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El Gobierno Vasco favorece anualmente la emancipación de más de 9.200 personas jóvenes en Euskadi a través de ayudas económicas para el pago del alquiler (PCV, PEV y Gaztelagun) y de programas como ASAP y Bizigune.

Además, en los últimos tres años, otras 4.369 personas han sido adjudicatarias de una vivienda protegida, según se recoge en el informe 'Población joven y vivienda 2022' elaborado por el Observatorio Vasco de la Vivienda.

Este estudio analiza la situación actual de las personas de entre 18 y 35 años y las causas de las tardías tasas de emancipación en la comunidad autónoma, relacionadas principalmente con la situación del mercado laboral y la escasa oferta de viviendas asequibles en el mercado, según ha informado en un comunicado el Departamento de Planificación Territorial, Vivienda y Transportes.

El departamento ha recordado que los jóvenes han pasado a
disponer de un cupo de acceso prioritario del 40% en las promociones de alquiler impulsadas por el Gobierno Vasco y son el colectivo prioritario de los alojamientos dotacionales. Además, el programa Gaztelagun está destinado a favorecer la emancipación de las personas jóvenes mediante ayudas económicas directas para el pago del alquiler.

Un total de 3.777 jóvenes tienen en la actualidad concedida la ayuda y cobran todos los meses una prestación que se conserva hasta cumplir los 36 años si se siguen manteniendo las mismas condiciones. Casi 6.000 jóvenes (5.914) han disfrutado en algún momento de las ayudas del programa.

Asimismo, 5.060 personas jóvenes están percibiendo la Prestación Complementaria de Vivienda (PCV); y 112, la Prestación Económica de Vivienda (PEV), mientras que otras 350 son beneficiarias de los programas destinados a la movilización de vivienda vacía ASAP y Bizigune.

En Etxebide están registradas como demandantes de vivienda 30.798 personas de esta franja de edad, de las que dos de cada tres solicitan un hogar en régimen de alquiler. El informe muestra cómo, pese a tener condiciones laborales peores, las mujeres cuentan con tasas de emancipación superiores a los hombres: un 38,1% frente al 27,7%.

Motivos de la tardía emancipación

Ambas tasas son, entre las personas de 18 a 34 años, las más bajas desde el año 2010. Entre las razones de esta situación, el estudio analiza el acceso al empleo de esta población, con datos como que
siete de cada diez menores de 30 años llevan menos de dos años en su puesto de trabajo, una proporción que asciende a uno de cada tres en la franja de 30 a 34 años.

El acceso tardío al empleo estable y de calidad impacta en el acceso a la vivienda, y, según el censo del mercado de trabajo, solo el 40% de las personas de 25 a 30 años están ocupadas, un porcentaje que crece al 80% entre los 30 y los 35 años, aunque uno de cada tres de esta última franja tiene empleos de baja calidad.

Es precisamente en el salto en la treintena donde se sitúa la edad
media de emancipación en 2022, en 29,7 años en Euskadi. Por tramos de edad, la población emancipada de 30 a 34 años es del 71,5%, un porcentaje que se reduce al 32,8% en el caso de las personas de 25 a 29 años; y al 5,2% en la franja de edad de 18 a 24 años.

El informe del Observatorio Vasco de la Vivienda señala que «la inestabilidad laboral es un factor explicativo evidente de las reducidas tasas de emancipación». Este estudio cifra en 1.273 euros netos, para jóvenes de 25 a 29 años; y en 1.558 euros netos, entre los de 30 a 34 años, la nómina mensual.

Este factor, unido a la realidad del mercado de la vivienda libre en Euskadi, hace que en el caso de las hipotecas se supere el 50% del salario neto en todas las franjas de edad de las personas jóvenes. En el caso del alquiler, el promedio se sitúa en el 54%, ambas cifras
lejos del 30% establecido como nivel máximo de esfuerzo recomendado.

Estos datos son todavía más acusados en el caso de las mujeres, que dedican 6,6 puntos más que los hombres en el caso del pago de una hipoteca.

El informe señala que la vivienda protegida «sí es asequible» para las personas jóvenes, con niveles de esfuerzo para ambas fórmulas de acceso, compra y alquiler, que se sitúan en torno al 28% del salario neto.

Desde el departamento se ha afirmado que este tipo de vivienda «constituye una oferta adecuada a la demanda de vivienda de las personas jóvenes vascas, y su promoción y fomento forma parte de las medidas que tienen como objetivo adelantar su edad de emancipación».