Castillo de María de Huerva del siglo X | JOSÉ IGNACIO LORENZO

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El alcalde de María de Huerva, Tomás Díaz y Miguel Mora, en nombre de Juarca, actual sociedad propietaria de los terrenos, han firmado el acuerdo por el que esta localidad zaragozana de la comarca central, tiene desde la propiedad del castillo del siglo X, ubicado en su término municipal.

Esta vieja aspiración del municipio se ha visto cómo una de sus señas de identidad y declarada Bien de Interés Cultural (BIC) en 1999, pasa a manos de sus vecinos.

Situada sobre un promontorio, conserva los restos de un recinto de planta ovalada de unos 50 metros de eje mayor, presidido desde una cota superior por una torre de tapial semiderruida de planta cuadrada y los restos del Lugar Viejo, pueblo a la falda del castillo.

Para el alcalde de la localidad, Tomás Díaz, esta firma supone «una enorme satisfacción para María de Huerva y, al tiempo, una alegría que un patrimonio histórico de nuestro municipio esté en manos de sus vecinos».

El municipio va a desembolsar un total de 90.000 euros en los próximos tres años por los 57.000 metros cuadrados de que consta el denominado Lugar Viejo. Una operación en la que se ha contado con el arqueólogo y vecino, José Ignacio Lorenzo, como asesor técnico.

Con la propiedad del Castillo y los vestigios del poblado construido a las faldas del mismo, María de Huerva muestra su sensibilidad con la rica actividad cultural que este municipio de 6.000 habitantes viene desarrollando desde hace años.

En ese sentido, Tomás Díaz ha adelantado otras actuaciones en las que se está trabajando. «Gracias a la vocación cultural que hay en nuestra localidad, estamos trabajando en otros proyectos ya comenzados como la Casa Museo -prácticamente concluida-, la recuperación de la Fuente y el deseo de poder añadir a nuestro patrimonio municipal la Posada Real».

Una fortaleza defensiva para saraqusta

El castillo de Al-Marya, documentado por primera vez en el año 935, fue construido por los musulmanes en el siglo X en la margen derecha del río Huerva, y formó parte de las fortalezas defensivas del distrito de Zaragoza de la Marca Superior de Al-Andalus.

Su posición privilegiada sobre un cerro, dominando y vigilando la vega del bajo Huerva, y la escasa distancia que la separaba de Saraqusta, la Zaragoza musulmana, la convirtió en plaza fortificada de vital importancia en cuanto a la defensa de la capital de la Marca.

Levantado por los musulmanes con estricta finalidad defensiva o militar, presentando su tan común disposición: construido en tapial, de planta alargada e irregular, rodeado de fuertes murallas de duro tapial que se adaptan al terreno donde se asienta, levantado sobre un cerro de media altura al borde de un barranco o acantilado aprovechando sus defensas naturales, y con una gran torre situada en uno de los extremos del recinto.

El Castillo de María de Huerva cuenta con una disposición similar a la de otras estructuras de origen musulmán en la provincia de Zaragoza como las de Maluenda, Cadrete, Daroca, Alfajarín, Sástago, Rueda de Jalón o Calatayud.