Elena Torrens, consultora de Lactancia Certificada, IBCLC.

Una de las mayores preocupaciones de las madres es mantener la lactancia materna al incorporarse al trabajo remunerado tras el permiso por maternidad. La OMS (Organización Mundial de la Salud), UNICEF (Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia) y las sociedades científicas como AEP, SeNEO,… recomiendan que los niños inicien la lactancia materna en la primera hora del nacimiento y sean amamantados exclusivamente durante los primeros 6 meses de vida, lo cual supone que no se les proporcionen otros alimentos hasta esa edad. Y mantener la lactancia materna como principal alimento hasta mínimo los 2 años mientras se va introduciendo la alimentación complementaria.

La prestación por nacimiento y cuidado de menor (anteriormente conocida como baja por maternidad) es el derecho que dispone una trabajadora en caso de dar a luz, adopción o tutela y, en España, tiene una duración de 16 semanas ininterrumpidas, 18 semanas en caso de parto múltiple o discapacidad del hijo/a.

Existe, además un 'permiso de lactancia' que consiste en poder ausentarse una hora al día hasta que el bebé cumpla 9 meses. A partir de principios de este año 2024, el Consejo de Ministros aprobó una modificación para disfrutar este permiso de lactancia de forma acumulada hasta 28 días. Aún así no me salen las cuentas, 16 semanas más 28 días, son 4.6 meses.

Dicho esto, se puede entender que las madres que desean alimentar a sus hijo/as con lactancia materna exclusiva hasta los 6 meses de edad se encuentran en una situación de desamparo. Por un lado, deben incorporarse a su puesto de trabajo remunerado 16 semanas después de dar a luz y en el mejor de los casos sumarle los 28 días de permiso de lactancia, y por otro mantener la lactancia materna exclusiva hasta los 6 meses y no solo porque sea el mejor alimento para su bebé, sino porque es el deseo expreso de la madre a alimentar a su hijo como quiera.

Esta situación vulnera los derechos del niño/a ser amamantado de forma directa por su madre y de manera exclusiva durante los primeros 6 meses y expone a las madres a una situación de vulnerabilidad.

Lo cierto es que cada vez más madres me preguntan cómo pueden mantener la lactancia materna más allá del permiso de maternidad y desgraciadamente les tengo que decir que no es fácil y todo dependerá de las circunstancias que la rodean. Para poder trabajar fuera de casa y mantener la lactancia materna la mujer necesita principalmente: información, confianza y apoyo.

Las condiciones laborales son fundamentales. El tipo de trabajo, el lugar y los horarios son un factor determinante sobre las pautas a seguir y requiere realizar un plan personalizado. No es lo mismo tener un horario partido o intensivo, jornada completa o reducida, que el trabajo esté lejos o cerca de casa, tener la posibilidad de que le acerquen a su hijo al trabajo o salir para amamantarlo en otro lugar.

Si la lactancia directa es inviable, existe la opción de mantener la lactancia materna de manera diferida (extraerse la leche y que se la administre otra persona). Para ello necesitará conocer los diferentes métodos para sacarse leche, tipos de sacaleches, como se conserva y se maneja de la leche materna extraída, qué recipientes son los adecuados, quién y cómo administrar la leche a su bebé en su ausencia. Y por supuesto tener la posibilidad de sacarse leche en su lugar de trabajo en unas condiciones seguras de higiene e intimidad, si así lo desea.

La realidad es que los buenos sacaleches son caros y no todas las mujeres se los pueden permitir. Para muchas mujeres sacarse leche en sus puestos de trabajo se convierte en una odisea, las mujeres autónomas también lo tienen muy complicado y otras no encuentran en su entorno más cercano el apoyo que se necesita para mantener la lactancia.

Todo esto explicaría los resultados de un informe realizado por LactApp que señala que los destetes por la vuelta al trabajo aumentaron un 21% en 2021 y un 97,2% de las madres afirman que un permiso de lactancia más largo facilitaría el mantenimiento de la misma. La mayoría de las mujeres ha visto comprometida su lactancia por la incorporación laboral antes de los 6 meses. Las cifras no mienten y un 58,6% de quienes se incorporaron a los 3-4 meses vieron su lactancia afectada, frente al 31,3% de las que lo hicieron después de los 6 meses.

Las madres y sus hijos/as necesitan permisos por nacimiento de al menos 6 meses, medidas reales de flexibilidad y conciliación familiar y laboral, espacios de lactancia en las empresas para que, aquellas madres que lo deseen puedan amamantar a sus hijo/as de manera segura y confortable o sacarse leche en condiciones adecuadas.

Mantener la lactancia materna exclusiva más allá de las 16 semanas de permiso por maternidad no puede depender de tu poder adquisitivo ni de tus condiciones laborales, ni de la 'buena voluntad' de tu jefe, sino que debe estar protegida por políticas reales y adecuadas, por permisos y leyes de conciliación que incluyan y respeten a todas las madres sean cuales sean sus condiciones y preferencias.