El papel de la mujer con hijos en las rutas migratorias, las desigualdades, la discriminación y las «barreras infinitas» a las que se enfrentan al llegar a un país de acogida, fueron los temas que marcaron este martes la mesa redonda Mujeres e Inmigración organizada por el Club Ultima Hora en el Museu Es Baluard. | Ricard Peitx

El papel de la mujer con hijos en las rutas migratorias, las desigualdades, la discriminación y las «barreras infinitas» a las que se enfrentan al llegar a un país de acogida, fueron los temas que marcaron este martes la mesa redonda Mujeres e Inmigración organizada por el Club Ultima Hora en el Museu Es Baluard.

La secretaria general de Cáritas España, Natalia Peiro, el periodista de la Cadena Ser Nicolás Castellano, la coordinadora de Metges del Món en Balears, Belén Matesanz y la historia vital de la migrante Laila Hosna debatieron frente a un público participativo, emocionado y muy atento a la realidad que hay detrás de las rutas migratorias.

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Belén Matesanz, Laila Hosna, Natalia Peiro, Nicolás Castellano, Aina Calvo y Carmen Serra, este martes en la mesa redonda celebrada en Es Baluard. Foto: Jaume Morey

Con las entradas agotadas, el acto, moderado por la delegada del Gobierno en Baleares, Aina Calvo, comenzó con unas palabras de la presidenta del Grup Serra, Carmen Serra, que recordó que «si la inmigración de por sí es difícil, no lo es menos la coyuntura de ser mujer e inmigrante». A su vez, confió en que este debate pueda «cumplir con su cometido de entender las dificultades a las que tienen que afrontar ellas, que dejan atrás su cultura y su familia».

«En estos procesos, las mujeres son consideradas vulnerables, pero son vulnerabilizadas»

Durante la presentación, Aina Calvo puso sobre la mesa una pequeña reflexión para entrar en materia. «En los procesos migratorios, las mujeres son consideradas vulnerables, pero somos muchos quienes alzamos la voz para hablar de personas vulnerabilizadas». La delegada matizó así este calificativo para demostrar que son necesarios «mecanismos de protección y atención en sus procesos para acabar con la discriminación».

Heridas

La jornada abrió las «heridas de la frontera». Esta expresión fue una de las que utilizó el periodista de la Cadena Ser, experto en inmigración, cooperación y desarrollo, Nicolás Castellano, para destapar los impedimentos que tienen miles de personas en sus desplazamientos. «Cuando vemos grandes cifras de personas desplazas forzosamente, pocas veces tenemos presente que la mayor parte de los que se mueven son mujeres».

«El porcentaje de migrantes que llegan al país desde 1995 por rutas marítimas no llega al 1 %»

Castellano rompió los tópicos en torno a las rutas migratorias: «La mayoría de ustedes dirán que la foto fija de la inmigración es la de la patera. Sin embargo, si vemos el porcentaje de migrantes que han llegado a España desde el año 1995 en rutas marítimas no superan el uno por cierto». En este sentido, el periodista se refirió a que «el 99 % que vienen y se instalan en nuestros barrios lo hacen a través del aeropuerto, como ciudadanos en pleno derecho de régimen comunitario».

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De izquierda a derecha, Belén Matesanz, Laila Hosna, Natalia Peiro, Aina Calvo, Carmen Serra y Nicolás Castellano.

El debate puso de relieve que el 52 % de las personas que inician procesos migratorios son mujeres. Castellanos quiso echar la vista atrás para contextualizar que «la humanidad siempre se ha movido. En España hubo un fenómeno con la llegada de madres latinoamericanas para buscarse la vida y fueron las que se encargaron de sus familias».

«Las mujeres migrantes realizan caminos muy difíciles para llegar aquí y encuentran desigualdad»

Otra de las heridas abiertas que se abordaron fue la desigualdad. La secretaria general de Cáritas, Natalia Peiro, arrancó su discurso asegurando que la desigualdad es otro agravante que sufren muchas mujeres al llegar a España. «Cáritas tiene una red de 162 delegaciones en todo el mundo y acompaña en el tránsito y en el destino a estas personas que empiezan un proyecto migratorio. Sin embargo, cuando llegan a su meta se enfrentan a este otro muro que es la desigualdad».

La secretaria general de Cáritas puso a su vez rostro a la pobreza: «La mujer migrante con menores a su cargo. Una de las cosas que más angustia a este colectivo es el hecho de tener que pasar estos riesgos. Realizan caminos tan difíciles para llegar hasta aquí y luego encontrarse en una situación irregular y con una desigualdad estructural».

El desempleo y las carencias que se agravaron durante la pandemia fueron otros de los temas que abordó Peiro para referirse a la tercera herida de esta mesa redonda: la prostitución y la trata.

«Tenemos que desarrollar la cooperación de ayuda humanitaria para trabajar desde la raíz del problema»

Para este discurso, la coordinadora de Metges del Món en Balears, Belén Matesanz, ahondó en el «negocio lucrativo» de la prostitución que afecta, principalmente, a las migrantes: «Tenemos que desarrollar la cooperación de ayuda humanitaria para trabajar desde la raíz del problema». Asimismo, Matesanz informó que Metges del Món atendió este año a 898 mujeres migrantes, la mayoría en situación irregular y el 44 % sin documentación administrativa. «La ley de extranjería es el primer cuello de botella que tenemos», y apuntó que la falta de derechos de este colectivo victimiza a las mujeres: «Hay que buscar alternativas a la legalización de estas personas porque las barreras burocráticas son infinitas».

Igualdad

Sin duda, la historia de Laila Hosna removió conciencias. De origen bangladesí, Hosna es una ciudadana española con carrera universitaria y una trayectoria migratoria dificultosa que marcó su largo proceso de regularización. «Haceros a la idea de lo que significa dejar la familia, las gentes, las costumbres o el olor para tirarte al vacío en busca de posibilidades», subrayó Aina Calvo en la presentación de Hosna al público.

«La vida del inmigrante es muy dura. Cuando llegué a España no tenía permiso de trabajo»

Laila dijo que «la vida como inmigrante es muy dura. Cuando llegué a España con visa no tenía permiso de trabajo», reveló. Pasó tres años sin papeles hasta regular su situación, una etapa que, expresó, «fue muy difícil»: «Tú eres humano, tienes pensamientos pero no tienes comida, ni trabajo».

Además, recalcó que los migrantes «no son una carga para ningún país», e instó a la igualdad de oportunidades y de derechos para todos: «porque los migrantes somos humanos». Empoderar a las mujeres que llegan en esta situación de riesgo y crear redes seguras fueron algunas de las respuestas unánimes de los ponentes ante la problemática de las mujeres en rutas migratorias.

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El público siguió con mucho interés las intervenciones de los ponentes.

La participación del público se hizo notar. Los asistentes no dudaron en compartir sus profundas reflexiones y críticas con todos los ponentes. En este sentido, se habló del lento proceso administrativo en la legalización de migrantes; la educación o la desigualdad. Los mensajes de esperanza y apoyo marcaron también la jornada en Es Baluard. O como enfatizó Nicolás Castellano, «reivindicar la hospitalidad debe ser un ejercicio colectivo». El debate a cuatro consiguió, en definitiva, crear conciencia para cerrar las heridas de la frontera.

El dato

Proyección

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Belén Matesanz proyectó un vídeo que realizó Médicos del Mundo titulado ‘Mujeres que se mueven’. En él, se muestra el impacto en los derechos de las mujeres migrantes y refugiadas por razones de género.