Carmen Crespo junto al alcalde de Pulpí (Almería), Juan Pedro García, en la manifestación en Madrid | PP

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La consejera de Agricultura, Pesca, Agua y Desarrollo Rural de la Junta, Carmen Crespo, ha apoyado este miércoles las protestas de los regantes de Almería, Murcia y Alicante en Madrid por la «injusticia a sabiendas» que supone el «recorte de 105 hectómetros cúbicos» en el trasvase Tajo-Segura y ha reprochado al líder del PSOE-A, Juan Espadas, que no haya estado presente en la manifestación «respaldando a una parte tan importante de Andalucía como es el Levante almeriense».

Crespo, quien ha afirmado que la decisión del ministerio que dirige Teresa Ribera «acaba con el principio de solidaridad entre españoles», ha considerado que la concentración era «absolutamente necesaria» y ha llamado a «estar unidos todos» en defensa de los «intereses» de los sectores productivos que «dependen» del agua del trasvase.

«No es una confrontación política: necesitamos la fuerza de todos y hemos echado de menos a algunas formaciones políticas como el PSOE-A y en especial a su dirigente, Juan Espadas, que hubiera sido fundamental en una concentración pacífica apoyando a los regantes para que los escuchen en el ministerio», ha trasladado.

Crespo, quien ha apuntado que espera una rectificación para evitar esta «guerra del agua que viene del propio ministerio», ha remarcado que el carácter marcadamente «exportador» del levante de Almería, con un «uso eficiente del agua» y ha lamentado que la ministra Teresa Ribera haya optado por «romper» el «entendimiento» que se alcanzó con regantes y usuarios en el Consejo Nacional del Agua de situar el caudal en siete litros cúbicos por segundo cuando la recomendación científica es que el caudal se incremente en seis litros cúbicos por segundo".

Para la consejera, el ministerio «ha traicionado» a regantes y a comunidades autónomas y ha arrastrado a «una guerra del agua» por una «decisión política caprichosa que no está basada ni siquiera en intereses sociales y que nada tiene que ver con lo científico».

«El ministerio sentencia de muerte al trasvase Tajo-Segura sin tener aval científico dándole carpetazo al entendimiento y yendo a máximos», ha criticado.

Crespo ha indicado, asimismo, que los usuarios son «los primeros interesados» en la «buena» salud del Tajo y ha respaldado que se aumenten los caudales ecológicos, pero «con solidaridad». «Queremos que sean seis litros cúbicos por segundo, como queremos obras que mejoren la depuración en la cabecera del Tajo o la modernización del canal», ha remachado.

Por último, la consejera andaluza ha demandado que se revoque una «decisión injusta» que, además, acaba «con las posibilidades de los mejores agricultores del mundo, que riegan aprovechando cada gota de agua como nadie en el mundo, de la manera más eficiente», según ha concluido.

Manifestación

Regentes y políticos de Levante, también del PSOE, convocados por el Sindicato Central de Regantes del Acueducto Tajo-Segura (SCRATS), se han manifestado frente a la sede del Ministerio para la Transición Ecológica y Reto Demográfico.

'Nos estáis ahogando y no con agua' o 'En el Levante, sin agua, desisto y paro', han sido algunos de los cánticos que han coreado los asistentes, que han pedido «frenar la locura» de la ministra Teresa Ribera.

Los manifestantes, que han comenzado a concentrarse en la madrileña Plaza de San Juan de la Cruz en torno a las 10.30 horas, han protestado bajo el lema 'En el Levante, sin trasvase, desierto y paro' contra el acuerdo para aumentar el caudal ecológico del río Tajo de aquí a 2027, que supondrá una disminución de las aportaciones del acueducto Tajo-Segura a los caudales de las provincias de Alicante, Murcia y Almería de unos 105 hectómetros cúbicos.

Los regantes protestan porque estiman que este recorte a las transferencias de agua de riego provocarán la pérdida de 15.000 empleo y una reducción de valor patrimonial de 5.692 millones de euros y defienden que «no hay alternativa a la disminución del volumen de agua disponible».

Entre los asistentes también, además de una delegación almeriense encabezada por la consejera Carmen Crespo, los alcaldes socialistas de Lorca, Murcia y Águilas, así como una representación de la Generalitat valenciana, que dirige el también socialista Ximo Pui.