Salud Deudero.  | Teresa Ayuga

Salud Deudero (Palma, 1968) es doctora en Biología. Especializada en Ecología Marina, ha trabajado como investigadora en Bélgica y el Reino Unido y ha sido profesora en la UIB. También ha dirigido el Centro Oceanográfico de Balears. El jueves 16 de septiembre presentará a Miguel Delibes de Castro que, invitado por el Club Ultima Hora y el Cercle d’Economia, pronunciará a las 19:30 horas una conferencia titulada La Tierra herida en el Centre Cultural Sa Nostra.

Delibes incluyó un epígrafe en su libro La Tierra herida: «Qué mundo heredarán nuestros hijos». ¿Cómo será este mundo?
—Espero que como especie tengamos la inteligencia y la humildad de retroceder un poco. Me refiero al ritmo de agotamiento de recursos, al incremento de la población, a la movilidad... Tenemos que pensar que somos una especie más del planeta y que si somos tan dominantes y mantenemos esta vanidad se tendrá que invertir mucho dinero para que el medio ambiente –aire, agua y demás recursos básicos– estén en condiciones.

La pandemia ralentizó el ritmo.
—Sí, pero fíjese que la alta movilidad, el ritmo al que crecíamos antes de la pandemia, aceleró los contagios. Tenemos que ser conscientes de que no dominamos la Tierra.

Ahora se refería a los costes de mantener el medio ambiente. ¿Sale a cuenta pagar para contaminar?
—No soy especialista en economía ambiental, pero considero que esta visión de ‘quién contamina paga’ es demasiado simplista. No creo que funcione, porque no es una medida de conservación y lo que hay que hacer es reducir la contaminación. Para mi es un error.

¿Entonces?
—Se tendría que cambiar el modelo. El medio ambiente es una inversión de futuro, no un lujo. Hace un año y medio el mundo se paró por una emergencia sanitaria, pero también tenemos una emergencia ambiental. Debemos avanzar hacia otro modelo de crecimiento. Es lo que dice Delibes de Castro en el epígrafe: lo que hagamos ahora marcará el futuro de nuestros hijos.

¿Cómo tiene que ser el nuevo modelo?
—Necesitamos moderar la actividad. No significa que no tengamos un coche o que no podamos viajar, sino que hay que valorar sus impactos. Es un tema de densidad, de carga.

Lo del Caló des Moro.
—Es aquello de morir de éxito. Se han popularizado áreas que eran remotas. Si seguimos aumentando la presión, cuando queramos actuar ya no habrá biodiversidad para recuperar. Cuando una especie domina con abundancia las demás se desequilibran. La sola ocupación del espacio crea también impactos en términos medioambientales.