Archivo - Túnel de Glòries de Barcelona dos días antes de que entre en funcionamiento en sentido Llobregat, a 1 de abril de 202, en Barcelona, Catalunya (España). | David Zorrakino - Europa Press

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La apertura del túnel de Glòries de Barcelona ha permitido reducir en un 39% la presencia de dióxido de nitrógeno (NO2) y en un 7,6% las partículas PM10 en este ámbito de la ciudad, según un análisis del Ayuntamiento hecho a través de la Agència de Salut Pública de Barcelona (ASPB).

«La plaza de las Glòries es un nuevo símbolo de la ciudad de este espacio saludable que necesitamos», ha dicho en declaraciones a los periodistas la teniente de alcalde de Ecología, Urbanismo, Infraestructuras y Movilidad del consistorio, Janet Sanz, que también ha enfatizado que se han reducido 17.000 vehículos contaminantes que pasaban por el entorno de la plaza.

El análisis de la ASPB se centra en la evolución de los niveles contaminantes atmosféricos en torno al túnel de Glòries, comparándolos a su vez con los de la estación fija del Eixample de la Xarxa de Vigilància i Previsió de la Contaminació Atmosfèrica, que es la estación de referencia de las vías de tráfico intenso, informa el consistorio en un comunicado.

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En comparación con las emisiones actuales de la estación del Eixample, las emisiones de NO2 en el entorno del túnel de Glòries en estos momentos son un 40,8% más bajas y las de PM10 un 13,2% menores.

El NO2 es un contaminante muy relacionado con las emisiones de tráfico, y las partículas PM10 están vinculadas con el impacto da las emisiones fugitivas de las obras.

Ruido

En relación al ruido en la plaza de las Glòries, en concreto en el tramo de la Gran Via donde se han soterrado el paso de vehículos, se ha registrado una reducción de nueve decibelios en todas las franjas horarias.

Se ha pasado de valores de alrededor de 74 decibelios a valores situados en torno a los 65, por lo que estas reducciones implican que la zona sea ahora un 70% más tranquila, según el consistorio.