Francesc Mestre es el alcalde de Sant Joan.

El alcalde de Sant Joan llega al final de cuatro años de legislatura con la certeza de que ha sido «la más complicada de los últimos años». Para Francesc Mestre la pandemia «ha complicado muchísimo la gestión, pero en todo momento asegurar los servicios esenciales y mejorar las infraestructuras sociales y deportivas ha sido y sigue siendo, nuestra prioridad». Sobre las peculiaridades de esa gestión, asegura que «un pueblo como Sant Joan requiere una dedicación y una voluntad especiales. Se ha de conseguir la implicación y el esfuerzo de todas las personas que trabajan en el Ajuntament para dar soluciones rápidas y efectivas a los problemas de los vecinos». Esa eficacia pasa, para Mestre, por «mantener unas buenas relaciones con instituciones como el Govern y el Consell de Mallorca para hacerles llegar las necesidades de los santjoaners».

Para destacar medidas concretas, señala «la nueva Unidad Básica de Salud, que junto al Govern ha sido uno de los retos más importantes del Ajuntament». Los servicios también han precisado de atención y «se han renovado la red de agua potable de varias zonas del núcleo urbano para reducir al máximo el riesgo de fugas». Esto también ha implicado una nueva conexión con el depósito municipal y «una campaña de detección de estas fugas en todo el municipio», así como un nuevo sondeo que asegure el suministro a los vecinos.

Vista Sant Joan

Otro aspecto sería la movilidad, que para mejorarse ha supuesto la adquisición por el Consistorio de un céntrico solar en el casco urbano en el que se instalará un aparcamiento, que ya dispone de un proyecto de construcción redactado. Destaca también «la creación de un aparcamiento de 15 plazas en la entrada desde Petra, que además ha supuesto un embellecimiento de la zona, con una mejora de la seguridad y una zona de calistenia». En estas dotaciones deportivas también cabe destacar la construcción en el polideportivo de una pista de pádel y una de fútbol 3x3, «que han fomentado espectacularmente la práctica de estos deportes». El potencial turístico de Sant Joan se ha aumentado con la rehabilitación del edificio de los Fossers del Santuari de Consolació. El espacio se ha renovado totalmente y dota al pueblo de un refugio que también pone en valor la riqueza municipal. Cas Donat también ha sido objeto de obras de mejora, con las que «se ha recuperado y salvaguardado un importante patrimonio histórico para uso de los vecinos». Las infraestructuras han aumentado también con nuevos baños adaptados en el parque infantil y un mejor mantenimiento.