El alcalde de Vitoria, Gorka Urtaran, junto al delegado del Gobierno en el País Vasco, Denis Itxaso | AYUNTAMIENTO DE VITORIA

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El alcalde de Vitoria-Gasteiz, Gorka Urtaran, ha criticado «la impunidad» con la que ex ministro del Interior José Barrinuevo defiende «uno de los episodios más negros e inhumanos» durante la democracia, como fue el terrorismo de los GAL, y ha considerado que no vale solo con la condena, sino que hay que trabajar «desde el punto de vista social y judicial».

Urtaran ha inaugurado este jueves por la mañana, junto con el delegado del Gobierno en el País Vasco, Denis Itxaso, la Plaza de la Memoria en la capital alavesa, un espacio dedicado a las víctimas del terrorismo. Itxaso ha instado a «no permitir que los muertos se conviertan en incómodos tabúes que hay que esquivar».

En el día en el que se conmemora el Día de la Memoria, el regidor de Vitoria-Gasteiz ha destacado que «no puede ser que un expolítico pueda actuar con esa impunidad y quiera manifestar su protagonismo o su responsabilidad ante uno los episodios más negros, más inhumanos y más violentos que ha tenido la democracia española».

«Es cierto que se producen manifestaciones de condena y muy considerables además, que hay que agradecer, pero no es suficiente para acabar con la impunidad, y esto es algo que tenemos que trabajar desde un punto de vista social y también desde un punto de vista judicial», ha añadido.

Gorka Urtaran ha subrayado que Vitoria-Gasteiz «está con todas las víctimas que han sufrido vulneraciones de los Derechos Humanos». «Hoy es especialmente importante que manifestemos la total necesidad de acabar con la impunidad, que revictimiza a las víctimas, y les niega su derecho a la reparación, la dignidad, la justicia y la verdad», ha asegurado.

Por su parte, el delegado del Gobierno en Euskadi ha considerado que no de debe «permitir que los muertos se conviertan en incómodos tabúes que conviene esquivar». «Una sociedad madura y con capacidad crítica debe honrar a los muertos y tenerlos presentes porque su testimonio da cuenta de los lugares a los que nunca debemos volver», ha enfatizado.

Tras agradecer al Gobierno municipal y al alcalde «el mimo y la atención invertidos en el diseño y ejecución» de la zona, ha subrayado que la Plaza de la Memoria es "un nuevo espacio evocador que
quiere servir de recordatorio de todas las injusticias que causaron dolor en el pasado; de injusticias que dejaron víctimas cuya dignidad estamos obligados a preservar con políticas públicas de memoria y con espacios públicos como este, que también es la antesala del Memorial de Víctimas del Terrorismo promovido por el Gobierno de España".

Itxaso ha querido reflexionar sobre determinados discursos que se han escuchado estos últimos día, como el del líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, al asegurar, tras «la exhumación de un golpista genocida», Queipo del Llano, que «la política debe centrarse en solucionar los problemas de los vivos y dejar a los muertos en paz».

«Es un inmenso error pretender echar sobre los muertos un manto de silencio y olvido, pues merecen ver restituida la dignidad, sobre todo cuando la vida les fue arrebatada de manera injusta», ha remarcado.

A su juicio, la nueva plaza de Vitoria-Gasteiz es "importante y
necesaria como recuerdo y como lugar de encuentro«. »Sobre todo, es
importante para medirnos con el pasado más reciente, comprender mejor
nuestra trayectoria, meditar sobre lo que hicimos y lo que no, y atrevernos a construir un futuro en convivencia sobre la memoria de lo sucedido", ha manifestado.

También ha pedido que no se «contribuya a idealizar el papel del conjunto de la sociedad vasca, creyendo que siempre se enfrentó a ETA de manera íntegra». «Lo cierto es que durante décadas se configuró un relato propicio que servía de coartada al ejercicio de la violencia y que obtenía un apoyo social relevante que se traducía en una significativa representación electoral en las instituciones», ha advertido.

Tras rechazar que «se cimente una convivencia sobre bases edulcoradas», ha abogado por que conceptos universales «como reparación, justicia, verdad o autocrítica tengan una aplicación práctica». En su opinión, el proyecto de convivencia «no se puede construir desde el olvido ni desde apelaciones genéricas al respeto de los derechos humanos equiparando y mezclando todos estos fenómenos como si al enfrentarlos se produjera una especie de empate moral».

«Los discursos del odio que han alimentado las diferentes manifestaciones violentas han de ser desvelados, y las instituciones estamos concernidas en esta labor con hechos concretos y señalamientos específicos, propiciando gestos de cercanía a las víctimas, que sientan la empatía hacia su dolor injusto y que desaparezca cualquier actitud de agravio», ha apelado.

La plaza de la memoria

Con este acto, el Ayuntamiento de la capital alavesa ha inaugurado la Plaza de la Memoria, situada entre Correos y el Memorial de las Víctimas del Terrorismo, «un nuevo espacio de encuentro peatonal y de calidad en pleno corazón del centro», según ha destacado el Consistorio.

De esta forma, se ha dado por concluida la obra, que ha supuesto una inversión de 1,6 millones. Para su financiación, el Ayuntamiento de Vitoria-Gasteiz ha contado con financiación del Gobierno central y de los Fondos Europeos Next Generation EU.

El alcalde ha destacado «la dimensión urbanística y física» de esta intervención, así como su significado simbólico. «Hoy tenemos un espacio renovado en el centro que pretende generar vínculos y relaciones, relaciones basadas en el respeto y la igualdad. Y que se ha realizado gracias a la colaboración interinstitucional», ha afirmado.

La creación de este espacio, entre el Memorial y Correos, ha permitido generar varios nuevos ejes peatonales: desde la calle Postas hasta la plaza del Machete (siguiendo por Plaza Nueva, Correos, Banco de España y Arquillos), y un nuevo paseo accesible que desemboca en el arranque de la Cuesta de San Vicente a través de las escaleras mecánicas y el ascensor.

El proyecto se basaba en la construcción de una nueva plaza, una especie de plataforma que resolvía la diferencia de cotas entre el propio edificio del Memorial y el de Correos. Bajo esta nueva plataforma se ubica el gran aparcamiento de bicicletas, con más de 200 plazas aproximadamente.

En el lateral oeste, en el límite de la plaza, el desnivel entre esta plataforma y el itinerario peatonal se ha resuelto con escaleras durante un pequeño tramo. A la altura del edificio de aparcabicis, han aparecido unos nuevos escalones donde las personas se pueden sentar a descansar (como ocurre ahora en la nueva Cuesta de San Francisco).

En el lado Sur, una rampa da acceso al aparcamiento, y en el lateral este, una jardinera de acero cortén cierra la plaza hacia Olaguíbel. Aquí también se ha instalado una fuente.

Desde un punto de vista arquitectónico, el arbolado se ha convertido en un elemento clave para organizar la nueva estancia. Los plátanos existentes anteriormente, de calidad y que sombrean la plaza, se rodean de nuevos bancos. Además, sobre el nuevo aparcabicis se ha creado un nuevo parterre con arbustos que dan color y se ha construido otro nuevo parterre con setos en el lateral Este, que aísla la plaza de la calle Olaguíbel.

La Plaza, de suelo gris, tiene gradas en las escalinatas que reproducen las de la zona de la Cuesta. Las jardineras y bancos, de acero cortén, son de la misma tipología que las utilizadas en la Virgen Blanca.

El Consistorio ha aprovechado para renovar el pavimento, las instalaciones, la red de drenaje, el riego y el alumbrado. En ese sentido, se han colocado nuevos puntos de luz con tecnología led, una fuente ornamental, bancos estilo Vitoria, bancos corridos, barandillas y celosías.