La portavoz del PSOE en el Ayuntamiento de Zaragoza, Lola Ranera. | EUROPA PRESS

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La portavoz del PSOE en el Ayuntamiento de Zaragoza, Lola Ranera, ha reclamado más información al equipo de gobierno antes de la celebración, el próximo jueves, de la Comisión de Urbanismo, en la que se estudiará la alegación del Real Zaragoza al acuerdo plenario por el que se modifica el Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) para la construcción y financiación del nuevo campo de fútbol de La Romareda y ha reclamado al alcalde, Jorge Azcón, «que no engañe».

Desde el club se solicita al Consistorio de la capital aragonesa una cesión de derecho de superficie, que no conlleva la titularidad, ni el pleno dominio. En rueda de prensa, Ranera ha explicado que el alcalde ha comunicado esta semana que el Gobierno de la ciudad va a aceptar la alegación del Real Zaragoza, «sin que los grupos municipales tuviésemos la información y, ni tan siquiera, el consejero de Urbanismo, Víctor Serrano, haya trasladado el orden del día de la reunión del próximo jueves, 19 de enero».

«Queremos ser conocedores de la información que tiene Azcón y que el martes que viene», cuando se comunique el orden del día de la Comisión de Urbanismo, «se aporten, por ejemplo, los informes de los técnicos municipales respeto a cómo afecta a la enmienda del Real Zaragoza a la modificación del PGOU».

A su entender, puesto que el Real Zaragoza pide «que se pase de dominio público a dominio privado», aceptar esa enmienda supone cambiar «absolutamente» la modificación inicial del PGOU que se llevó al pleno del Ayuntamiento.

Por eso, la portavoz socialista ha esgrimido que si se acepta la enmienda, habrá que someter, de nuevo, la modificación del PGOU a exposición pública, a partir del 25 de enero, cuando haya recibido el visto bueno del pleno.

Ranera también ha comentado que cada vez que Azcón «mete mano en el tema de La Romareda nos entran más dudas, ya que no hay transparencia» y «el 'modus operandi' es el oscurantismo», cuando él «sí posee toda la información, que va troceando» y contando «sabiendo él el final de todo el proceso».

Ha añadido: «Nos va lanzando las píldoras que le interesa, cuando quiere, saltándose, incluso, con poco respeto, al consejero de Urbanismo».

No engañar

Por otra parte, Ranera ha solicitado al alcalde «que no intente engañar», afirmando que la concesión que se va a dar al Real Zaragoza es similar a la que planteó el gobierno municipal socialista en 2015. Entonces lo que se prendía era admitir a trámite la solicitud del club, que estaba en cesión a precario desde 2013, para que pagara un canon por el uso del campo y el Ayuntamiento pudiera disponer de él «siempre que no colisionara» con la competición deportiva.

Esta propuesta fue aceptada con el voto a favor de 28 de los 31 concejales del Consistorio, tras lo que pasó a exposición pública, puesto que el trámite tuvo lugar en fechas próximas a la elecciones «y no se quería, en ningún caso, que comprometiera» a los gobiernos siguientes y, efectivamente, tras la victoria de Zaragoza en Común al frente del Ayuntamiento, el concejal de Urbanismo, Pablo Híjar, «lo mandó parar» y el Real Zaragoza sigue a cesión a precario desde 23 de diciembre de 2013.

Esto supone, ha continuado Ranera, que el Real Zaragoza «no paga», cuando, por ejemplo, el Casademont sí lo hace por usar el Pabellón Municipal del Príncipe Felipe.

Ranera ha reclamado a Azcón «que no confunda» y «no engañe», ya que la cesión contemplada por el PSOE «no es igual a la que quiere hacer él al Real Zaragoza». Asimismo, ha rechazado el argumento del equipo de gobierno de que no le va a costar dinero a la ciudad el nuevo campo: «No es cierto, en el momento en que cambiamos usos terciarios».

Ha añadido que el gobierno socialista, en 2015, «respetaba más el proceso de las urnas que el actual» ya que tras los comicios de mayo de este año «el único legado que vamos a encontrar es la posible puesta en marcha un campo de fútbol tres meses antes de unas elecciones».

Ranera ha sintetizado la situación al reclamar al alcalde «que calle, que deje trabajar a los grupos políticos y nos dé la información» porque otra cosa «no es manera de entender el respeto y querer llegar a acuerdos» en un proyecto «tan absolutamente importante para la ciudad». El «apuesta porque haya un nuevo campo» y poder llegar al Mundial de 2030 «en condiciones», ha apostillado.

Líneas rojas

La portavoz socialista ha dicho que hay «líneas rojas» que su grupo no va a traspasar y ha defendido mantener el «control» desde el Ayuntamiento en el campo de fútbol y que sea de dominio público ya que ha de ser un proyecto «para la ciudad» y que contemple el interés general, con beneficios «que reviertan» en ella.

Ha reconocido que en estos momentos existe una manera de explotación en este tipo de equipamientos diferente a la que había hace unos años, puesto que los estadios se han convertido «en las catedrales del siglo XXI» y «entiendo esa fórmula».