La digestóloga Esmeralda Rubio y la nutricionista Alejandra Pou, ambas de Juaneda Hospitales.

Siguiendo con las falsas creencias sociales sobre la dieta y la salud digestiva la nutricionista Alejandra Pou y la digestóloga Esmeralda Rubio, ambas de Juaneda Hospitales, repasan en esta segunda entrega algunos errores muy extendidos sobre conceptos como lo que es light o dietético, el consumo de la carne o de los azúcares alternativos. La nutricionista y la digestóloga animan a quienes tengan inquietudes por mejorar su salud y mantener un peso sano a consultar con profesionales y a fiarse poco de los trucos publicitarios.

—¿Light, dietético, orgnánido... son conceptos que pueden tener 'trampa?

—ALEJANDRA POU: No sabemos lo que comemos. La industria alimentaria habla mucho de light, dietético, orgánico, ecológico, que ya por ser todo eso pensamos que es más saludable, pero ojo que, por ejemplo, la panela es muy natural, pero es muy parecido al azúcar moreno.

—ESMERALDA RUBIO.— Otro mito es el de los envoltorios. Muchas veces vemos que muestran imágenes de frutas o el color marronáceo o verde y ya creemos que es natural, de la tierra. Y no tiene por qué ser necesariamente así y puede que la marca se esté aprovechando de eso.

—A.POU: Hay que tener cuidado con las salsas de tomate «de la abuela» o «caseras». Al fijarnos en el etiquetado podemos observar que tal vez tengan unos 11 terrones de azúcar, lo que equivale a unos 45g. Hay que mirar el etiquetado y saber qué comemos. Sabiéndolo tomaremos una decisión, que no ha de ser decir «no» siempre. Hay que llegar a un equilibrio. Los extremos no son siempre buenos. Un día te apetece una hamburguesa, te la comes, la disfrutas y ya está. Al final es el conjunto de la alimentación lo que hace que se mantenga un equilibrio. Puedes comer un buen desayuno saciante y nutritivo, la comida igual, y esa noche salir a cenar «bien» y al día siguiente es otro día.

—E. RUBIO:Y no porque el viernes se ha cenado mal hay que continuar todo el fin de semana comiendo mal…

—A.POU: …del mismo modo hay que tener en cuenta que al cuerpo no se le puedo decir que como hoy he comido mucho, mañana compenso. El cuerpo no funciona así. No le da tanto tiempo a que por un exceso de comilona de una paella o de un cumpleaños, al día siguiente haber cogido un kilo de grasa. Puede ser que lo parezca, pero lo más probable es que sea hinchazón, retención de líquidos o que ese día no has ido al baño. Nos obsesionamos mucho con la báscula.

—¿Son los azúcares 'alternativos' más saludables?

—A.POU:Se habla de la panela, del azúcar moreno, etcétera, como de azúcares más saludables…

—E. RUBIO:Es verdad que están menos refinados, pero la diferencia es muy poca.

—A. POU:A nivel metabólico hacen la misma función que el azúcar.

—E.RUBIO: El azúcar es azúcar. La gente tiene que entender que es lo mismo el azúcar normal que el de la fruta, aunque es cierto que lo hay de mejor o peor calidad, pero todo se convierte en el mismo sustrato, con lo cual, al final, da igual lo que estés comiendo porque todo va a acabar igual. Ahora están muy de moda los test de intolerancia al azúcar, pero yo digo que eso no existe. Por ejemplo, el cerebro vive de azúcar y si alguien fuera intolerante al azúcar nadie podría vivir. El principio inmediato que nos sirve de forma rápida para la actividad diaria es la glucosa que está en el azúcar.

—A.POU: Pero lo que es cierto es que la glucosa que necesitan el cuerpo humano y el cerebro para sobrevivir y mantener sus funciones vitales la obtienen a través de los alimentos, lo convierten de esos alimentos, no necesitamos ingerir azúcar puro y duro.

—E.RUBIO: Y calóricamente es mucho más sano convertir una proteína en azúcar, por ejemplo, lo que ya conlleva un proceso que consume energía y por ello no engorda tanto, que si le das al cuerpo la glucosa directamente, ingiriendo azúcar, la coge, la pone en la despensa y ya está, aprovechándola al 100%.

—A. POU: Además, el azúcar blanco, aparte de producir picos de glucosa, para degradarlo y metabolizarlo necesita «robar» minerales del cuerpo…

—E. RUBIO: …y para procesar todo eso el cuerpo produce deshechos que también son tóxicos y que acaban intoxicando el organismo. Es lo que sucede cuando se hablaba de estados inflamatorios por exceso de grasa en el organismo.

—A. POU: ¿Cómo evitar entonces el exceso de azúcar? Tenemos que adaptar nuestro paladar a los alimentos naturales, al yogurt natural, a la fruta natural, etcétera. Nuestra alimentación tiene que ser saludable y para ello debemos fijarnos en que los productos que adquirimos no lleven azúcar. Si ya vemos que el primer ingrediente es azúcar, es que el porcentaje mayor de ingredientes de ese alimento es el azúcar. Hay que tener en cuenta que el consumo de azúcar supone un subidón de energía para el cuerpo, le produce un placer y eso lleva a que cada vez le vaya a pedir más cantidad. Por eso el consumo de azúcar es adictivo, como lo es la cafeína, el tabaco, el alcohol… Los efectos de la ingesta de azúcares suben muy rápido, pero bajan muy rápido. Es como una montaña rusa.

—¿Carne sí, canre no; mucha carne, poca carne?

—A.POU: Yo en la consulta me inclino más por una alimentación de estilo vegetal. La gente no consume legumbres y aportan una proteína fantástica, es muy económica y muy versátil, ya que se puede comprar ya cocida. Te permite hacer muchos platos, se condimenta rápido, se puede combinar con muchas cosas, se pueden hacer ensaladas frescas, muy apetecible en verano. Igualmente aconsejo mucho el huevo, que también es económico, el pescado azul pequeño (sardinas, arenque) y no consumir tanto la carne roja.

—E.RUBIO: Tal vez lo ideal no es estar uno o varios días a la semana sin carne, como se sugiere en algunos entornos, sino no tener en la cabeza que haya que comer tanta carne. Ya sé que es fácil, porque se coge un filete, sea de ternera o de pollo, se hace vuelta y vuelta y ya está, pero es de ese modo cómo se está todo el rato con la carne. Lo importante es tener opciones e imaginación. Hay que saber combinar, como con la ropa, lo que hay en la nevera. O cuando se va a la compra, ver en el pasillo del supermercado que hay un tipo de legumbre que se combina con otro alimento y así ir generando opciones que te evitan tener que estar pensando tanto en la carne.

—A.POU:Es lo que intentamos hacer en la consulta del nutricionista, dar ideas. Pasa mucho ante quienes quieren ser vegetarianos pero necesitan ideas para hacer platos que te sacien, que te nutran, que te aporten la proteína que necesitas.

—¿Un zumo de fruta equivale a una pieza de fruta?

—A.POU: Pues no, no es lo mismo comerse una pieza de fruta, masticándola y digiriéndola que tomarla en un zumo natural. Eso es porque, primero, la pieza de fruta la estás masticando y la digestión ya empieza en la boca. El zumo te lo bebes y va directo al estómago, de modo que sube mucho más rápido la glucosa. El azúcar de la fruta, la fructosa, cuando está en la fruta es intrínseco, pero cuando está en el zumo está extrínseco, liberado. Le estamos quitando la fibra de la fruta y la matriz. Al beberse ese zumo, a nivel metabólico te estás «inyectando» el azúcar de la fruta directamente. En los batidos de fruta al menos se pone la pieza entera y tiene más fibra y más matriz, pero sigue siendo un líquido. Eso hará que se ingiera más cantidad. En sólido no te comerías tanta fruta como la que cabe en un batido.

—E.RUBIO: La gente que tiene problemas digestivos ahora no los tiene por lo que está comiendo ahora, sino por lo que ha comido toda vida. Ya influye el ejemplo que se da en casa a los niños y la herencia de la flora intestinal que se hereda de la madre. La calidad de la flora intestinal que tenga durante el embarazo es lo que transmite al feto. Y luego, lo que el niño vea que se come en casa. Se dice que 'la gordura es hereditaria, porque en mi casa están todos gorditos'… es cierto que puede que el hipertiroidismo exista en la familia, pero si además siempre se come primer plato, segundo y postre y se merienda a las dos horas; abres la nevera y tienes todo tipo de productos que engordan, de modo que es más fácil engordar.

—A.POU: El ambiente obsogénico en la familia es determinante. Además, en España hemos pasado de una dieta mediterránea basada en aceita de oliva virgen extra, frutos secos, etcétera. El sistema de ingesta neandertal comía un día y no sabía si iba a comer al día siguiente, era un modelo de ingesta ahorrador, aunque ellos cazaban su comida y se lo curraban, no iban al supermercado a comprarla. Hemos pasado de una dieta mediterránea a más occidental, a base de ultraprocesados y de comida preparada. La gente es más sedentaria. El estilo de vida ha cambiado. En ocasiones se trabaja todo el día y cuando se ha acabado no apetece mucho moverse. Muchos trabajos no te dan la oportunidad de dedicar una hora a hacer deporte, pero el cuerpo está para moverse y habría que hacer al menos una hora de ejercicio al día. Y no por tener un cuerpo escultural, sino por mantener la salud física y mental.

—E. RUBIO: Además, las endorfinas y la dopamina que te da comerte un bollo, te las da el ejercicio, con lo cual ya no necesitas recurrir a la comida basura.

—Grasas animales VS Grasas vegetales

—A. POU: Hay que decir que ante el aceite de palma, que es una grasa vegetal, o la grasa trans, que es hidrogenada y creada en el laboratorio es mejor, por ejemplo, la grasa saturada de la mantequilla. Pero el mejor aceite del mundo es el de oliva virgen extra. En general, no me gusta demonizar los alimentos. Depende de la cantidad y frecuencia, de si hay una patología de base o no. A mí, por ejemplo, el bacón con huevos no me va a matar, pero a una persona con el colesterol alto, problemas de corazón y con 80 años, puede que el efecto sea muy negativo para su salud.