Tratamiento de la terapia de células CAR-T

Existe un tratamiento, relativamente nuevo, que pasa por extraer y resideñar las células inmunitarias de un paciente con cáncer en la sangre (aunque ya se estudia ampliar el espectro) y armarlas para que, una vez reintroducidas en el organismo, sean capaces de luchar, con un alto porcentaje de éxito, contra el tumor. Se llama terapia CAR-T y desde ayer, su ciclo completo se está realizando en el hospital Son Espases.

«El año pasado ya introdujimos una mejora, los pacientes ya no tenían que irse fuera para la visita de inicio y valoración, y la posterior aféresis (el procedimiento en el que se extrae la sangre para obtener las células)», explica la doctora Antonia Sampol, jefa del servicio de Hematología del hospital de referencia. Se trata de la primera fase de un tratamiento en el que las células del sistema inmunitario del paciente enfermo son la clave. Con ellas se fabrica el medicamento personalizado en los laboratorios acreditados que, en España, son Novartis y Gilead.

Finalmente, las células modificadas se reintroducen en el organismo del enfermo para combatir al tumor. En este segundo ciclo de la terapia se requiere un ingreso de aproximadamente un mes. Si hasta ahora los pacientes se derivaban al Hospital Clínic o al Vall d’Hebron, de Barcelona, este viernes, por primera vez, esta técnica pudo realizarse en Son Espases. «Es un cambio radical para los enfermos y para sus familias», reconocía la doctora Sampol, «no entendían por qué tenían que irse. Ha sido por un tema de burocracia que es tediosa», explica. Y es que desde que Son Espases recibiera la autorización del Ministerio de Sanidad en agosto de 2022, ha pasado casi un año, sin embargo, el proceso era necesario para garantizar los estándares de calidad y seguridad.

La terapia CAR-T, explica la especialista, «está indicada para pacientes que o bien recaen tras los tratamientos convencionales como es un trasplante de médula o una quimioterapia; o no responden a éstos y la enfermedad progresa». En cualquier caso, se trata de enfermos con condiciones físicas de salud no muy buenas, por lo que poder tratarse sin salir de la Isla «supone un punto importante en la atención porque no hay que cambiar de médicos ni ir a una ciudad desconocida, lo que implica un estrés añadido», añade la doctora Sampol.

Son Espases estima que se podrán atender unos 15 pacientes al año, «tenemos a unos 30 realizados desde que se aprobara la terapia en España en 2019». En este sentido es importante recordar el parón que supuso la pandemia de COVID, «el gran empuje ha sido a partir de 2021, antes se intentó pero era muy complicado hacer los tratamientos».