Archivo - Imagen de placas solares, energías renovables. | GENERALITAT VALENCIANA - Archivo

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La crisis energética global y el cambio climático han puesto en evidencia la necesidad de las economías de aumentar su autonomía, apostar por las fuentes renovables y acelerar la transición hacia un nuevo modelo energético. Un reto tanto para las administraciones como para el sector privado que está centrando una buena parte de las investigaciones que tiene en marcha los centros tecnológicos valencianos.

Una instalación que trata de descarbonizar la industria cerámica, nuevas celdas solares más económicas, generar hidrógeno verde a partir de residuos que acaban en el vertedero y biocombustibles obtenidos a partir de subproductos animales son algunos de los proyectos de I+D+i en los que trabajan los investigadores de la Red de Institutos Tecnológicos de la Comunitat Valenciana (Redit), encargada de acercar la innovación a las empresas en colaboración con las administraciones.

El objetivo es dar respuesta a este reto desde sectores como el plástico, la cerámica o el mueble, que el impulso a las energías renovables pueda permear a lo ancho de todo el tejido empresarial, se cumplan las nuevas directrices europeas y que la Comunitat Valenciana alcance los Objetivos de Desarrollo Sostenible de 2030.

El Instituto Tecnológico de la Energía (ITE) juega un papel central en esta hoja de ruta dentro de la red de institutos tecnológicos valenciana (Redit) y dirige todos sus proyectos hacia la transición energética. «En realidad, todo lo que hacemos va encaminado a ello», aseguran desde el centro.

Por ejemplo, en su cartera de proyectos hay iniciativas para introducir estas energías en los hogares, como 'Hábitat Sostenible y Construcción 4.0' y 'Habitatge', con fondos de la Conselleria de Vivienda y del Ivace respectivamente, que entre otros aspectos introducen la integración de nuevas tecnologías de generación renovable en las viviendas; y las actuaciones relacionadas con comunidades energéticas.

Otros proyectos del ITE como 'Way2Hydrogen' y 'Road4Hydrogen', --cofinanciados con fondos europeos y del Ivace-- trabajan con el foco puesto en el hidrógeno renovable o 'verde'. El instituto promueve utilizar como fuente de energía este hidrógeno y que se obtenga a partir de electrolizadores que funcionen, por ejemplo, con energía solar. ITE también cuenta con 'SIGEN2H2', que aborda la generación de hidrógeno por medio de técnicas de gasificación a partir de mezclas de fracciones rechazo de residuos que acaban en el vertedero. Además, aunque no es una energía renovable pero sí obtenida a partir de biotecnología, el proyecto 'Biocell-Power', financiado por el Ivace, alimenta dispositivos gracias a fluidos de seres vivos como el sudor, sangre o glucosa.

«Al final, todos nuestros proyectos buscan que la energía que se genere sea de origen renovable o sostenible, porque además, es lo que piden las normativas», han destacado desde ITE.

Energías renovables para la cerámica

La industria cerámica, que representa el 18,7% del PIB industrial de la Comunitat y el 22% del de Castellón, es una de las más afectadas por la crisis energética debido a su naturaleza gasintensiva.

El Instituto de Tecnología Cerámica (ITC) cuenta con una planta hipocarbónica dedicada a la descarbonización de la industria cerámica, ubicada en su sede en Almassora (Castellón). Igualmente, ITC-AICE está trabajando en el proyecto 'CERAMITECH', financiado por la Generalitat Valenciana a través del IVACE, centrado en el estudio y desarrollo de materiales cerámicos para la fabricación de receptores volumétricos empleados en las instalaciones de energía solar por concentración (CSP).

Por otro lado, su proyecto 'HIDROFERR', desarrollado juntamente con la Plataforma Solar de Almería (CIEMAT) y financiado por el Ministerio de Ciencia pretende impulsar la tecnología de producción de hidrógeno por vía termosolar mediante el desarrollo y validación de nuevos materiales para obtener receptores cerámicos de durabilidad extendida.

Plástico

Asimismo, el Instituto Tecnológico del Plástico (Aimplas) trabaja en dos nuevos proyectos: 'MATENERGYH2', para obtener vectores energéticos como el hidrógeno mediante procesos asistidos por catalizadores, y 'SOLARFLEX' con el que, gracias a la combinación de técnicas de impresión y recubrimientos de gran superficie, está creando celdas solares más económicas, flexibles, de mayor tamaño y menos contaminantes, empleando materiales orgánicos, para sustituir a las de silicio. Ambos con financiación del Ivace y de los fondos FEDER.

Otro ejemplo llega desde Ainia con el proyecto 'UPBIOMET +', que evaluará estrategias para mejorar la concentración de metano en biogás. Para ello, se utilizará la tecnología de digestión anaerobia para la producción de biometano 'in situ' mediante la transformación de CO2.

Aidimme

El Instituto Tecnológico Metalmecánico, Mueble, Madera, Embalaje y Afines (Aidimme) tiene en marcha 'H2GREEN', un proyecto enfocado en la producción de hidrógeno verde mediante fotoelectrocatálisis solar y eliminación de vertidos industriales contaminados con compuestos orgánicos.

Otro proyecto de Aidimme en este ámbito es 'MODECEL', cuya finalidad favorecer el uso eficiente de la energía en comunidades energéticas a través del desarrollo y validación de diferentes soluciones centradas en la rehabilitación y gestión energética de edificios.

Un tercer proyecto de este instituto, cofinanciado por el Ivace y la Unión Europea --del mismo modo que los dos anteriores--, es el electrolizador PEM para la producción de hidrógeno a partir de fuentes de energía renovables, 'SMARTH2PEM'. En concreto, Aidimme se ha encargado de la síntesis de los electrocatalizadores sobre diferentes soportes electródicos mediante diferentes técnicas electroquímicas y químico-térmicas.

Biocombustibles de subproductos animales

Por su lado, Inescop y AIJU, en el proyecto 'LIFE SUPERBIODIESEL', tratan de demostrar a escala de planta piloto la producción de biocombustibles derivados de subproductos animales utilizando metanol en condiciones supercríticas con una tecnología catalítica heterogénea que produce ventajas técnicas, medioambientales y económicas respecto al proceso de transesterificación tradicional, así como la producción de bioestimulantes basados en aminoácidos libres mediante un proceso enzimático contribuyendo a mejorar la eficiencia de los subproductos generados en una tenería.

Por su parte, el Instituto Tecnológico del Embalaje, Transporte y Logística (ITENE) está proponiendo el ITENE Urban Mobility Eco-Hub, que es un espacio modular que está desarrollando para ciudades y centros logísticos en el que se podrían combinar distintos tipos de servicios, como puntos de recarga de vehículos eléctricos y zona de ocio. Por otro lado, monitorizará rutas marítimas de distribución para aumentar la seguridad en el transporte de baterías de vehículos eléctricos e híbridos, gracias al proyecto TRANSBATT financiado por el Ivace.