Petra Mestre, Joana Llull y Jorge Degea, al recoger el premio el lunes. | Jaume Morey

Los ganadores de Connect’Up Start 2019 son la viva imagen de la innovación balear. Ellos representan a Hustle Got Real (primer premio), Workpinion (segundo) y Stepzen (tercero). Todos pertenecen a la generación milenial, con unos intereses y preocupaciones que se plasman en sus proyectos: el comercio electrónico, la búsqueda de un empleo satisfactorio más allá del salario o la seguridad de por vida y la preocupación por el medio ambiente con la búsqueda alternativa de fuentes de energía.

Joana Llull (25 años) fue la portavoz del proyecto Hustle Got Real, cuyo creador es Miquel Pieras (31 años). «En agosto del año pasado estaba solo en mi casa, contestando emails a las dos de la mañana y decidí que tenía que convertirme en empresa y ampliar el equipo». Su proyecto está a la orden del día: ha creado un software que permite a cualquier persona crear su propia tienda electrónica y estar presente en lugares como Amazon o Ebay sin desembolso inicial. «Ganar el premio de Connect’Up nos permitirá contratar a alguien senior, con mayor experiencia», explican ambos. Y Llull, pese a su juventud, ha demostrado ser una pieza infalible. «El premio Connect’Up Start es el reconocimiento a todo el trabajo que hay detrás y al equipo, que es como una pequeña familia», dice Llull.

Precisamente el equipo y el bienestar en el trabajo es la máxima de Petra Mestre, segundo premio con el proyecto Workpinion, donde los empleados puntúan a las empresas según su grado de bienestar. «Nuestra calidad de vida depende del trabajo. Y para las empresas empieza a ser un problema la rotación de personal» y el burn out, explica Mestre, que confiesa que «me entusiasmó el evento y es la primera vez que me enfrentaba a un elevator pitch».

Jorge Degea (31 años) recogió el tercer premio por Stepzen y al día siguiente a las cinco de la mañana estaba subido en un avión. Este martes tenía la final de Madrid de Santander Explorer donde Stepzen aspira a llegar a la final nacional. «La preocupación por el medio ambiente está aquí y ha llegado para quedarse», dice Degea. Sus baldosas podrían estar en el mercado en seis meses y en un año se podrían pisar en Mallorca. «Connect’Up me ha servido para adquirir experiencia, defender mi proyecto ante un jurado y obtener repercusión mediática. Su red de networking es muy importante: ya tengo dos contactos muy interesantes, gracias a Connect’Up», señaló el impulsor del proyecto que tiene un sólido equipo que cuida del medio ambiente.

Más de cien proyectos

Connect’Up Start 2019 estaba dirigido a proyectos con menos de tres años de vida. Una convocatoria a la que se presentaron más de cien iniciativas, de las que se seleccionaron veinte finalistas y diez reservas. Tras un intenso entrenamiento el pasado lunes se escogieron a los ganadores. Pero la iniciativa Connect’Up no acaba aquí: es el turno de Connect’Up Grow, que va dirigido a equipos emprendedores dentro de empresas ya consolidadas. En octubre se decidirá el ganador de esta categoría.