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La Diputación de Bizkaia ha puesto en marcha su plan para la reutilización de áridos en el refuerzo de firmes de calzadas en un primer tramo de 12,8 kilómetros de la BI-3631 entre Güeñes y Sopuerta, que contará con una inversión de 3,2 millones.

En una nota, el departamento de Infraestructuras y Desarrollo Territorial ha informado de que esta iniciativa es un ejemplo de economía circular e innovación aplicado al ámbito de la conservación de las carreteras.

El plan contempla actuaciones en cinco tramos de carreteras, que suman 24,3 kilómetros en total, donde se empleará la técnica de mezclas templadas, con la que se llega a reutilizar hasta un 80% de material fresado reciclado de firmes de carreteras.

El diputado de Infraestructuras y Desarrollo Territorial, Imanol Pradales ha explicado que los firmes son «un elemento esencial de la carretera sobre el que se debe actuar de manera constante».

Igualmente ha señalado que la iniciativa se enmarca dentro del plan de innovación en infraestructuras viarias de Bizkaia 2020-2023 que, en línea con las directrices europeas, «plantea el uso de técnicas innovadoras para fomentar la economía circular y el mantenimiento de carreteras más sostenibles y amigables con el medio ambiente», ha asegurado Pradales.

En esta línea, ha añadido que los firmes de carreteras «requieren de especial atención, ya que su estado afecta directamente a la seguridad vial, así como a la calidad del servicio y la durabilidad de la propia infraestructura».

Es por ello ha señalado que precisan de refuerzos y reparaciones con cierta frecuencia, con lo que ello supone en consumo de materiales y coste.

Años de pruebas

Respecto a este proyecto, el departamento foral «lleva años realizando pruebas y testeos para adoptar nuevas técnicas que permitan la reutilización de materiales, como sucede con los materiales fresados de mezclas bituminosas», ha descrito el diputado.

Además, y tal y como ha remarcado Pradales, la reutilización de los materiales fresados supone «ventajas económicas y medioambientales y son un ejemplo de actuación en el ámbito de la economía circular».

Entre sus líneas de trabajo comunitarias, Europa fija que todos los sectores y Administraciones públicas deben promover diseños y políticas eficientes capaces de generar menos residuos, la utilización de materiales reciclados en el momento del diseño y de la producción, el fomento del reciclado, la reducción de la huella de carbono y la huella ecológica, entre otros.

Dentro de las técnicas de fabricación de mezclas para firmes se encuentran las mezclas templadas, que destacan por las ventajas de que, por un lado, permiten la reutilización de un mayor porcentaje de material fresado reciclado que otras mezclas.

Por otro lado, con técnicas en caliente e instalaciones convencionales se pueden alcanzar porcentajes de utilización del 25% de material fresado en el total de la mezcla fabricada, con las técnicas en templado se puede llegar al 80%.

Además, en el reciclado en templado, el ligante es una emulsión y, en consecuencia, la fabricación se realiza a temperaturas inferiores a las del reciclado en caliente, próximas a 100 grados, frente a 160°, lo que supone un beneficio medioambiental y de menor consumo energético.

Las carreteras a las que se pueden aplicar esta técnica de mezclas templadas son aquellas con tráficos, categorías T3 y T4 de la norma de firmes del País Vasco.

La intervención en el primer tramo proyectado entre Güeñes y Sopuerta conlleva una inversión de 3.244.000 euros y el refuerzo se realiza tras haberse observado carencias en el ámbito del pavimento y drenaje, lo que hace necesario proyectar la rehabilitación del firme, así como elementos de estabilización del terreno.