Archivo - José Antonio Suso | EAJ-PNV - Archivo

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El presidente del ABB del PNV, José Antonio Suso, ha afirmado que el conocido como 'caso De Miguel', la trama de corrupción en Álava, es «doloroso» para la formación jeltzale, y ha considerado que la ciudadanía ha «valorado» la respuesta ofrecida por su partido.

En una entrevista a Radio Vitoria, recogida por Europa Press, Suso se ha referido al hecho de que el Tribunal Supremo haya confirmado las principales condenas a los tres exdirigentes del PNV en Álava por corrupción en relación con el conocido como 'caso De Miguel'.

Tras afirmar que no ha hablado «en los últimos años» con Alfredo de Miguel ni con el resto de condenados, Suso ha incidido en que él pertenece a otra generación y tampoco ha tenido «una relación habitual» con el que se considera el cabecilla de esta trama.

Respecto a los despidos de Alfredo De Miguel y Koldo Otxandiano de la Fundación Hazi y el parque tecnológico de Álava, respectivamente, el líder del PNV de Álava ha recordado que la consejera de Desarrollo Económico, Sostenibilidad y Medio Ambiente del Gobierno Vasco, Arantxa Tapia, ya ha pedido que se aplique la sentencia, que todavía no ha llegado.

«No es lo mismo en unos casos que en otros. En unos casos, hay inhabilitaciones para determinados puestos en empresas públicas y en otros inhabilitaciones completas que afectan a cualquier puesto de trabajo. Lo que hay que hacer es aplicar la sentencia», ha indicado, para añadir que, por lo tanto, la ejecución de la misma «no depende tanto de la consejera como de que la Audiencia Provincial la reciba».

Por otro lado, ha recordado que los condenados entregaron los carnés del partido «en su momento» y se dio de baja de la afiliación a todos los imputados.

«Nuestros estatutos, que fueron cambiados poco después de conocerse los hechos, establecen el procedimiento para la salida del partido. Eso lo hacen los tribunales internos que tenemos. Una vez que se conozca la sentencia, se iniciará el procedimiento de expulsión en el partido de forma inmediata», ha detallado.

En este contexto, ha reconocido que se trata de un caso «doloroso para el partido», que se ha prolongado durante 13 años, y ha subrayado la «reacción» inicial del PNV al conocerse las primeras detenciones. «Esa reacción inmediata era imposible de ver en la política en aquellos tiempos. El partido tomó las decisiones, pero en un proceso que dura 13 años, ese dolor nos influye», ha añadido.

"ni actor ni beneficiario"

Por otro lado, cree que quien fuera presidente del ABB cuando sucedieron los hechos, Iñaki Gerenabarrena, no tiene que dar explicaciones, ya que en todo el procedimiento judicial «no ha aparecido en ningún momento él ni el presidente del partido». «El partido no aparece como beneficiario ni como actor», ha recordado.

Además, ha resaltado que, del mismo modo que el presidente del EBB, Andoni Ortuzar, y el lehendakari, Iñigo Urkullu --como su predecesor al frente del partido--, «pidieron perdón a la ciudadanía en rueda de prensa» por los hechos, él mismo también dio explicaciones y pidió perdón «por estos comportamientos que van en contra de la ética que defendemos» como formación.

También ha defendido que la ciudadanía hasta ahora ha «valorado» cómo el PNV ha «actuado con este tema». «La sentencia se produjo en 2019 y ha habido muchas elecciones entre medio. Entiendo que en 13 años ha habido momentos para que la ciudadanía de alguna manera decidiera si debería penalizar al PNV», ha expresado.

Asimismo, ha advertido que la sentencia es «clara» y juzga «asuntos particulares», aunque haya partidos que quieren «trasladar que es el PNV el corrupto dentro de la dinámica política». Sin embargo, ha añadido, «la ciudadanía ha visto cómo actuamos en ese momento y cómo estamos actuando ahora».