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El sindicato UGT ha señalado los datos del paro en Aragón durante el pasado mes de agosto revelan que se consolida la mejor calidad del empleo, pero «hay que completarla con una subida salarial que mantenga el poder adquisitivo».

UGT ha comentado que los datos de paro registrado y afiliación a la seguridad social de agosto de 2022 muestran un comportamiento estacional, con crecimiento del paro y bajada de la afiliación en los sectores que tradicionalmente destruyen empleo en esta época del año, pero muestran una consolidación de la mejora de la calidad del empleo gracias a la reforma laboral.

El paro registrado ha crecido en España, pero ha bajado en Aragón en agosto. Este dato, junto con la caída de la afiliación a la seguridad social, confirma las tendencias estacionales, máxime si analizamos los sectores donde se ha perdido o se ha creado empleo.

Entre los primeros, la agricultura y la educación; entre los segundos, el transporte y la hostelería. En cualquier caso, la mala campaña agrícola ha influido sin duda en una mayor destrucción de empleo.

También la agricultura tira a la baja de las cifras anuales de afiliación a la seguridad social. Asimismo, pierden empleo los servicios financieros o el empleo doméstico, pero el resto de los sectores tienen incrementos notables, sobre todo en ocio, hostelería e información y comunicaciones, con un buen comportamiento de la industria, que también crece por encima de la media.

Se observa una tendencia a la ralentización en la creación de empleo, con tasas de crecimiento interanual cada vez más reducidas, que pueden tener su origen en las incertidumbres económicas del momento, ha indicado UGT en una nota de prensa.

Positivo

El dato más positivo en los últimos meses es la comprobación de que la reforma laboral ha servido para mejorar la calidad del empleo que se crea. Eso se nota en las cifras mensuales de contratación, que han más que triplicado la proporción de contratos indefinidos, de entorno al diez por ciento antes de la reforma a entre el treinta y el cuarenta en los últimos meses, y en la propia mejora paulatina del conjunto del empleo, con un crecimiento de diez puntos en la proporción de empleos indefinidos sobre el total.

Solo la apertura de la brecha de género en esta mejora general de la calidad del empleo supone un borrón en el buen funcionamiento de la legislación laboral pactada en la mesa del diálogo social.

Para completar la mejora en la calidad del empleo, sin embargo, se necesita que mejore el poder adquisitivo de los salarios, que está sufriendo un grave deterioro en los últimos meses por las elevadas cifras de la inflación.

La negociación colectiva debe ser el escenario de esa mejora, por lo que es exigible a los empresarios que vuelvan a la mesa que no debieron abandonar para pactar incrementos realistas de los salarios que deben completarse con la inclusión de cláusulas de revisión salarial.

El Gobierno, por último, debe completar esa política de rentas con un incremento realista del salario mínimo interprofesional y con la garantía del poder adquisitivo de los colectivos --empleados públicos y pensionistas-- que dependen de sus decisiones.