Sara, Generation Hope child hearing in Gaza | REMITIDA SAVE THE CHILDREN

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La Comunitat Valenciana es una de las autonomías «con más niños y niñas que viven en riesgo de pobreza y de sufrir las consecuencias de la crisis climática». En concreto, un 38% de los menores de edad que viven en esta autonomía están en riesgo de pobreza, lo que supone que casi 340.000 viven en esa situación, según los últimos datos oficiales de la Encuesta de Condiciones de Vida de 2022 facilitados por la ONG Save the Children.

«Si a este factor se le suman los fenómenos climáticos extremos que recibe este territorio, como las olas de calor, las sequías o las danas; el riesgo de que la infancia vulnerable se vea afectada se multiplica», afirma en un comunicado el director de Save the Children en la Comunitat Valenciana, Rodrigo Hernández.

Esta autonomía sería, junto a Andalucía, Murcia, Castilla La Macha y Extremadura, las comunidades con más niños y niñas a los que les impacta a la vez la pobreza y los fenómenos extremos causados por la crisis climática, incide la organización humanitaria.

«No es lo mismo pasar una ola de calor si tienes una casa con piscina y aire acondicionado que si vives en una casa de 50 metros cuadrados sin aire acondicionado ni ventilación. La infancia en riesgo de pobreza es especialmente vulnerable a estos fenómenos extremos causados por la crisis climática, y si no se toman medidas esto sólo irá a peor», advierte Hernández.

Se estima que 774 millones de niños y niñas en todo el mundo --un tercio de la población infantil mundial-- viven con el doble impacto de la pobreza y el alto riesgo de sufrir las consecuencias de la crisis climática, según el nuevo informe de Save the Children 'Generation Hope: 2.400 millones de razones para poner fin a la crisis mundial del clima y la desigualdad'. En España, el 27% de los niños y niñas sufren esta doble amenaza y en números se traduce en más de 2,2 millones de niños y niñas.

Save the Children ha escuchado a 54.000 niños y niñas en una importante consulta realizada entre mayo y agosto de 2022 para conocer sus impresiones, preocupaciones e intereses sobre la crisis climática. En el informe se recogen todas sus respuestas, como la de Luciano, de 12 años.

Testimonio

Su familia perdió su casa después de que el ciclón Ana arrasara la isla donde vivían y ahora vive en un campo de desplazados en Malawi. Su familia, dice Luciano, salió de la casa y se subió a un árbol, pero el hermano menor fue arrastrado por las inundaciones.

«Nos trasladamos al campamento porque se desbordó el río y nos sorprendió por la noche. Nuestros animales empezaron a salir de la casa. Todos empezaron a ser empujados en círculos por la fuerza del agua. Intentamos salvar a los patos y a las gallinas, pero lo único que conseguimos salvar fue algo de nuestra ropa. Aun así, tengo esperanza y me gustaría volver a vivir la vida que llevaba antes de las inundaciones».

La directora general de Save the Children International, Inger Ashing, ha indicado que «en todo el mundo, las desigualdades están agravando la emergencia climática y sus impactos, sobre todo para los niños, niñas y familias con bajos ingresos».

Ashing añade que «dada la magnitud del desafío, sería fácil caer en la desesperación». «Pero debemos aprender de niños como Luciano que luchan por un mundo más verde y más justo. Es necesario que impulsemos distintas acciones junto a los niños y niñas para poner fin a la crisis climática y de desigualdad, e impulsar la protección y el cumplimiento de sus derechos», apunta.