El vicelehendakari, Josu Erkoreka, visita los adoquines de Barakaldo (Bizkaia) que recuerdan a 12 víctimas de los nazis | IREKIA

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La localidad vizcaína de Barakaldo se ha convertido en la primera gran ciudad vasca en homenajear a las víctimas del nazismo con Stolpersteine, adoquines dorados diseñados por el artista alemán Gunter Demming para recordar a estuvieron en campos de concentración.

En el homenaje, el vicelehendakari primero y consejero de Seguridad, Josu Erkoreka, ha recordado también al resto de los 253 vascos deportados a campos de concentración, y ha reivindicado la memoria y «el derecho a la paz» en un momento de guerra de Ucrania.

Erkoreka, la alcaldesa de Barakaldo, Amaia del Campo, representantes del colegio Alazne y familiares de las víctimas han visitado los adoquines que recordarán a los 12 barakaldeses víctimas del nazismo. Se trata de Julián Aparicio, Luis Arranz, Emilio Cuevas, José Luis Mazo, Gerardo Moro, Martín Veiga, Félix Urrutia, Nicolás Martín, Juan Arregui, Demetrio Morales, Eugenio Alarcia y Segundo Rubianes.

Esta docena de víctimas han sido homenajeadas con la presentación de los Stolpersteine, adoquines dorados diseñados por el artista alemán Gunter Demming para recordar a las personas que padecieron los campos de concentración. Barakaldo se ha convertido en la primera gran ciudad de Euskadi en formar parte de este movimiento artístico de Memoria Histórica.

Amaia del Campo ha presidido el acto de homenaje junto al vicelehendakari primero, el equipo del colegio Alazne -impulsor de la iniciativa- y familiares de las víctimas del Holocausto. Precisamente, fueron los estudiantes de 4º de la ESO del Colegio Alazne quienes propusieron al Ayuntamiento adherirse a la iniciativa de los Stolpersteine, con el objetivo de «recuperar la memoria de aquellas personas que fueron deportadas y asesinadas en los campos de concentración».

Tras someter la iniciativa al Pleno municipal, se solicitó la colaboración ciudadana para completar la lista de barakaldeses que sufrieron el holocausto nazi. Con los 12 nombres y su historia, el artista alemán Gunter Demming ha trabajado en el diseño de los 12 adoquines que ahora se encuentran colocados en Barakaldo.

Concretamente, se pueden ver en las calles La Siebe, Pormetxeta, Lutxana, Anbía, Los Fueros, Autonomía, San Juan, Ibarra, Florida, Arrandi y Andikollano. El primer Stolpersteine fue colocado en la ciudad alemana de Colonia, el 16 de diciembre de 1992. Actualmente esta iniciativa se extendido también en Barcelona, Madrid, Menorca, Toledo y Córdoba.

Compromiso con la memoria histórica

Durante el homenaje, Erkoreka ha felicitado al Ayuntamiento, al colegio Alazne y al conjunto de la ciudadanía de Barakaldo por «esta excelente y magnífica iniciativa y por su compromiso con la memoria histórica». «Pone de manifiesto que, contra lo que viene siendo habitual y a veces se dice con frivolidad y facilidad, la juventud no es ajena a la historia, no es ajena al pasado y a la memoria, sino todo lo contrario, tiene interés por el pasado y está comprometida con la memoria», ha afirmado.

El vicelehendakari ha destacado que «la juventud es futuro, pero la juventud del colegio Alazne ha puesto de manifiesto que entiende el futuro a través de la memoria, a partir de la memoria; que un futuro sin memoria no es digno de ser vivido y construido».

Además, se ha referido a una investigación reciente de Gogora-Instituto de la Memoria, la Convivencia y los Derechos Humanos del Gobierno Vasco, que ponía de manifiesto que en Euskadi hubo 253 personas deportadas a los campos de concentración nazis, «que sufrieron la iniquidad del régimen nazi». Diez eran mujeres que, para cuando fueron deportadas ya estaban privadas de libertad «por estar comprometidas con la resistencia antifascista».

Un total de 113 fallecieron, mientras que otras 125 sobrevivieron y se desconoce qué ocurrió con otras 15. «No sabemos lo que fue de ellas, pero sí sabemos que todos ellos, los 253, padecieron sufrimientos injustos y sufrimientos irresistibles, porque quienes les atacaron y les infligieron todo tipo de torturas y padecimientos no respetaron la dignidad humana, sin ninguna justificación, generando sufrimiento innecesario injusto», ha añadido.

En todo caso, ha explicado que también hubo «barbarie nazi» en Euskadi, y ha recordado a Gernika, «la primera experiencia mundial de bombardeo sistemático a la población civil».

«Es fundamental conocer lo ocurrido. Los documentos de las Naciones Unidas, cuando hablan de la memoria, recogen cuatro términos, hablan de la verdad, de la justicia, de la reparación y de las garantías de no repetición. Es imprescindible y fundamental conocer el pasado, reconstruir la verdad, porque solo de es amanera podemos reparar el daño infligido a las persona y podemos garantizar que nunca más, en ningún lugar, nada de lo que sucedió en estos episodios vuelva a repetirse», ha subrayado.

Josu Erkoreka ha realizado esta afirmación «conscientemente en un momento en el que la guerra azota de nuevo a Europa», con la invasión de Rusia a Ucrania. «Vuelve a ser necesario unirse para aprender del pasado, y la enseñanza fundamental que extraemos del pasado es que hay un valor supremo, el de la dignidad humana, del que derivan todos los demás derechos fundamentales, incluido el del derecho a la paz que reivindicamos», ha remarcado.

Listado de víctimas

Los Stolpersteine recordarán en Barakaldo a los doce víctimas del nazismo en el municipio, como a Julián Aparicio Baranda, a la calle La Siebe. Fue prisionero en el Stalag XII-D. Después, fue deportado al campo de Gusen y falleció el 21 de noviembre de 1941.

Luis Arranz Izquierdo tiene su adoquín en la calle Pormetxeta y fue prisionero en el Stalag de Toulouse. Posteriormente, le deportaron al campo de a Buchenwald el 6 de agosto de 1944 y finalmente pudo ser liberado.

Por su parte, Emilio Cuevas Alonso, que se recuerda en la calle Obispo Olaetxea, estuvo recluido en el Stalag de Compiègne. Después, fue deportado al campo de Neuengamme y luego al campo de Fallersleben-Laagberg. Finalmente fue liberado.

José Luis Mazo Samano, con stolpersteine en la calle Anbía, estuvo en el Stalag XI-B de Fallinbostel. Deportado a Mauthausen, falleció el 16 de abril de 1942.

Martín Veiga Uzcati tiene su adoquín en la calle Autonomía. En un principio se encontraba en el campo de concentración de Vernet (Francia), del que fue deportado a Dachau. A Félix Urrutia se le recuerda en la calle Lutxana. Prisionero en el Stalag XI-B de Fallinbostel, fue deportado a Gusen el 27 de enero de 1941 (número de preso 87.193) y falleció el 23 de septiembre de 1941.

La séptima víctima, Nicolás Martín González, con adoquín en la calle San Juan, estuvo en el Stalag XI-A (Altengrabow), para posteriormente ser trasladado a Mauthausen el 26 de abril de 1941 (número de prisionero 4.335). Falleció el 4 de septiembre de 1941.

Por su parte, Juan Arregui Olano, recordado en la calle Ibarra, estuvo en Mauthausen el 12 de septiembre de 1942 (número de prisionero 12.864). Finalmente fue liberado.

Además, Demetrio Morales, homenajeado en la calle Florida,
en enero de 1941 fue trasladado a Gusen y pudo ser liberado, mientras que Eugenio Alarcia Obregón --con stolpersteine en calle Aranzadi-- fue prisionero en el Stalag IX-B (Fallingbostel). Después fue deportado a Mauthausen el 27 de enero de 1941, con número de prisionero 5805. Falleció el 2 de enero de 1942.

Segundo Rubianes Castroviejo y Gerardo Moro, homenajeados en las calles Andikollano y Los Fueros, respectivamente, cierran esta lista. Rubianes estuvo preso en el Stalag IX-A. Después, fue deportado al campo de Gusen-Mauthausen el 29 de abril de 1941 y falleció el 9 de diciembre de 1941. Por último, Moro fue dseportado en 1941 a Mauthausen y asesinado el 16 de abril de 1942.