El Dr. Fernando Rodríguez, traumatólogo de Juaneda Hospitales.

Dentro de la cirugía del pie, en la que el Dr. Fernando Rodríguez, traumatólogo de Juaneda Hospitales, es un reputado experto, una de las intervenciones más frecuentes es la de corrección de juanetes, esa deformación de los huesos del entorno del dedo gordo, primer dedo o hallux, que tantas molestias y reducción de la calidad de vida pueden ocasionar a quienes la padecen.

¿Pero qué es un juanete? El Dr. Rodríguez lo explica, denominándolos por su nombre científico: «Uno de ellos es el hallux valgus juvenil, que se considera una enfermedad y que normalmente aparece durante la adolescencia, aunque también pueden hacerlo en niños y cuya indicación, primero es el uso de plantillas y zapato adecuado, pero normalmente necesitan ser operarlos cuando ya han dejado de crecer. Los hallux valgus pueden generar o no dolor, «existen desviaciones sin dolor», aunque «lo normal es que duela», en lo que se refiere a la presentación infantil. En segundo lugar «está el hallux valgus clásico, que es degenerativo, suele doler, y que lo más normal es que aparezca a partir de los 50 años» y que suele tener una indicación quirúrgica, aunque el uso de plantillas puede ayudar con el dolor y con frenar la progresión.

En el abordaje quirúrgico de los juanetes se puede utilizar lo que popularmente se conoce como 'cirugía láser' pero que el Dr. Rodríguez explica que «debería denominarse cirugía percutánea», aunque su elección «dependerá del tipo de hallux valgus, ya que para corregir estas deformaciones en muchos casos puede estar indicada la cirugía abierta». Al final, «el postoperatorio es el mismo con la cirugía percutánea (o por láser) y la abierta, solo que la primera no deja casi cicatriz y la segunda sí. En el caso de la percutánea es muy importante el vendaje, que tiene que estar especialmente bien hecho y que hay que vigilar, mientras que eso no es tan importante cuando se realiza una cirugía abierta».

La cirugía de juanetes tiene por objetivos, «primero, intentar mejorar lo más posible la desviación del dedo», explica el traumatólogo de Juaneda Hospitales, y «para eso lo que se hace es una osteotomía, una fractura en el hueso metatarsiano y/o de la falange, que son los huesos que se desvían y tal vez cortar algún tendón para que el dedo quede recto». «Si la intervención es percutánea, por láser, se pone un vendaje específico para mantener la reducción», detalla el Dr. Rodríguez, y añade: «Y si la intervención de corrección de hallux valgus se realiza por cirugía abierta se colocan uno o dos tornillos dentro del hueso, que se quedan en el paciente y que, en principio, no tienen que ocasionarle molestias».

La edad media de los pacientes que se someten a cirugía para la corrección de un hallux valgus es de entre 50 y 60 años de edad. En el caso de la modalidad que se desarrolla en las etapas más tempranas de la vida, lo normal es que el dolor e incapacitación haga que los pacientes acudan a la consulta y sean intervenidos entre los 30 y los 40 años. Es normal que los juanetes aparezcan en los dos pies. Ello genera que haya que operar un pie primero y más tarde el otro, lo que demora en el tiempo la recuperación, aunque «se puede plantear intervenir los dos pies en la misma operación, aunque lo malo es que no queda un pie de apoyo, de modo que finalmente la recuperación puede tardar más».

Estas intervenciones se realizan ahora mediante técnicas de cirugía ambulatoria, «de modo que al paciente, tras operararle, se le coloca un zapato especial y puede irse ese mismo día a su casa», explica del Dr. Fernando Rodríguez, enfatizando la complejidad que supone para ese paciente operarse los dos pies a la vez y no poder caminar tras la intervención. Si se operan por separado, «se interviene el primer pie y un mes después el segundo, de modo que a los seis meses el paciente ya está completamente recuperado», sin embargo, «si se operan los dos a la vez suele darse que aparezcan rigideces y que al no tener un pie sobre el que apoyarse, el proceso postoperatorio y de recuperación total sean más largo».

La recuperación de una intervención de juanetes en un pie «tiene un periodo de al menos cuatro semanas, con un zapato especial». A partir de la cuarta semana «se pone un zapato deportivo y según la actividad laboral se podría volver al trabajo, a no ser que se esté todo el día de pie. El cuerpo tiene que adaptarse y puede producirse una molestia soportable.Tras esas cuatro semanas y si no es una persona que se pasa todo el día de pie —añade el Dr. Rodríguez­­— ya se puede reincorporar a su actividad laboral. En el caso de que el paciente operado sea un trabajador que sí que está todo el día de pie, como en la construcción, en la hostelería o similares, hay que esperar tres meses para que esté bien».

Hablando ya en general de recomendaciones para evitar patologías del pie, el Dr. Fernando Rodríguez ofrece el consejo de «cambiar de calzado, no llevar siempre el mismo, intentar variarlo cada día» ya que «si el zapato va mal y se lleva siempre, se acaba forzando un problema; si se va cambiando, al pie le da tiempo a volver a recolocarse». «No hay que dejar —concluye el traumatólogo— que el problema avance, porque luego es más difícil solucionarlo. Cuando aparece el problema hay que ir al especialista, incluso en ocasiones el médico de cabecera puede solucionarlo. Pero si se deja pasar el tiempo el problema se cronifica y la solución es luego más compleja».