Archivo - 2fbe54acad15e55d608eda8e16c47b5a.jpg | Juan Barbosa - Europa Press - Archivo

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La región ha registrado este año 46 homicidios, entre ellos 7 mujeres y una niña que murieron asesinados por violencia de género y 6 fallecidos por reyertas entre bandas juveniles violentas, según datos recopilados por Europa Press.

Se trata de 9 crímenes más que en los pandémicos 2020 y 2021 (37) y 14 más que en 2019 (32). Pero es un balance provisional, en el que quedan casos pendientes de determinar, por lo que esta cifra podría subir.

De los crímenes de 2022, 5 pertenecen a territorio Guardia Civil, todos esclarecidos; y el resto Policía Nacional, gran parte de ellos resueltos. Un tercio de los fallecidos son extranjeros y 18 mujeres.

En cuanto a causas conocidas, además de los asesinatos machistas y de bandas, hubo 4 por reyertas entre indigentes o toxicómanos, 2 ajustes de cuentas, 2 por enfermedad mental, 6 reyertas entre clanes gitanos, 2 robos, etcétera.

En cuanto a la forma de morir, 16 fueron por puñaladas, 9 por disparos, 3 por golpes, 4 por asfixia, 4 por atropello y 3 por incendio, entre otras.

Crónica negra del año

El primer crimen del año ocurrió el día 1 en Carabanchel, donde un grupo mató a golpes a un dominicano de 50 años. Ese día una reyerta entre bandas latinas acabó con la vida a puñaladas de ecuatoriano de 19 años en la calle Sáhara (Villaverde). Otro resultó herido y la Policía detuvo a 10 personas.

Pero el día trágico sobre bandas fue el 5 de febrero, con el asesinato a machetazos de Jaime, español de 15 años, en la calle Atocha; y de Diego, colombiano de 25, en Usera. La Policía arrestó a los implicados en ambos crímenes. La Delegación del Gobierno puso en marcha días después un Plan Antibandas con 500 agentes nacionales y 300 guardias civiles.

El 21 de febrero, un español de 54 años murió apuñalado por otro indigente, luego detenido, en el albergue de San Juan de Dios de Madrid.

El 2 de marzo dejó la primera víctima de violencia machista del año. En Pozuelo, un hombre 42 años, que acabó suicidándose, asesinó a puñaladas a su mujer, 32, quien le había denunciado por malos tratos y tenía un juicio por el divorcio al día siguiente.

El día 5, un español de 41 años murió de un fuerte golpe en la cabeza propinado por otro hombre con el que mantuvo un encontronazo en una discoteca de Alcalá. Días después fue detenido.

El 16 de marzo el pasajero de un coche mató a disparos a un conductor de 46 años en la plaza Alsacia de Madrid, tras una emboscada por una supuesta deuda. Varias personas se entregaron por este crimen.

El día 24 una brasileña de 27 años fue hallada muerta de un fuerte golpe en la cabeza en una casa prefabricada de Alcorcón. Días después, la Policía detuvo a un conocido acusado de matarla para robarle efectos personales.

El 30 de marzo la Guardia Civil apresó a un chico de 15 años por estrangular hasta la muerte a una mujer de 41 años en la bañera de la casa en la que ambos vivían en Las Rozas. La víctima salía con el abuelo del presunto homicida.

Ya en abril el día 18, una mujer de 56 años mató a puñaladas a su vecina en un edificio de Carabanchel y luego se tiró por la ventana. Ambas tenían problemas mentales y de convivencia y enfermedad

El día 27 un DDP de 18 años fue asaltado a golpes y puñaladas en una emboscada en Villaverde por una decena de trinitarios. La Policía, que detuvo a los autores, cree que el asesinato fue una venganza por el crimen de Atocha.

El 19 de mayo un hombre de 47 años falleció tras recibir varios disparos durante una pelea multitudinaria entre dos clanes gitanos en Carabanchel. La Policía detuvo al presunto autor.

El conde asesino

El segundo asesinato machista de año ocurrió el 20 de junio en plena calle Serrano de Madrid, donde vivía Fernando G.C., conde de Atarés y marqués de Perijá, quien mató a disparos a su mujer y a una amiga de esta y luego se suicidó.

Diez días después, en Parla, una chica de 19 años fue apuñalada en 17 ocasiones por celos por su expareja, de 20 años, que se autolesionó y fue detenido por la Policía. No había denuncias previas.

El siguiente crimen también fue el de una francesa de 31 años, supuestamente asesinada a cuchilladas el 14 de julio por su novia en el madrileño barrio de La Latina. Fue arrestada y el caso está a la espera de juicio. Once días después, dos toxicómanos de 47 y 52 años de edad y nacionalidad española murieron tras apuñalarse mutuamente en una pelea en distrito de San Blas.

Conmoción en ciempozuelos

El 5 de agosto Ciempozuelos quedó conmocionada por un tiroteo que se produjo en una de sus calles. El líder de una organización criminal peruana, conocido como 'Loco Aroni', falleció y otro resultó herido en un supuesto ajuste de cuentas.

El 6 de septiembre un joven resultó herido y una mujer de 23 años murió de las graves quemaduras provocadas por la explosión originada en un bar de Carabanchel. La Policía detuvo a la dueña del establecimiento acusada de pactar con la víctima la quema para cobrar el seguro. No obstante, el caso sigue siendo investigado.

Cinco días después, una mujer de 50 años sufrió un brote psicótico y asesinó con un cuchillo a su madre de 90 en una casa de Puente de Vallecas. Acabó ingresada en Psiquiatría del Hospital Gregorio Marañón en calidad de detenida. El 17 de septiembre un hombre de 45 años murió tiroteado en Carabanchel. El suceso se desencadenó por una discusión por ruidos. El autor fue apresado poco después.

El último trimestre, el más sangriento

El 2 de octubre un venezolano de 19 años murió de un tiro en Alcorcón. Todo comenzó horas antes en una discoteca por la pelea entre dos grupos por tocamientos a una chica. La Policía detuvo a tres personas.

Al día siguiente, en Fuenlabrada, un dominicano de 21 años murió de un tiro en la cabeza en la puerta de una discoteca del municipio donde actuaba un conocido cantante de reguetón muy seguido por los Trinitarios. También junto a un local, esta vez en Usera, murió apuñalado el 8 de octubre un colombiano de 34 años en una pelea en la que se descarta la presencia de bandas latinas.

El 30 de octubre ocurrió el suceso más trágico del año, la muerte de 4 personas, una de ellas menores, en Torrejón de Ardoz en un atropellamiento intencionado tras la celebración de una boda gitana. Fueron detenidas tres personas, que habían tenido rencillas previas con alguna de las víctimas.

Ya el 6 de noviembre, un búlgaro de 39 años mató a puñaladas a su pareja de 29 y a la hija común de 6, y la misma nacionalidad, en su vivienda en Móstoles. Posteriormente se quitó la vida en un nuevo caso de violencia machista.

Al mismo género violento se atribuye el crimen de una mujer española de 67 años en Vallecas. Al parecer, su marido la dejó morir durante cinco días, sin prestarle atención ni cuidados tras caerse, pese a que tenía esclerosis múltiple y otras enfermedades.

Por otro lado, el 25 de noviembre la Policía Nacional halló en una vivienda de Madrid el cuerpo sin vida de Milena, la cubana de 20 años vecina de Alcalá que desapareció días antes. Según las investigaciones, la mató el hombre con el que había quedado para mantener sexo por dinero y que tras el homicidio se quitó la vida.

El 5 de diciembre William, un joven español de 15 años, murió de un disparo en un parque de Villaverde en una nueva venganza entre bandas juveniles.

También en diciembre se conoció un nuevo caso de violencia de género. Se trata de un incendio registrado en agosto en una nave industrial en el que murió una mujer y su novio a manos de la expareja de ella, ya detenida, según determinó la investigación.

El año terminó con otro asesinato machista, la de una chica de 20 años apuñalada en un piso de Vallecas por la expareja de su madre, que fue detenido tras autolesionarse, con quien mantenía una relación. Y el de Brea de Tajo, donde un hombre supuestamente mató a una amiga suya y a su novio y luego se quitó la vida lanzándose con una bici por la R-3.