la que se rehabilitarán 18 tramos. En la AP-1 y en la GI-20 se renovarán dos tramos en cada una y también se actuará en el ramal de salida 133 de la AP-1 en Bergara. En total se renovarán 21,6 kilómetros lineales de firme de los cuales 5,2 serán en sentido Bilbao y Vitoria-Gasteiz y 16,4 en dirección Behobia. Los tramos que se van a renovar varían en longitud, desde los 407 metros hasta los 2,7 kilómetros. Doce de ellos serán de más de 1 kilómetro.

Los trece tramos de la AP-8 en los que se actuará están entre el punto kilométrico 42,710 de Getaria y el 70,908 de Eibar. En los términos de Zumaia-Getaria se renovará el tramo comprendido entre el viaducto del Urola y el túnel de Meagas sentido Behobia. Asimismo, a la altura del peaje de Zestoa y también en sentido Behobia se renovarán otros dos tramos con una longitud total de 2,7 kilómetros.

Entre Deba y Mendaro y en ambas direcciones se rehabilitarán 9 kilómetros de autopista divididos en seis tramos y que comprenden estructuras como el viaducto de Lizaranzu o el túnel de Istiña. En Elgoibar, a la altura del viaducto de San Antolín se renovará 1 kilómetro de firme en sentido Behobia y otros casi 600 metros en sentido Bilbao. Por último, en Eibar, se rehabilitará 1,1 kilómetros de carril dirección Behobia.

Ap-1

En la AP-1 la renovación del firme afectará a dos tramos del tronco de la autopista en Bergara en sentido Vitoria-Gasteiz y al ramal de salida de la autopista al mismo municipio. La rehabilitación total alcanzará los 3,8 kilómetros de asfalto. Por último, en la carretera GI-20, a la altura de San Sebastián se renovarán dos tramos, uno en cada sentido, con una longitud de 2 kilómetros.

En las estructuras que se vean afectadas por la rehabilitación se cambiarán las juntas de dilatación y se repondrán las espiras para el aforo de tráficos, según han detallado desde la institución foral.

Dado que la rehabilitación de los tramos afectará a vías plenamente operativas y con gran intensidad de tráfico su ejecución, estará sujeta a una serie de medidas para minimizar las afecciones. Así, de lunes a viernes, los cortes de carril que sean necesarios en la AP-8 y en la GI-20 se harán después de las 11.00 horas en algunos tramos y en horario nocturno en otros, evitando las horas punta de la mañana.

Los desvíos mediante by-pass se ejecutarán en fines de semana. En la AP-1 no habrá limitación para los cortes y desvíos. Durante los meses de julio, agosto y hasta mediados de septiembre, entre semana no se podrá hacer ningún trabajo en determinados tramos y en otros se trabajará de noche, al ser días que registran un incremento del tráfico debido a las vacaciones y a las operaciones salida y retorno. Todos los cortes y desvíos se anunciarán con antelación.