Las tareas de mantenimiento que dedica la empresa PAMASA a la carretera Palma-Manacor incluye multitud de aspectos. Más allá de las tareas más obvias que nos pueden venir a la cabeza, como los reacondicionamientos de firmes o la limpieza, la actividad de los hombres y mujeres que forman el equipo de conservación incluye cometidos que llegan incluso a los detalles más pequeños. La actividad comienza a las siete de la mañana en las instalaciones que la concesionaria tiene junto a la propia carretera, a la altura del kilómetro 24, entre las poblaciones de Algaida y Montuïri.

Previamente, todos los viernes el jefe de Conservación y Explotación se reúne con el encargado y juntos determinan los trabajos que será necesario realizar durante la semana siguiente. Se redacta una planilla desglosando por días las labores, que servirá de guía para garantizar una organización eficaz y que alcance a realizar todo lo marcado. Ese mismo día todos y cada uno de los miembros del equipo reciben una copia del plan de trabajo.

La jardinería es un punto de atención prioritaria, ya que se trata de un elemento ornamental pero también de seguridad.
La jardinería es un punto de atención prioritaria, ya que se trata de un elemento ornamental pero también de seguridad.

Es destacable que esta planilla semanal es remitida al departamento de Carreteras del Consell para que la institución insular esté al corriente del mantenimiento y sepa además dónde se van a realizar trabajos de cara a la seguridad de la vía. Una vez claras las labores necesarias, se reparte a los trabajadores por equipos, que variarán en función de que su número sea el adecuado según la naturaleza de la actividad y sus protocolos de operatividad establecidos.

Así, a las siete de la mañana los trabajadores están ya listos y el encargado reparte los materiales y herramientas que cada equipo necesitará. Se parte después hacia los puntos que necesitan atención. Lo más frecuente suele ser las labores de jardinería (podas, desbroces, riegos, etc), reparación de cerramientos, barreras u otras actividades que pueden ser rutinarias, pero también se dan imprevistos, trabajos necesarios que no estaban contemplados en la planilla, pero que no se pueden dejar de atender. Estos pueden ser la retirada de objetos que representen un peligro para los conductores, como por ejemplo restos de neumáticos, o carga que algún camión haya podido perder en el trayecto.

Trabajos como la ocasional reposición de la pintura de las marcas viales se externalizan para evitar costes innecesarios.
Trabajos como la ocasional reposición de la pintura de las marcas viales se externalizan para evitar costes innecesarios.

También, a pesar de ser una carretera cerrada, no es raro que algún animal acceda y resulte atropellado, con los que sus restos también han de ser retirados. Mención a parte merecen los accidentes. Cuando estos se producen, además de la obvia intervención de los distintos cuerpos de emergencia, estas brigadas de mantenimiento han de cerciorarse de que cualquier elemento, como vallas, señales o quitamiedos que pudieran haber sido afectados queda corregido, así como retirar los restos materiales como cristales o plásticos que el percance hubiera dejado en la calzada.

Otro factor importante, que ocupa no pocas horas de trabajo, es la jardinería. Además de conservarla en buen estado estético y que no represente un obstáculo visual ni factor de inseguridad de cualquier tipo, hay algunas cuestiones que han de tomarse en consideración y que los usuarios no pueden sospechar. Es el caso, por ejemplo, de algunas plantas como las adelfas, cuyo crecimiento hay que controlar, ya que sus raíces tienen tanta fuerza y tamaño que pueden llegar a romper asfaltos de 30 centímetros de grosor.

El turno finaliza sobre las 3 de la tarde si no hay ningún imprevisto, cuando los trabajadores vuelven a la base operativa y dejan todo listo para el día siguiente. Comienzan entonces los trabajadores del turno de tarde-noche, que a pesar de poder realizar alguna operación sencilla de mantenimiento, básicamente se dedican a atender cualquier emergencia. Estos dos operarios se ven apoyados por la existencia de un retén por si fuera necesaria su intervención para alguna reparación o atendimiento urgente o de mayor envergadura.

Hay otro aspecto a resaltar en la programación diaria de tareas. Son los recorridos por todo el trayecto de la carretera. Estos son constantes y como mínimo se realizan dos completos, uno durante la mañana y otro por la noche. Tienen como fin realizar una inspección visual completa de cualquier incidencia que se haya podido escapar al control del centro de cámaras, que a pesar de cubrir la práctica totalidad de la vía tiene lugares de menor visibilidad o puntos ciegos que solo se pueden examinar en persona.

El centro de video-vigilancia constituye una pieza clave en todo el mecanismo. Son unos ojos constantes sobre la carretera que se encargan de ver cualquier problema antes de que afecte a ningún usuario. El equipo de operadores está formado por 5 personas, que se turnan para que las 24 horas del día y los 365 días del año siempre haya alguien al control de las 31 cámaras repartidas por todo el trazado. Bajo la mirada de estos profesionales está la vigilancia de cualquier incidencia, desde la más mínima, como un leve desperfecto en algún elemento, hasta la más grave, como que se produzca una colisión o que un conductor invada el sentido contrario de la marcha.

Otro aspecto de la vigilancia, no menos importante, es cuidar de que nadie realice prácticas inadecuadas en los terrenos de dominio público. No hay que olvidar que estos terrenos por los que discurre la carretera son de titularidad pública y cualquier invasión o uso inadecuado de estos ha de evitarse o sino, perseguirse. Un problema del que estos profesionales se quejan, y que escapa totalmente a su control, es el del abandono de escombros y basuras por parte de algunos ciudadanos. En sus propias palabras es un problema cada vez mayor al que creen que habría que poner solución y atajar antes de que crezca más aún.

La concesionaria realiza también trabajos que solo son necesarios de forma extraordinaria y puntual durante determinadas épocas del año. Así, el equipo de asfaltado y aglomerados, la reposición masiva de señalización o cartelería vertical, los refuerzos con equipamiento mecánico en determinadas épocas del año para el control intenso de la vegetación, son algunas de estas tareas que realiza la Concesionaria con la colaboración de otras empresas del sector. Esto responde a una razón de eficiencia y especialización de equipos, dejando las labores puntuales con un mayor consumo de recursos y empleo de equipamiento pesado a empresas que se dedican exclusivamente a esa actividad en concreto. PAMASA se encuentra actualmente inmersa en la obtención de las certificaciones ISO 45001 y 39001 de más alto nivel en sus tareas y en la seguridad de sus trabajadores. Tras tener en su haber algunos de los más altos en cuanto a calidad y medio ambiente, la intención de la empresa es que su cuidado a la seguridad de los trabajadores también se vea reflejada.

«Realizamos cursos de formación para garantizar la seguridad de los operarios»

El responsable de la coordinación del equipo de Conservación y Explotación de la carretera es Miguel Bauzà.
El responsable de la coordinación del equipo de Conservación y Explotación de la carretera es Miguel Bauzà.

El jefe de Conservación y Explotación de PAMASA es Miguel Bauzà. Bajo su responsabilidad se encuentra un amplio equipo humano que vela por que todos los aspectos de la carretera estén cuidados y en perfecto estado operativo. «Nuestro equipo lo componen 20 trabajadores de campo, entre los que se encuentran los video-vigilantes apoyados por un staff técnico de 6 personas. Además contamos con el apoyo continuo de diversas empresas especializadas en cada actividad para optimizar al máximo nuestras operaciones y ser lo más eficientes en cada tarea. De esta forma PAMASA cuenta con un equipo especializado de apoyo continuo a las instalaciones de la carretera, repintado de marcas viales, reparación de quitamiedos, bacheos o el asesoramiento y apoyo en labores de jardinería, entre otras».

El trabajo en la calzada, sea cual sea su importancia o naturaleza «es un trabajo peligroso», señala Bauzà. «Para garantizar que no ocurran accidentes revisamos constantemente los procedimientos específicos para cada tarea, detalles como dónde se aparca el vehículo o el número de operarios que participan».