Una mujer fuma en la terraza de un bar, mientras toma café. | Efe

El Consejo Interterritorial de Sanidad ha pasado por alto los debates que hasta el momento ponían en desacuerdo a las comunidades y ha dado finalmente luz verde al Plan Integral de Prevención y Control del Tabaquismo (PIT) 2024-2027 con un visto bueno generalizado, incluso de las autonomías donde gobierna el PP.

Baleares ha formado parte del consenso pese a haberse mostrado en contra del plan por los plazos en que se había conocido el documento, la falta de una memoria económica y porque pedía que los espacios sin humo no fueran obligados sino voluntarios. Al final, «ha habido una importante implicación de las comunidades y el Ministerio», ha declarado la consellera de Salut, Manuela García, quien se ha mostrado satisfecha del compromiso adquirido de reinvertir en la promoción de la salud el dinero obtenido por un incremento en el precio de las cajetillas. El tema más conflictivo, si debe prohibirse o incentivarse la creación de nuevos espacios sin humo como son las terrazas en la restauración, se ha aparcado hasta que deba regularse con una ley, que es ahora el siguiente paso.

«Lo que aborda el plan es el compromiso de todas las comunidades en la lucha antitabaco», ha señalado García, reconociendo que este documento «no obliga a nada. Es una estrategia», ha especificado añadiendo que se iba a cumplir.

El principal reto, ha dicho, «es la promoción y prevención del tabaquismo para bajar el número de personas que se inician». Por último ha dejado claro que Baleares «seguirá defendiendo la autorregulación de los espacios libres de humo».

Enfermeras

Por su parte, el Col·legi Oficial d’Infermeres de Balears (COIBA) considera muy necesario avanzar en la prevención del tabaquismo y aplaude el consenso, aunque se ha mostrado «totalmente a favor de prohibir fumar en las terrazas», algo que consideran, ya se debería haber mantenido desde la época COVID.