De cada vez más entidades educativas incorporan en sus modelos pedagógicos un papel relevante al fomento de la creatividad. | Universitat Abat Oliba CEU

La educación escolar y la manera de enseñar en general se encuentran hoy ante un gran reto, una especie de revolución pedagógica poliédrica. Surgen nuevos modelos que quieren abrir caminos que fomenten el pensamiento divergente, el razonamiento de vectores múltiples y conclusiones abiertas e inesperadas... Y bajo la categoría de innovación educativa se tiende a aglutinar la pluralidad creciente de enfoques. Así, emerge transversalmente, como símbolo visible de estos movimientos, la reivindicación de la capacidad creativa de los alumnos a todos los niveles, desde que se pisa un aula por primera vez hasta los estudios universitarios. Se expande cada vez más la convicción de que la creatividad es una competencia que puede desarrollarse si se trabaja de la forma adecuada.

Y la creatividad puede empezar en el propio docente, al emplear técnicas y estrategias didácticas adecuadas para implicar y motivar a los educandos en la actividad de aprendizaje dentro y fuera del aula. El valor de ser creativo radica en volver a ser criatura: como el mundo es siempre nuevo para la mirada del niño, así la creatividad nos hace mirar con una mirada siempre nueva la Creación que nos rodea. Pensar de manera original es, diría Gaudí, volver a los orígenes. Por eso la creatividad puede resultar fundamentadora y, por ello, tremendamente útil, tanto para el ejercicio profesional como para la construcción de la propia personalidad. Los profesores pueden ser un verdadero motor del pensamiento creativo en las escuelas y en las universidades.

Impulsar la creatividad en el aula no tiene por qué ser un proceso complejo. El equipo docente puede optar por un rediseño completo del espacio físico o puede replantear los tiempos de aprendizaje y planificar momentos de reflexión creativa con los alumnos, etc. La creatividad y el pensamiento creativo son una parte importante del aprendizaje y enseñar a los alumnos que sus voces creativas importan es un gran paso. La creatividad es indicio de personalidad y signo del carácter único e irrepetible de cada persona. Estimular la creatividad, si quiere ser algo más que un pasatiempo o una expresión de cansancio ante la rutina, ha de ir acompañada de la actitud de gratitud ante el mundo y los dones que hemos recibido.

Cada vez son más los colegios y universidades que son conscientes de la importancia de incorporar en sus modelos pedagógicos un papel relevante al fomento de la creatividad. La Universitat Abat Oliba CEU, consciente de ello, organiza EDUCATION Talks, encuentros dinámicos e innovadores concebidos para propiciar una reflexión de carácter global sobre nuevas formas y métodos de enseñanza, con ponentes locales e internacionales que aúnan charlas inspiradoras con networking de calidad.

Miguel Ángel Belmonte. Director del departamento de Educación y Humanidades. Universitat Abat Oliba CEU